Cristina García Casado | La Alberca (Salamanca) (EFE).- El espectacular auto sacramental de La Loa, que se representa cada 16 de agosto desde hace 124 años ininterrumpidamente y de manera exacta en La Alberca (Salamanca), busca convertirse en Fiesta de Interés Turístico Internacional, con el referente del Misterio de Elche (Alicante), que es Patrimonio de la Humanidad.
«Ya estamos empezando a dar los primeros pasos para lograrlo. En Elche se movieron muy bien, y autos sacramentales de este valor en España están el nuestro y el de ellos», ha explicado a EFE uno de los impulsores de esta meta, Isidro Luengo Becerro, presidente de la Asociación Cultural Cateja.
La Loa de La Alberca, que simboliza la lucha entre el bien y el mal, se ha representado este viernes al mediodía exactamente como se lleva haciendo desde hace 124 años sin interrupción, incluso durante la Guerra Civil.

Esta tradición ya tiene la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) y ahora sus legatarios quieren alcanzar la denominación de Fiesta de Interés Turístico Internacional, al considerar que tiene una relevancia comparable a la del Misterio de Elche, que es Patrimonio de la Humanidad.
La Asociación Cateja acompaña todas las representaciones teatrales de La Alberca a lo largo del año, ayudan a dirigir y a proporcionar actores cuando no hay entre las personas del pueblo alguien con el perfil requerido.
«La Loa necesita que los actores tengan una maestría y en La Cateja ayudamos a que La Loa salga bien, pero tenemos muy claro que es una representación del pueblo y para el pueblo», ha indicado Luengo.
En esta obra, que bebe del teatro renacentista de los siglos XVI y XVII, el mal está representado por el demonio, un personaje vestido de negro que va a lomos de un ser de siete cabezas, al que se le llama «la serpiente».
«Lo que hace es que intenta obstruir las fiestas de la Virgen de La Asunción, esa serpiente o dragón de siete cabezas (por los siete pecados capitales) está repleta de pólvora y fuegos de artificio para meter miedo al pueblo y que no acuda a la fiesta», ha relatado Luengo, uno de los grandes conocedores de los dos grandes actos de las fiestas patronales de La Alberca: el ofertorio, con 400 años de historia, del 15 de agosto, y La Loa del día siguiente.
El pastor, los galanes y el arcángel
La Loa tiene otros ricos personajes como el pastor, «el rústico al que creen tonto pero es el más inteligente, al que no engañará el demonio», y los galanes, dos chicos jóvenes ataviados con trajes típicos que quieren ir a las fiestas locales, representan «la mocedad, el bienestar, el tamboril, el vino, la comida» y sí son engañados por el diablo, que casi se los lleva al infierno.
También está en el reparto el arcángel San Miguel, quien impide que el demonio se lleve a los galanes al infierno, de manera que quien vuelve al infierno es el diablo y la gente de La Alberca puede seguir con los actos programados para sus festejos patronales.

«Los autos se escriben para ser representados dentro de las iglesias, el Misterio de Elche se hace dentro de una, pero nosotros lo sacamos y lo llevamos justo al lado, frente al atrio de la iglesia, en una gran plaza del pueblo que se llama el Solano Bajero», ha relatado Luengo.
Lista de espera de niños para representar los pecados
Los siete pecados capitales los representan siete niños vestidos de negro, mientras que las siete virtudes del arcángel las representan siete niñas vestidas de blanco, dos papeles para los que hay lista de espera tanto de residentes en este pueblo de poco más de mil habitantes como de descendientes del municipio, lo cual es la garantía de que La Loa tiene cantera.
«La Loa es todos los años mismo, el público se conoce cada frase de La Loa, lo actores tienen que estar muy atentos porque le pueden rectificar el texto los espectadores», ha recordado el presidente de Cateja.
El auto se representa en un escenario de madera, con cortinas rojas, donde en lo alto, al fondo, hay una rampa con la serpiente sobre la que va montado el demonio, quien tiene que aguantar las explosiones de sus siete cabezas a cara descubierta, lo que lo convierte en un papel «muy peligroso».
Quienes no hayan podido presenciar La Loa este viernes tienen otra oportunidad el último fin de semana de agosto, cuando se hace una representación nocturna porque «los fuegos de artificio tienen más vistosidad» al estar oscuro. EFE