Soria/Valladolid, (EFE).- La pianista argentina Lucrecia Colominas, que acaba de aterrizar en la gerencia de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, la Oscyl, tras recorrer medio mundo -Argentina, Brasil, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Portugal…-, arranca esta nueva etapa con la voluntad de cumplir sueños musicales, fraguados en este recorrido vital y cultural: «Sueños hay muchos».
En una entrevista con la Agencia EFE, justo antes de adentrarse en la programación del Otoño Musical Soriano con dos conciertos, Colominas aplaude lo que se ha encontrado en la OSCyL: «Son gente muy cálida, que ama lo que hace y con muchas ganas de trabajar».

Licenciada en Música, con especialización en Piano por el Instituto de Artes de la Universidad del Estado de Sao Paulo y Máster en Artes, con especialización en istración Artística por el Chicago College of Performing Arts, Colominas ha movido su maleta artística, lo que le ha dejado poso, como lo vivido durante la pandemia de covid en Nueva Zelanda.
Escuchar mucho
«Con muchas ganas», responde al ser preguntada por esta nueva etapa, en la que se plantea inicialmente «escuchar mucho y conocer a fondo» todo lo que engloba la OSCyL.
«Una vez que tenga esa visión global, será el momento de tomar decisiones y de hacer planes para los próximos años. Nombres e ideas hay un montón», ha resumido sobre sus planes.
Colominas ha destacado el ambiente «de compañerismo» que se respira en esta orquesta que, según ha destacado, «es fundamental para hacer música en conjunto de altísimo nivel, para cuidar de la excelencia en la interpretación y dar lo mejor de sí».
Colominas no descarta diálogos con otras músicas en la Oscyl
Reconoce que el público de cada orquesta marca buena parte de esos proyectos a futuro y, en este sentido, rememora que en su etapa en Nueva Zelanda, con la Sinfónica Nacional de ese país, llegaron a dialogar con la música popular maorí, con el rock y hasta el heavy metal.
Y no lo descarta para el caso de la OSCyL, siempre con una planificación que integre todos los factores que lo condicionan.
Preguntada por los planes de incorporación de músicos, Colominas celebra que hay «muchísimos, hay fantásticos, hay artistas españoles, hay artistas de fuera de España también» con los que le encantaría trabajar, pero para iniciar esa etapa ha remarcado que necesita «contexto».
«En este momento yo estoy conociendo el contexto, conociendo a la gente, conociendo a los colectivos que dialogan con la orquesta», resume la directora artística, quien recalca que el cuerpo artístico de la OSCyL es «privilegiado y bueno», encabezado por el maestro y director Terry Fisher.
No obstante, adelanta que le «encantaría» trabajar con la también pianista argentina, nacionalizada suiza, Martha Argerich, entre otros artistas que son «leyendas vivas»: «Uno siempre sueña con traerlos».
El paso por el Otoño Musical
Sobre la participación de la OSCyL en el Otoño Musical Soriano, Colominas explica que el programa fue ideado por el anterior director artístico, Jesús Herrera: «Son unos programas bellísimos y con una fuerte presencia española».
El concierto de mañana viernes 13 de septiembre incluye obras de Mendelssohn, Mozart y una perla de la compositora Cécile Chaminade, un programa que según Colominas, «tiene un perfil melódico fascinante» ya que alterna melodías de mucha contemplación y sensualidad con pasajes muy vivos y enérgicos, «es de esos conciertos de los que se sale cantando y con la cabeza y el alma sintiendo la música hasta el final».
Además, en este primer concierto, la OSCYL estará acompañada por el flautista Enmanuel Pahud que, durante este año colabora como artista residente en la orquesta, algo que Colominas considera «un privilegio» para artistas y para no artistas, «músicos como él nos renuevan la fascinación por obras conocidas o nos despiertan el encanto por obras que aún no conocemos».
Así, la pianista argentina ha asegurado que, poder compartir escenario con artistas como Pahud, «es siempre una inspiración», ya que supone «un momento de intercambio de ideas musicales y un reconocimiento a su dedicación».
El sábado, 21 de septiembre, es un programa de fuerte presencia española, con obras de Juan Crisóstomo de Arriaga y Enquire Granados, una ocasión «para sentirse orgulloso del legado musical creado en esta tierra», ha destacado Colominas, y que estarán acompañadas del famoso Concierto para Violín de Tchaikovsky que será interpretado por Augustin Hadelich, «un violinista de sensibilidad y generosidad impares», ha añadido.EFE