Madrid (EFE).- El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha asegurado este martes, preguntado sobre si se plantea retirar la declaración de Bien de Interés Cultural a la denominada Pirámide de los Italianos, una construcción inaugurada en 1939 en el norte de la provincia de Burgos para albergar los restos de soldados italianos que fallecieron en la Guerra Civil, que es un «hecho reglado» y la Junta ha cumplido «todos los trámites».
Estas declaraciones de Fernández Mañueco se producen después de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) haya denunciado al Gobierno autonómico ante la Fiscalía General del Estado por este reconocimiento al entender que podría haber cometido un delito de prevaricación.

El presidente de la Junta ha asegurado que no tiene conocimiento de esta denuncia «más allá de lo dicho en los medios de comunicación» y ha apuntado: «últimamente muchas cosas que se dirigen a Castilla y León tenemos conocimiento antes por los medios y muchas veces solo por los medios».
Y ha concluido: «cuando sepamos algo podremos hacer una valoración».
Advertencia de la ARMH
La ARMH advierte de que la exaltación a los combatientes caídos en la batalla del escudo que se simboliza en la Pirámide de los Italianos incumple la Ley de Memoria Democrática que establece que “las istraciones públicas en ningún caso podrán otorgar subvenciones que tengan por objeto la realización de una actividad o el cumplimiento de una finalidad que atente, aliente o tolere prácticas calificadas como infracciones en el título IV de esta ley”.
Al ser declarada la pirámide Bien de Interés Cultural, la ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León dice en su artículo 24 que los poderes públicos garantizarán la conservación, protección y enriquecimiento del Patrimonio Cultural de Castilla y León» lo que en la práctica se traduce en la concesión de subvenciones o especiales protecciones en beneficio de la propia instalación, denuncia la ARMH.
Los propietarios de la Pirámide de los Italianos, la «Hermandad de la Ribera», esperan ayudas de la Junta de Castilla y León para poder acometer sus nuevas obligaciones, aunque están dispuestos a asumir la restauración, el mantenimiento y la adaptación a la Ley de Memoria Democrática, que requiere su reinterpretación.
El pasado 10 de abril, los grupos PP y Vox en las Cortes de Castilla y León rechazaron una medida del PSOE y a la que se sumaron el resto de partidos que pedía al Gobierno autonómico la resignificación de la Pirámide de los Italianos.
Esta iniciativa pedía a la Junta, además de resignificar este monumento conforme a la ley de Memoria Democrática, iniciar con carácter de «inmediato» la anulación de la declaración de BIC de este mausoleo, algo que ha generado debate en la Comunidad.
Por su parte, el presidente de ARMH Emilio Silva considera que “no se puede enaltecer a quienes vinieron a España para apoyar un golpe de Estado y asesinar a quienes trataban de proteger la democracia» y añade que «los fascistas italianos que murieron ayudando a Franco no merecen ningún honor en democracia y la Junta de Castilla y León pretende tratarlos honorablemente que es una forma de enaltecer el sufrimiento de sus víctimas”.
La historia de la Pirámide
El expediente aprobado a finales del mes de febrero pasado por la Junta recuerda que este santuario funerario fue construido entre 1938 y 1939 para inhumar los restos de los soldados italianos fallecidos durante la Guerra Civil en la batalla del Escudo, donde participaron como apoyo del bando sublevado.
Se trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época, según explicó la Junta.
En la documentación recabada consta que en julio de 1939 las obras, a falta de algunos detalles, estaban terminadas y el ministro de Exteriores de Italia se presentó en el lugar a fin de supervisar el entierro de los combatientes italianos, que hasta ese momento habían estado enterrados en diferentes cementerios de la zona.
La Junta detalla que en la actualidad este monumento ha sido «víctima del expolio y el vandalismo de las últimas décadas», y «emerge, con sus veinte metros de altura junto al embalse del Ebro y la Nacional 623, como un hito visual e histórico en la frontera entre Castilla y León y Cantabria. EFE