Coipú. Foto del EXOCAT-CREAF

La invasión del roedor coipú llega al área de Barcelona

Barcelona (EFE).- Un estudio realizado por expertos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, por sus siglas en catalán) alerta que la invasión del roedor coipú (originario de América del Sur) llega al área de Barcelona.


El coipú (Myocastor coypus) es un roedor que recuerda a un castor o a una rata acuática de gran tamaño, y fue introducido en Cataluña a principios del siglo XX aunque, como especie invasora que es, avanza sobre todo a partir de los años 2000.


Desde el CREAF, que tiene su sede en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), los investigadores especializados en las especies invasoras han detectado algunos especímenes de coipú en el río Congost por primera vez y en la Tordera, tras un par de décadas desaparecido.


Esto indica que la expansión está a las puertas de la región metropolitana de Barcelona y las predicciones apuntan a que acabará entrando.


Joan Pino: El cambio climático favorece la expansión


Según ha indicado a EFE el director del CREAF y catedrático de Ecología de la UAB, Joan Pino, «el cambio climático favorece la expansión de especies tropicales como el coipú», aunque su implantación en Cataluña no es tan rápida como otras especies invasoras.


La situación actual es que el coipú está muy presente en las comarcas gerundenses del Alt y el Baix Empordà, porque procede del sur de Francia, y desde el Rosellón ha ido descendiendo hasta ocupar las cuencas de los ríos Muga y Fluvià, ha precisado Joan Pino.


Pero la implantación de esta especie invasora no se detiene en la demarcación de Girona porque, según el director del CREAF, «que se hayan visto algunos ejemplares en el Congost y la Tordera hace prever que el coipú seguirá avanzando hacia el sur y que ya está llegando a la región metropolitana de Barcelona».


¿Qué es el coipú?


El coipú es un roedor originario de América del Sur y se está expandiendo por toda Europa a partir de la segunda mitad del siglo XIX, desde que fue introducido para su cría con el objetivo de aprovechar su piel.


De hecho, los investigadores del CREAF sospechan que la expansión del coipú se vio favorecida porque algunos ejemplares se pudieron escapar de granjas peleteras cuando aún se criaba.


En Cataluña, se han documentado fugas desde estas granjas a partir de los años 70, pero una nueva fuente de coipús procedente de Francia ha sido clave en la actual invasión.


Se cree que llegaron en dos incursiones: desde el Valle de Arán y desde el Empordà, y mientras que la primera zona parece estar frenada por las bajas temperaturas, en el Empordà han encontrado un entorno más favorable.

La invasión del coipú llega al área de Barcelona

Los puntos clave de este éxito son el clima suave y el fácil a alimentos, mientras que su medio de transporte preferido para avanzar son los ríos, que utiliza como ruta de dispersión.


El investigador del CREAF Marc Riera explica que «el coipú tiene una alta fecundidad, así que cuando llega a zonas con un clima lo suficientemente favorable y con alimento, como ha encontrado en Cataluña, es poco probable que su expansión se detenga».


Según este experto, «el coipú puede extenderse por el litoral catalán, hasta Barcelona y más allá», y de hecho, «ya hay algunos avistamientos en la Comunidad Valenciana».


Pérdida de biodiversidad autóctona


Aunque pueda parecer un roedor inofensivo, el coipú está teniendo un grave impacto sobre las zonas húmedas de todos los países a los que ha llegado, y por este motivo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) lo ha incluido en la lista de las 100 especies exóticas más dañinas del mundo.


En primer lugar, compite por recursos como el alimento o las madrigueras con los animales autóctonos que habitan en las zonas húmedas y que, a su vez, están en una situación de alta vulnerabilidad debido al cambio climático.


En segundo lugar, provoca impactos en las especies vegetales de los lugares donde habita y en los cultivos cercanos, ya que se alimenta de los tallos de las plantas y excava para llegar a las raíces. EFE