Ibeas de Juarros (Burgos) (EFE).- Una veintena de cajas que guardan cuadernos de bitácora, investigaciones, tesis doctorales, memorias de excavaciones y documentación científica además de objetos personales y fotografías componen el archivo personal y científico donado por Eudald Carbonell a la Memoria del Sistema Atapuerca.
El codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca durante más de treinta años, y vicepresidente de la Fundación Atapuerca, ha cedido un extenso archivo documental sobre evolución humana, tecnología prehistórica y metodología bibliográfica que resume su amplia trayectoria profesional, que arrancó en 1976.

Archivo personal y científico
El Centro de Investigación Emilano Aguirre de la Fundación Atapuerca, inaugurado el pasado diciembre en un acto que contó con la presencia de la reina Sofía, custodiará el fondo documental que se une al legado del propio Aguirre, y cuya conservación y estudio impulsó la creación del centro de investigación.
La donación se ha hecho efectiva este miércoles en un acto en el laboratorio Reina Sofía del propio Centro de Investigación Emiliano Aguirre, ubicado frente a la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros (Burgos), con presencia del presidente de la misma, Antonio Miguel Méndez Pozo, y de Eudald Carbonell.
El archivo personal y científico incluye una biblioteca científica, libros de divulgación desde 1993, revistas, boletines y prensa especializada, junto con documentación académica como memorias de excavaciones, congresos o conferencias, además de tesis doctorales, publicaciones y objetos personales.
Carbonell ha explicado que lo más interesante son los 130 cuadernos de bitácora que recogen sus «aventuras» por yacimientos arqueológicos de todo el mundo, a partir de documentación, anotaciones o serigrafías, y que suponen un resumen de su vida científica y personal.
Unas botas y un salacot
Además, entre los objetos personales entregados figuran unas botas del investigador y un salacot, el emblemático sombrero de explorador que es una «marca de identidad» de Carbonell, ha reconocido Victoria Moreno, responsable de la Memoria del Sistema.
Moreno ha recordado que el investigador ha estado ligado al proyecto Atapuerca desde sus orígenes, cuando Emiliano Aguirre, el primer director de las excavaciones, confiara en él en 1978, convencido de que era «un diamante en bruto», reflexión acertada casi cinco décadas después.

La memoria de Atapuerca
La donación de Eudald Carbonell abre una segunda etapa en la conservación de la memoria de Atapuerca, tras el legado del archivo de Emiliano Aguirre, que comenzó en 2018 y ha completado ya tres fases, y cuyo material se está investigando para su conservación.
La idea es que el fondo documental del proyecto Atapuerca cuente también con los archivos de los otros dos codirectores; primero lo entregará José María Bermúdez de Castro, que al igual que Carbonell se ha jubilado, y a continuación llegará el de Juan Luis Arsuaga, que sigue en activo.
«La Memoria del Sistema aspira a aglutinar toda la información derivada del proyecto científico de Atapuerca», ha explicado Eva Manrique, directora general de la Fundación Atapuerca, pero también a crear una memoria de la evolución humana con aportaciones de los científicos de los siglos XX y XXI.
Manrique ha recordado que los fondos documentales estarán a disposición del público, tanto a través de una plataforma digital como en el propio centro de investigación, que no es un centro istrativo sino un centro abierto, a cuyo laboratorio ya acuden investigadores para trabajar.
Además, para dar a conocer el Centro de Investigación Emiliano Aguirre, la Fundación Atapuerca ha organizado unas jornadas de puertas abiertas a la población general, que tendrán lugar los días 15 de marzo y 5 y 26 de abril, con invitación a los vecinos de Ibeas de Juarros, su entorno y Burgos. EFE