Los sindicatos UGT y CCOO se concentran en la Plaza Madrid de Valladolid dentro de los actos del 25N, Día Internacional contra la Violencia contra las Mujeres, donde han realizado una representación de las violencias invisibilizadas. EFE/Nacho Gallego

Los sindicatos UGT y CCOO piden que la «vergüenza cambie de bando» y los agresores se sientan señalados

Valladolid (EFE).- Los sindicatos UGT y CCOO de Castilla y León han demandado este 25 de noviembre, Día Internacional para eliminar la violencia contra las mujeres, que «la vergüenza cambie de bando» en cuanto a la que se ejerce sobre las mujeres en el ámbito laboral, y sean los «hombres los que se sientan culpables y señalados ante sus comportamientos» de acoso en el trabajo.

Así lo ha trasladado este lunes a los medios la responsable de Mujer e Igualdad de CCOO en Castilla y León, Yolanda Martín, antes de participar con UGT en un acto conjunto en la Plaza Madrid de Valladolid en el que han visibilizado esas violencias inusitadas que repercuten en el día a día laboral de las mujeres, en forma de miradas, expresiones verbales, chistes sexuales, preguntas sobre la vida sexual, acoso y hostigamiento o os reiterados vía redes sociales con contenido sexual.

Perder el miedo

Martín ha incidido en que en el ámbito laboral, la violencia que se ejerce hacia las mujeres en cuanto al acoso sexual, «se denuncian cada vez más situaciones de acoso sexual en los trabajos» porque principalmente las mujeres «han perdido el miedo».

«Se ha puesto sobre la agenda feminista que están ocurriendo todas estas violencias y cada vez las mujeres pues tenemos menos miedo. Queremos que la vergüenza cambie de bando, que sean los hombres los que se sientan culpables y señalados ante estos comportamientos», ha analizado la sindicalista en un acto en el que han participado un centenar de personas.

Martín ha llamado a «dejar de pensar que la violencia es un problema de las mujeres, para pensar que es un problema para las mujeres y que el problema lo tienen los hombres que agreden».

Tomar medidas para erradicarlo

La secretaria de Igualdad de la FSP de UGT de Castilla y León, María Amparo Álvarez, ha incidido en la importancia de visibilizar ese acoso en el ámbito laboral que han sufrido un 28,7 por ciento de las mujeres de entre 16 y 74 años, pero también en el ámbito personal o en el económico.

«Queremos visibilizarlo para tomar medidas y erradicarlo de una vez por todas», ha trasladado.

Martín ha incidido en el trabajo sindical para que esas situaciones de acoso se den cada vez menos a través de la prevención, tanto mediante los convenios colectivos, introduciendo cláusulas antidiscriminatorias en los planes de igualdad, con protocolos de acoso sexual y acoso por razón de sexo.

«Es muy importante que las mujeres acudamos a nuestros puestos de trabajo con seguridad», ha reflexionado la responsable de Igualdad de CCOO en la comunidad, que también se ha referido a que hay que combatir otro tipo de brechas como la salarial o en las pensiones.

Nueva ley autonómica contra la Violencia de Género

En cuanto a la nueva ley autonómica contra la violencia de género que ha anunciado este lunes en Salamanca el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ninguna de la dos sindicalistas conoce si se trata del texto que sobre esa misma materia lleva tres años aparcado, desde la anterior legislatura.

Martín ha confiado en que sea ese mismo texto que ya se negoció y consensuó dentro del Diálogo Social, y que lleva «casi tres años metido en un cajón».

«Sería lo suyo que sacasen este texto, porque aparte de ser consensuado en el diálogo social, fue refrendado por la mayoría de las organizaciones feministas de Castilla y León», ha trasladado.

Los sindicatos han verbalizado en un acto en la calle situaciones de acoso que se dan en el trabajo, sentencias al respecto y noticias que aparecen en los medios que aunque «pasen desapercibidas» deberían llevar a que la sociedad se implique para erradicar esas conductas.

Se trata de un iceberg, como el del cartel que ha presidido el acto en Valladolid, que en su base, en la zona que oculta el agua, tiene esas conductas invisibles, con formas sutiles de acoso o más explícitas, y que dan paso a formas visibles como son la violación, las amenazas o el chantaje sexual. EFE