La Sala Municipal de Exposiciones de La Pasión acoge desde este viernes la muestra '100 años de Semana Santa en Valladolid'. EFE/Nacho Gallego

Cien años de Semana Santa en Valladolid

Valladolid (EFE).- Un salto de siglos en apenas 130 años ha dado el mundo a través de una espectacular transformación social, tecnológica y económica en todos los órdenes, como también se puede apreciar en la exposición «Cien años de Semana Santa en Valladolid», inaugurada este viernes como antesala primera del tiempo de Pasión.

Que las ciencias adelantan «que es una barbaridad» ya lo entrevieron Don Hilarión y Don Sebastián en 1894, fecha del estreno de la zarzuela «La verbena de la Paloma», mucho antes de que en 1991 Sole Giménez popularizara el tema «Cómo hemos cambiado», una etiqueta inserta ya en el imaginario como sinónimo de mudanza o tránsito.

Ese paso del tiempo, con las celebraciones de la Semana Santa como hilo conductor, se puede apreciar a lo largo de una antológica exposición organizada por la Junta de Cofradías de Valladolid y el Archivo Municipal que dirige Eduardo Pedruelo, guionista además de un cortometraje de matiz documental e histórico.

Compostura y decoro

Ambas entidades han abastecido de documentos, carteles, libros, fotografías, sellos, programas, pregones, guías, revistas, folletos, postales, insignias e incluso llaveros, una amplia colección cuyo diseño y contenido delatan el transcurrir del tiempo, de los usos y costumbres.

Tres bandos municipales dan fe de ello, firmados por otras tantos alcaldes: Juan de Sigler (1862), Miguel Íscar (1878) y Mariano G. Lorenzo (1900), que abarcan un periodo de cuatro décadas donde aún existía la preocupación por el decoro, respeto y debida compostura que pedían a la ciudadanía durante la Semana Santa.

«El Jueves y Viernes Santo se cerrarán todas las tiendas, talleres y establecimientos públicos (…)», rezaba una de las advertencias dictadas por Juan de Sigler (1862). De las nueve oniciones del anterior, el alcalde constitucional Miguel Íscar (1878) pasó a cuatro, una de ellas la prohibición, desde el Jueves hasta el Sábado Santo, de circular carros, coches y vehículos de cualquier clase.

A tres las redujo Mariano G. Lorenzo, muy similares a las de Miguel Íscar como la prohibición, el Sábado Santo, de «descargar armas de fuego y hacer disparos de cualquier clase que puedan incomodar o causar desgracias al vecindario».

Ese rigor, impensable en los tiempos que corren, se mantuvo durante los años de posguerra y aún más en la dictadura franquista, con el obligado apagado de rótulos luminosos en comercios, el cierre de cine y salas de fiesta, y la continuada retransmisión de música clásica en las emisoras locales.

La Sala Municipal de Exposiciones de La Pasión acoge desde este viernes la muestra ‘100 años de Semana Santa en Valladolid’. EFE/Nacho Gallego

Cinco estancias

De todo ello habla esta exposición estructurada en cinco estancias o capítulos que señalan la evolución de unas celebraciones de Semana Santa que, de forma paradójica, emergieron en tiempos de creciente secularización, a partir de 1920 y después de un periodo de decadencia señalado en el XVIII, señalado por la Ilustración, y en el XIX, con la guerra de la Independencia y convulsos cambios políticos.

El primero de ellos recorre los orígenes de las cofradías, su importancia en la estructura y cohesión social, hasta el siglo XIX, con documentos originales fechados en el XVII como un permiso a la cofradía de la Pasión para la celebración, en 1653, de una corrida de toros con motivo de la festividad de la Degollación de San Juan Bautista, y el facsímil de unas disposiciones (1604) de la Semana Santa dad por los alcalde de Casa y Corte.

Resurgir

El resurgir de los desfiles procesionales en los años veinte del siglo XX (1920-1939), marcan el inicio de la Semana Santa como «un fenómeno» social y religioso en la ciudad que posteriormente derivó a matices culturales, turísticos y económicos, ya entrada la democracia tras el final de la dictadura.

La primera España franquista (1940-1959), la religiosidad y el turismo (1960-1978) y la simbiosis entre tradición e innovación (1979-2020), son los tres restantes. EFE