Valladolid (EFE).- El gigante de ocho metros de altura y diez toneladas que desde 1923 corona la única torre de la catedral de Valladolid, es una imagen del Sagrado Corazón de Jesús cuyo autor, el escultor Ramón Núñez, ensayó a través de una réplica de escayola recientemente encontrada y bendecida este viernes por el arzobispo.
La curiosidad investigadora de un profesor de la Universidad de Valladolid, Javier Burrieza, abrió una senda que desembocó en el hallazgo de la réplica, un vaciado en escayola con restos del barro inicial que se encontraba en un patio de vecinos del casco histórico de Valladolid, donde Ramón Núñez (1868-1937) tuvo su casa-taller.
Debidamente restaurada, recompuesta con varios fragmentos desprendidos y recuperada su textura inicial después de numerosos repintados, la imagen de dos metros ha sido instalada sobre una peana en el claustro del palacio arzobispal , donde ha sido bendecida por el arzobispo Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal.

Una fotografía
Una antigua fotografía de la réplica, en manos de Burrieza, fue el inicio de una búsqueda que dio con la talla en el patio de vecinos de un edificio cuyos propietarios actuales, los hermanos José Luis y Jesús Villar, han cedido al arzobispado para su exposición permanente como emblema pastoral de «la ciudad del Sagrado Corazón de Jesús», en palabras del arzobispo.
Durante el acto religioso de la presentación y bendición, que ha marcado el inicio del curso pastoral, el arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal se ha referido al arte como «algo en lo que la Iglesia también quiere permanecer dentro de un permanente diálogo entre la fe y la cultura».
La fe «sigue siendo un manantial de producción artística» porque a los católicos «nos gustan las imágenes, no somos iconoclastas» como un manera de «vislumbrar la belleza y contemplar el amor», ha añadido Argüello.
Distintas versiones
El vaciado en escayola de la réplica difiere en algunas matices sobre la escultura que preside la torre, ésta más hierática y ligeramente inclinada hacia adelante para facilitar la contemplación de su rostro desde la calle, mientras que la primera tiene el rostro más sereno y una estética más modernista.
Representa la devoción del Corazón de Jesús que en Valladolid data del siglo XVIII cuando se le apareció al jesuita Bernardo Francisco de Hoyos (1711-1735), beatificado en 2010, principio de una devoción plasmada con la erección en lo alto de la catedral de la gran escultura, el 24 de junio de 2023.
Fue hace cien años, motivo por el cual el papa Francisco concedió entre 2023 y este 2024 un Año Jubilar para conmemorar esa efemérides.
El origen fue el estrepitoso derrumbe de la torre de la catedral de Valladolid, en 1841, posteriormente reconstruida y coronada con la monumental imagen del Sagrado Corazón de Jesús erigida en 1923 y que forjó en hormigón armado Ramón Núñez. EFE