Segovia (EFE).- La necesidad de generar un pensamiento crítico en la sociedad para controlar los peligros de la inteligencia artificial ha centrado la charla que, dentro de la segunda jornada del Hay Festival Segovia, han protagonizado el director general de CEDRO, Jorge Corrales, y el escritor y periodista Juan Soto Ivars.
La irrupción de la inteligencia artificial ha abierto un buen número de frentes en todos los sectores de la sociedad, del que evidentemente no es ajeno el sector de la cultura escrita y, en concreto, el colectivo de los escritores, traductores y periodistas, han planteado.
Por ello, y aunque en un principio la charla tenía como epicentro la inteligencia artificial generativa y su impacto en el sector editorial, los intervinientes han reivindicado la necesidad de crear un pensamiento crítico en la sociedad para poder afrontar de una manera ética el uso de la IA.
«Estamos en los albores de un descubrimiento tan importante como el de la imprenta», destacó Soto Ivars acerca de la inteligencia artificial, convencido de que hay que relativizar los peligros de esta nueva tecnología.
Miedo a lo conocido
En este sentido, Ivars ha argumentado que se teme a lo desconocido, pero él teme más «a lo conocido»: «Aunque a la inteligencia artificial le falten elementos como la empatía y nos pueda llevar a un holocausto, no podemos olvidar que la humanidad ya ha creado varios holocaustos».
Por su parte, Jorge Corrales ha afirmado que todos los avances tecnológicos de peso suponen de partida «un nuevo contrato social», redefiniendo cómo se mueven los países.
El director general de CEDRO ha comentado el «error» que la sociedad comete en la actualidad pensando que internet no ha evolucionado con respecto a hace dos décadas.
«El Internet 1.0 era una biblioteca inmensa, y desde hace veinte años pensamos que sigue siendo esa biblioteca, cuando en realidad ya es una empresa», ha reflexionado antes de subrayar el papel de la ética en el uso y desarrollo de la IA dentro del mundo editorial.
Entrando de lleno en ese terreno ético, no ha faltado la crítica a la alienación de la sociedad desde la edad temprana, con Soto Ivars convencido de que «si Internet ha atentado contra la memoria de los jóvenes, la Inteligencia Artificial puede atentar contra su capacidad de argumentar».
Sociedad idiotizada
Por su parte, Corrales ha sentenciado que se está «idiotizando a la sociedad», y es esa falta de pensamiento crítico la que pone en riesgo el desarrollo de una IA con un cierto nivel ético.
«Los humanos siempre tomamos atajos, y tenemos un sesgo brutal al pensar que todo lo que nos traiga la tecnología es bueno», ha señalado Jorge Corrales, para quien a corto plazo la IA puede ofrecer solamente ventajas, pero que los problemas, como ha sucedido con todos los avances tecnológicos, llegarán a medio y largo plazo.
Y es que «la ética y la tecnología tienen una relación muy ambigua, porque sustituyen nuestra maldad», ha finalizado Juan Soto, alerta por el hecho de que esta IA permite vigilar a grandes masas de población: «Y en China son expertos en estos temas», ha advertido. EFE
