Imagen de archivo. EFE/David Arjona

Unos 150 voluntarios harán batidas para localizar al joven desaparecido en Valladolid

Valladolid (EFE).- Unos 150 voluntarios, amigos y familiares de Alejandro Aranda Lasheras, de 30 años y natural de Alcalá de Moncayo (Zaragoza), un joven vulnerable que fue visto por última vez el pasado domingo en Valladolid, realizarán mañana y el domingo batidas desde la localidad vallisoletana de Laguna de Duero para intentar dar con él, y reclaman que se monte un puesto de mando avanzado que coordine la búsqueda.

Se prevé que mañana llegue desde Tarazona, en la provincia de Zaragoza, un autobús con voluntarios, así como numerosas personas en vehículos particulares, para organizar a partir de las 10 de la mañana batidas por cuadrículas, con cuatro o cinco personas en cada una, con la Plaza de Toros de Laguna como centro de coordinación, ha explicado a EFE Adrián Alcalá, uno de los organizadores y amigo del desaparecido.

Batidas desde mañana

Batirán un radio de diez kilómetros y partirán de Laguna de Duero por entender que aunque la última vez que se vio a Alejandro estaba en Valladolid capital, el joven ya no está en la ciudad, dado que en los cinco días que han transcurrido desde el domingo nadie le ha visto ni ha habido respuesta pese a los carteles que se han distribuido por la ciudad ni le ha captado ninguna cámara, ha referido.

Además, Alejandro es «muy de monte, le gusta la naturaleza, y abandonar la ciudad, los coches y la gente»; y a ello se suma que el Ayuntamiento de Laguna «ha sido superbuena gente se ha ofrecido» a dejarles la Plaza de Toros, ha añadido Alcalá.

Los que lleguen en autobús desde Tarazona estarán mañana desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche, aunque también se contará con los que se sumen con sus vehículos particulares y los voluntarios de dos asociaciones de todoterrenos y otra de perros.

Una persona vulnerable

Adrián Alcalá, que junto con su primo Alberto, está montando ya el operativo en la Plaza de Toros de Laguna, ha lamentado que pese al tiempo transcurrido «cinco días, y que se trata de una persona vulnerable, ya que tiene esquizofrenia, no se haya montado un puesto de mando avanzado que coordine la búsqueda».

Alejandro Aranda, historiador de profesión, se encontraba en Valladolid trabajando como guía del Imserso cuando despareció, lo que no había ocurrido con anterioridad, han explicado a EFE tanto su amigo como su hermana Isabel.

Barajan que el joven, diagnosticado de esquizofrenia hace cinco años, pudo sufrir un brote psicótico, como el que tuvo hace dos años y medio que le llevó a estar una semana sin casi comer, aunque estaba por su pueblo, que conocía, lo que no sucede en el caso actual.

La desaparición

Adrián Alcalá ha explicado que el joven estaba alojado el domingo en el Hotel Olid de Valladolid, les había trasladado que estaba «harto del trabajo» y algo le debió de pasar ya que llamaron a la policía porque se encontraba alterado, aunque los agentes que hablaron con él le trasmitieron que si necesitaba asistencia médica y les dijo que no.

«Creemos que debió molestar a la gente del hotel» y que abandonó entonces el alojamiento, donde se dejó el móvil, y luego en la cercana calle de San Quirce dejó la maleta y se marchó en dirección oeste, y luego alguna cámara lo captó, sin más avisos fiables desde entonces, ha detallado su amigo.

«Estamos bastantes desesperados», ha reconocido Adrián, quien ha explicado que un brote psicótico puede durar unos días, unos meses o unos años y que la última vez tuvo que estar ingresado más de un mes. EFE