Barcelona (EFE).- Los guionistas Txuss Martín y Pau Pedragosa y el dibujante Rafael Morata se aprovechan de la amnesia de un soldado de la Primera Guerra Mundial para diseccionar en su novela gráfica ‘Weimar. Tiempos inciertos’ la fragilidad extrema de aquella república alemana, un efímero sueño democrático marcado por la sinrazón, donde Europa parece (querer) volver a reflejarse.
Un experimento gráfico
Este experimento gráfico -no es un cómic al uso que pueda ojearse por encima- tiene su germen en lo que iba a ser el catálogo para la exposición «Tiempos inciertos. Alemania entre guerras» organizada por la Fundación La Caixa -actualmente en Madrid, en Barcelona en abril- que finalmente «cobró autonomía» y se noveló mezclando personajes de ficción con la plana mayor del pensamiento, la cultura y la ciencia que se movían entonces por Centroeuropa.
La influencia de Thomas Mann
Una historia inspirada muy libremente en ‘La montaña mágica’ de Thomas Mann, el escritor alemán que, desde el lecho de muerte de su casa en Suiza, en 1955, se convierte en protagonista tangencial del libro.
Mann recibe una extraña visita -quizás tan sólo la alucinación de un moribundo- un antiguo soldado que le exige cuentas por haberle abandonado a su suerte, sin memoria, ni identidad, en medio de la agitación y del combate ideológico de un continente que aún se lamía las heridas de las trincheras.
Precipicio hacia una nueva guerra
Amparados en ese ardid literario, los autores entretejen de forma paralela y a base de flashbacks el argumento de ‘Weimar. Tiempos inciertos’ (Norma): mientras el antihéroe, ese joven atormentado sin nombre, va recuperando su pasado a base de extrañas pesadillas y sueños, Alemania, que aspiraba a construir un «nuevo mundo» con la república, se precipita hacia un conflicto bélico todavía más sangriento, impulsada por fanatismos endémicos y enemigos variados.
La aparición del ‘nuevo mundo’
«Es un proyecto que intenta conjugar contenidos históricos e intelectuales con una narración accesible, que haga la historia más atractiva, sobre el fin de ese ‘mundo de ayer’, como lo llamó el nostálgico Stefan Zweig, y la aparición del ‘nuevo mundo’ tras la Primera Guerra Mundial», indica Martín, profesor y divulgador multidisciplinar, coautor del guión y comisario también de la exposición de CaixaFórum.
Hans -sabremos luego que se llama el personaje- realiza un viaje físico (y teórico) a través de un país en reconstrucción que paga como puede las enormes compensaciones que el Tratado de Versalles impuso a Alemania tras la Gran Guerra.

(c) 2025 imagen cedida por Norma Editorial
Una deuda inasumible, que junto al antisemitismo, y la aparición del nazismo dieron el tiro de gracia a la República de Weimar (1918-1933) señala por su parte el otro guionista y comisario, Pau Pedragosa, profesor de Estudios de Arte y Humanidades en la Universitat Oberta de Catalunya.
Durante esos quince años de existencia, el protagonista, que actúa como una especie de folio en blanco sobre el que se escribe la historia, tiene tiempo para conocer a los integrantes de la innovadora Bauhaus, con Walter Gropius y Johannes Itten a la cabeza; debatir en Hamburgo sobre determinismo con el filósofo Ernst Cassirer; escuchar las diatribas filonazis de Heidegger o toparse en una «convención de brujos» con Albert Einstein o Marie Curie.

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«Mientras Txuss y Pau se ocupaban del concepto de fondo histórico yo me encargué de la narración de la historia más humana, de simplificar para hacerlo narrable», señala por su parte el dibujante Rafael Martín, que se estrena en la novela gráfica con este trabajo que se publica también en catalán (‘Weimar. Temps incerts’).
La rana en la olla
Para el dibujante, en el libro se refleja la fábula de «la rana en la olla, donde el agua se va calentando lentamente sin que se de cuenta, como le ocurre a Hans; un ambiente que se va crispando, en la que él por su condición social no se ve interpelado a reaccionar a ese aumento de temperatura, y cuando ya es demasiado tarde la olla está ardiendo y no puede salir».

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Un siglo después de aquella experiencia de república ilustrada y racional, que, con sus inconsistencias, fue un intento de convertir a todos los ciudadanos en iguales (sin diferenciar por sexos, ideologías o creencias) y que fue atacada desde innumerables flancos, es casi inevitable no encontrar cierto paralelismo con lo que está ocurriendo de nuevo en Europa, con las formaciones de ultraderecha y sobre todo en Estados Unidos, con Donald Trump.
El miedo a la libertad
«Sea en la época que sea, cuando hay mucha libertad mucha gente tiene miedo, y se muestran precisamente en contra de esa libertad. Eso ocurrió en Weimar y está ocurriendo ahora también», subraya Pedragosa, en una idea a la que se suma Martín: «se están produciendo discursos extremistas, de espíritu militarista, de ultraderecha, buscan culpables, normalizar la crispación y el odio a lo diferente, y eso está pasando de nuevo en EEUU y en Europa». EFE
Sergio Andreu