Almudena Álvarez|Palencia (EFE).- El sinsentido de la guerra, el drama de refugiados y migrantes, las heridas que abren los conflictos… el fotoperiodista Javier Bauluz expone en Palencia una cronología de la sinrazón, de la sistemática violación de derechos humanos frente a la resiliencia humana: «antes estábamos en estado de indiferencia, ahora de odio y xenofobia, que es mucho peor», afirma.
‘Resiliencia humana’ es el título de la muestra que puede verse en Palencia hasta el 20 de octubre. Está formada por 44 fotografías rescatadas de negativos antiguos, tomadas a lo largo de 44 años como fotoperiodista, imágenes pasadas que, desgraciadamente, vuelven cada día a la actualidad.

Primer Pulitzer español
«Me ha costado encontrar los negativos y ahora verlo expuesto…», ha reconocido con emoción este fotoperiodista que fue XIII Premio Nacional de Fotografía Piedad Isla en reconocimiento a su trayectoria profesional, la calidad y tratamiento de sus fotografías y su compromiso social.
Fue el primer español en recibir un Pulitzer de Periodismo, ha sido testigo de conflictos y dramas humanitarios en Centroamérica, África, los Balcanes y Oriente Medio, incluidos tres genocidios en Ruanda, Bosnia y Palestina.
«Hay que estar en el momento y en el lugar donde pasan las cosas», ha afirmado Bauluz (Oviedo, 1960), que lleva cuatro décadas denunciando constantes violaciones de los derechos humanos en todos los rincones del mundo, haciendo visibles a los invisibles, a los que valen menos que la bala que los mata.
El sinsentido de la guerra
Bauluz protagoniza un recorrido cronológico por el drama de la guerra en distintos puntos del planeta: un surfista que con su tabla se cruza con un soldado con su fusil en la playa de La Libertad, durante la guerra de El Salvador (1969) es un ejemplo.
Nora, una estudiante de medicina que porta un fusil durante la recogida del café en Nicaragua (1986); Chepito, un guerrillero de 12 años descansando tras un combate en las montañas de El Salvador en 1989; o una madre que da de mamar a su bebe mientras escucha el último estertor de su marido en Ruanda (1994).
El sinsentido de Palestina se resume en la fotografía que ilustra la exposición, la de un joven palestino disparando con un tirachinas a un helicóptero militar israelí. «Es muy simbólica, es el símbolo de la resistencia», ha afirmado.
Fue tomada en 1988 pero sigue estando de total actualidad. «Lo que está pasando en Gaza no empezó en octubre de 2023. En 1988 yo ya fotografié todas las barbaridades posibles», ha asegurado.
Pero hay más tirachinas, el de los mineros asturianos o de los trabajadores de los astilleros que justifican el título de este recorrido gráfico y la eterna lucha del ser humano «de resistir, de no rendirse ante Goliat».

Refugiados y migrantes
Bauluz ha documentado desde 1996 las crisis migratorias en distintos continentes. Su cámara ha sido testigo de violaciones masivas de migrantes y de refugiados deportados ilegalmente en todas las fronteras.
«Resulta que ahora los migrantes son el mayor problema de los españoles», ha afirmado con ironía e impotencia. «Los que hemos estado en el terreno llevamos años diciendo que usar la xenofobia como arma política con mentiras es una barbaridad y atenta contra todos los derechos humanos», ha continuado.
Frente a esta sinrazón apela a las matemáticas: «El Banco de España dice que necesitamos 24 millones de migrantes en España para garantizar las pensiones», ha apuntado, pero también al fotoperiodismo como herramienta para documentar y denunciar las violaciones.
En la sala de exposiciones hay ejemplos: un padre temeroso consuela a su hijo en la frontera entre Grecia y Macedonia (2015), mientras en otra imagen una mujer siria con su hijo se explica ante un soldado macedonio en la misma frontera.
Chabolas de migrantes se amontonan en Marruecos, en el monte Gurugú frente a Melilla (2014); una pareja toma el sol en la playa frente al cadáver de un migrante ahogado en Tarifa (2000), y otro agotado intenta incorporarse al ver una botella de agua en una playa de Canarias a la que ha llegado en cayuco (2020).
Las dificultades del fotoperiodista
Javier Bauluz ha aprovechado esta ocasión para denunciar las dificultades que tienen actualmente los periodistas y reporteros gráficos para desarrollar su trabajo en lugares de conflicto: «En Gaza han asesinado a 175 y los periodistas internacionales no podemos entrar», ha asegurado.
«Yo tengo fotos de soldados israelíes apuntándome con una pistola y riéndose, muchas veces veíamos cómo nos destrozaban el coche, nos daban culatazos», ha relatado. Más cerca, en Canarias, «Marlaska impidió que documentáramos la llegada de personas en patera al muelle de Arguineguin en Gran Canaria», continúa.
«Hoy sigue siendo igual de complicado, incluso peor. Hay muchas dificultades para acceder a la información. Para que no se sepa, o te matan o te echan o no te dejan trabajar», resume. EFE