El jugador leonés Rodrigo Campos, formado en la cantera del Abanca Ademar, posa durante una entrevista con EFE en León. EFE/ J. Casares

Las casualidades convirtieron al leonés Rodrigo Campos en mundialista con Estados Unidos

Fernando Pérez Soto | León (EFE).- Un «cúmulo de casualidades», según explica en entrevista con EFE el jugador leonés Rodrigo Campos, de 20 años, Rodrigo Campos, le llevaron a convertirse en internacional absoluto con Estados Unidos en el reciente campeonato del mundo de balonmano disputado en Croacia, Dinamarca y Noruega.

Su trayectoria siempre estuvo ligada a las categorías inferiores del Ademar León, desde la formación en los equipos del Colegio Hermanos Maristas, habitual cuna de la que han partido los talentos del conjunto leonés, hasta desvincularse posteriormente de su disciplina al no entrar en los esquemas del primer equipo.

Sin embargo, una de las escasas oportunidades que le dio el conjunto leonés le abrió una puerta inesperada de la internacionalidad después de que el extremo derecho, como mayor logro, tan solo hubiera estado presente en algunas convocatorias de la selección de Castilla y León.

Programa de rendimiento

Gracias al programa de la Federación de Estados Unidos, concebido para mejorar el rendimiento de sus jugadores de balonmano en diferentes países de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, Campos pudo encontrar una vía inesperada.

Si primero fue el pivote Andrew Donlin, integrante además del Ejército de Estados Unidos el que estuvo dos campañas en las filas ademaristas, posteriormente tomó el testigo su compatriota Samuel Hoddersen que, además de entrenar con la primera plantilla de Ademar, disputaba sus encuentros con el filial de la Universidad de León donde coincidió con Rodrigo Campos.

Al conocer que Rodrigo poseía la doble nacionalidad -española y estadounidense- por parte materna, Hoddersen le planteó la opción de seguir los pasos de otros jugadores en similares circunstancias como es el caso del central del San Pablo Burgos, Álex Chan.

La fortuna de que Estados Unidos eligiera la capital leonesa para realizar una concentración de su selección en marzo del pasado año, le permitió al jugador leonés, que actualmente milita en el equipo de Primera Nacional, Cuatro Valles, medirse al combinado estadounidense con un papel destacado, lo que le permitió entrar en la selección júnior.

Selección absoluta y júnior

Con la absoluta debutó en una fase de clasificación olímpica ante Méjico -sin importancia clasificatoria porque EStados Unidos tenía plaza garantizada como anfitrión- y, posteriormente, se concentró con el combinado júnior en Alemania para el torneo de clasificación de los Panamericanos donde fue el máximo goleador.

A pesar de esta sucesión de situaciones favorables a Rodrigo Campos le parecía «un sueño inalcanzable» estar en la lista para el mundial absoluto del pasado mes de enero, pero finalmente se le incluyó, convirtiéndose en el segundo jugador más joven de la selección estadounidense.

Su papel fue testimonial en una primera fase de grupo inabordable para Estados Unidos que tuvo como rivales a uno de los anfitriones, Noruega y a dos de las selecciones revelación, Portugal y Brasil, para después tan solo disputar unos minutos ante Japón en la siguiente fase.

«Fue una experiencia inolvidable. Si alguien me lo dice le hubiera llamado loco. Poder vivir este torneo con la elite mundial es algo que nunca se pasa por la cabeza y, aunque los rivales estaban en otro nivel, se plantó cara en todos los partidos y quedó la espinita de haber podido pelear aún más», ha recordado.

Después de este inesperado estreno, que tendrá continuidad en el Mundial júnior de Polonia el próximo verano, Rodrigo Campos ya mira en el horizonte la cita olímpica de Los Ángeles 2028 para cumplir un sueño, aunque sea con la camiseta de un país diferente al de su nacimiento. EFE