El abogado Jordi Domingo durante la rueda de prensa que ofreció tras vencer en las elecciones internas a la presidencia del Consejo de la República. EFE/Toni Albir

El Consejo de la República busca dejar atrás su peor momento tras el relevo de Puigdemont

Santiago José Sánchez
Barcelona (EFE).- Despejada la incógnita sobre su presidencia tras la victoria de Jordi Domingo en las elecciones internas, el Consejo de la República abre una nueva etapa en la que debe definir su rol, en un momento en el que el independentismo ha perdido la mayoría en el Parlament y en plena crisis de la ANC.

Ideado como una de las estructuras paralelas a la Generalitat autonómica impulsadas por el independentismo en 2018, el Consejo de la República estuvo liderado por el expresident Carles Puigdemont hasta el pasado otoño, cuando retomó la presidencia de JxCat.

Domingo, abogado de larga trayectoria y vinculado al independentismo civil, tiene ante si el reto de reimpulsar un Consejo en horas bajas, sumido en una crisis reputacional tras las acusaciones de apropiación indebida de fondos por parte del exvicepresidente, Toni Comín, que ha quedado tercero en estas elecciones por detrás de la activista Montserrat Duran.

Sin Puigdemont al frente y con la aplicación de la amnistía en el horizonte, ¿cuál es el nuevo rol del Consejo? En conversación con EFE, Domingo asegura que el expresident se ha puesto a «su absoluta disposición» y que se reunirán una vez se proclamen, este lunes, los resultados definitivos de las elecciones internas.

Para Domingo, el Consejo debe fortalecerse a nivel interno y también en el exterior, para que funcione como una suerte de «cobijo transversal de los independentistas, unos cuarteles de invierno», a pesar de que, con la aplicación de la amnistía, puedan regresar a Cataluña los líderes del 1-O que aún permanecen en el extranjero.

Lejos de contemplar su disolución, Domingo apuesta por «mantener» el Consejo para no perder «la única institución que deriva directamente del 1-O».

Viejas crisis afloran en la ANC

Más allá de las elecciones en el Consejo, la ANC, principal entidad del independentismo civil, también ha sido noticia por enfrentamientos internos entre su presidente, Lluís Llach, y el exvicepresidente del Parlament Josep Costa, que ambos han aireado en público a través de X.

Según explican fuentes de la entidad a EFE, se trata de la misma crisis que azotó a la ANC en el pasado, cuando los detractores de la lista cívica independentista se enfrentaron a la dirección, pero con la diferencia de que ahora se han invertido los roles.

«El problema que tenemos ahora es el mismo que tuvimos a la hora de elegir presidente», relatan las citadas fuentes, que explican que la división por «facciones» dentro de la ANC se ha mantenido bajo la presidencia de Llach, al que atribuyen nula voluntad de tejer puentes entre sectores, y que esto imposibilita llegar a consensos a la hora de nombrar cargos.

Pero, ¿hay espacio en el independentismo civil para la ANC y un Consejo reformulado? Domingo cree que sí: «Son absolutamente compatibles», ha dicho el abogado, que considera que ambas entidades deberían «coordinarse», para lo que trabajará con Llach.

No obstante, algunos sectores de la ANC no lo ven tan claro: «Una vez se ha abandonado la estrategia del exilio, no tiene ningún papel distinto al de la Assemblea», subrayan estas fuentes, que agregan que los militantes activos de ambas entidades son prácticamente los mismos en toda Cataluña.

El exconseller Antoni Comín, en una imagen de archivo. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Posibles derivadas de la derrota de Comín

A diferencia de etapas anteriores, estas elecciones al Consejo de la República han suscitado menos interés en el seno de JxCat, como corroboran varios cuadros del partido consultados por EFE: «No se habla», resumen.

Aun así, estos comicios tendrán derivadas internas en el partido tras la derrota de Toni Comín, que también es eurodiputado electo de JxCat aunque no haya podido tomar posesión de su escaño al no haber acatado la Constitución Española.

Esta circunstancia, sumada a la progresiva pérdida de peso interno de Comín -que ha pasado de sucesor de Puigdemont en la Eurocámara a estar en el foco de múltiples polémicas-, podría tener consecuencias sobre su escaño, según varias de las fuentes consultadas.

Este extremo, no confirmado de puertas afuera, podría desembocar en que Junts acabe buscando un relevo que ocupe su escaño, con el que fuese número tres de la lista a las europeas, Aleix Sarri, ganando enteros como sustituto.