Valladolid (EFE).- Formar a las personas con discapacidad o incapacidad laboral, especialmente a las más jóvenes, y facilitar su al mercado laboral empresarial, con el fin de que no se perpetúe la exclusión, se avance en inclusión y se aproveche su talento es el objetivo del nuevo marco de programas estatales de la ONCE hasta el 2029, cofinanciados por la UE y que en Castilla y León al menos atenderán a 11.500 personas y promoverán 3.950 contratos.
La Fundación ONCE, y su entidad especializada en intermediación laboral, captación y desarrollo del talento, Inserta Empleo, han presentado este martes en Valladolid los objetivos para Castilla y León de los programas estatales FSE+ de ‘Empleo Juvenil’ y de ‘Inclusión Social, garantía infantil y lucha contra la pobreza’, que están desarrollando para incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.

Llamamiento a las personas con discapacidad que quieran trabajar
La secretaria general de la Fundación ONCE, Virginia Carcedo, ha lanzado un llamamiento tanto a las personas con discapacidad de Castilla y León que quieran trabajar, para que se dirijan a sus oficinas en Valladolid, Ávila, León, Burgos y Salamanca; como a las empresas que quieran encontrar y contratar el talento de las personas con discapacidad.
Desde Inserta Empleo en Castilla y León, su directora, Begoña Grijalbo, ha recordado que esos dos programas tienen como objetivo mejorar la formación y el empleo de esas personas, trabajando por un entorno más inclusivo, y el objetivo mínimo hasta 2029 es llegar a1 11.500 personas con discapacidad, de las cuales 5.175 serán mujeres.
Brecha de inactividad de 37 puntos y de casi 12 en paro
El punto de partida de esos programas, que ha renovado la ONCE por cuarta vez dentro del Fondo Social Europeo, son los datos que indican que la tasa de inactividad de la de las personas con discapacidad está en torno al 60%, frente al 22% de la población sin discapacidad, 37 puntos de diferencia «que nos hace ponernos un poquito en alerta», ha analizado Grijalbo.
Las diferencias aumentan en el caso de los jóvenes con discapacidad, donde la inactividad supera el 80 por ciento, frente al 65 por ciento de los que no tienen discapacidad.
La brecha se reproduce en el mercado laboral, donde la tasa de paro en personas con discapacidad es del 23% en la comunidad, frente al 12% de las de sin discapacidad, datos que se elevan al 60% en el caso de los más jóvenes, frente al algo más del 34% de los que no tienen discapacidad.
Esas brechas de inactividad y paro se agrandaron con la pandemia y aunque se han acortado, ha explicado Carcedo, se enfrentan ahora a los nuevos desafíos tecnológicos y de la IA, que obligan a rediseñar los puestos de trabajo para estos trabajadores.
950 contratos para favorecer la inclusión de jóvenes con discapacidad
En cuanto a los dos programas de la ONCE para mejorar la inclusión, el de empleo juvenil se dirige a jóvenes entre 16 y 29 años, con cualquier tipo de discapacidad y que estén inscritos en Garantía juvenil, con el objetivo mínimo de atender a 2.500 jóvenes castellanoleoneses y lograr 950 contratos.
Y el de inclusión social, está dirigido a personas con discapacidad o incapacidad laboral, y el objetivo es atender a 9.000 personas y el compromiso conseguir 3.000 contratos.
La ONCE plantea un modelo de atención personalizado adaptado a los nuevos tiempos, con un mayor uso de las tecnologías, adaptados a los nuevos empleos verdes, tecnológicos y a los nuevos retos del cambio climático, la globalización, el envejecimiento de la población, las discapacidades emergentes o de mayores dificultades de empleabilidad, y poniendo el foco, como siempre, en la perspectiva de género, «por lo que nos comprometemos a que al menos el 45% de las personas participantes sean mujeres», ha añadido la directora de Inserta Empleo.
Se trata de «un segmento poblacional de elevada vulnerabilidad, bien por género, por edad, por discapacidad, por pobreza, por violencia o por todo a la vez», al que intentan aportar «mecanismos para incrementar la igualdad de oportunidades y no discriminación, la perspectiva de género, la accesibilidad y cualquier otro principio que contribuya a la mejora y el logro de una vida laboral que les permita una vida plena e independiente».
«Castilla y León no puede permitirse perder el talento de tantas personas con discapacidad»
En ambos programas formación será la base para que ese colectivo, que es el 10 por ciento de la población en España, se iguale con el resto, a pesar de partir de una situación desfavorable, continuada, una formación tanto ocupacional como transversal, y haciendo especial hincapié en formación tecnológica y en la adquisición de competencias digitales, con el fin de que en un mundo cada vez más digital.
«Creemos que nuestra comunidad no puede permitirse perder el talento de tantas personas con discapacidad de Castilla y León», ha concluido Grijalbo.
El programa de la ONCE para favorecer la inclusión y el empleo, es nacional con presencia en todas las comunidades y un presupuesto de 260 millones con la cofinanciación de la UE, para lo que contará con 530 personas, una treintena en Castilla y León.
El objetivo nacional es llegar a 161.750 personas con discapacidad y conseguir unos 48.210 contratos, ha explicado la secretaria general de la Fundación ONCE.
Llamamiento a la inclusión: «Cualquier empresa vale»
En cuanto a las empresas de la Comunidad, la Fundación cuenta con empresas fidelizadas que cuentan con ellos cuando hay alguna vacante. «Cualquier empresa vale, pueden ser pymes o medianas, o tecnológicas», ha planteado Virginia Carcedo, que ha incidido en las dificultades para acceder a un trabajo según el tipo de discapacidad.
Estos programas de la ONCE que buscan mejorar la inclusión, se han presentado este martes en el Consejo Económico y Social de Castilla y León, el CES, cuyo presidente, Enrique Cabero, ha apelado a la retención del talento, y a papel económico de la ONCE, también a la hora de dinamizar la economía , generar ingresos y mejorar la calidad de vida.
Y en ese sentido, el delegado de la ONCE en la comunidad, Ismael Pérez, ha recordado que la ONCE – que en diciembre tenía en España 75.000 personas trabajando, la mayoría el grupo Social ONCE- es la décima empresa en creación de empleo en Castilla y León y la 65 en facturación, en un ejemplo de mayor eficacia y eficiencia en cuanto a empleo que cualquier empresa privada. EFE