El cantante Quimi Portet. EFE/Toni Albir

Quimi Portet: Con 67 años ya no estás para años sabáticos, ya habrá una eternidad sabática

Barcelona (EFE).- El músico Quimi Portet, quien fuera la mitad de El Último de la Fila, ha asegurado durante la presentación de su libro ‘Cançons en bell llemosí’, un recopilatorio de los temas de su carrera en solitario, que «con 67 años ya no estás para años sabáticos, ya habrá una eternidad sabática». Con esta obra, Quimi Portet recopila sus 130 canciones en solitario.


«La visita al pasado ha sido agradable, he podido recordar momentos intensos, pero todos bonitos», ha explicado este lunes Portet a la prensa sobre el trabajo de revisión de sus canciones.


«Me he tenido que escuchar todos los discos, algo que no suelo hacer: algunos me han sorprendido y en otros no me reconozco porque no recuerdo los ‘inputs’ que me llevaron a escribir eso», ha añadido al respecto el músico.


Según ha relatado el cantante, el proceso comenzó como un ejercicio de imprimir todas esas canciones y verlas sobre el papel, tras lo que pensó que «tenía sentido publicarlas», para explicarse a sí mismo «disco a disco y época a época».


Esta idea la recibió con entusiasmo Miquel Adam, editor de La Segona Perifèria, quien animó a Portet a escribir unas breves notas introductorias que explicaran cada uno de los discos. Un prólogo de Quim Monzó y un epílogo de Manolo García, compañero en El Último de la Fila, flanquean estos textos.


«Es posible que la faceta como letrista de Quimi Portet nunca haya sido suficientemente ponderada», ha lamentado ante la prensa Adam, para quien las letras del músico de Vic (Barcelona) es «una contribución importantísima a la cultura catalana».

El Quimi Portet poeta


«Portet es uno de los mejores poetas populares de los últimos tiempos, un eslabón imprescindible de una larga generación de genios que conecta a Pau Riba y Sisa con Joan Miquel Oliver, Adrià Puntí y Albert Pla», ha seguido el editor.


Para Portet, esta vertiente como poeta es «importante», porque pese a ser un «músico de rock», la «emoción de la música llega con la voz humana», aunque también matiza que «en la música popular la letra ha sido importante hasta cierto punto».


«La música popular también tiene que servir para mover el culo, con decir ‘Ye Ye Ye’ con cierta gracia ya tienes para animar cualquier fiesta y, al no tener academia, en ella caben artistas desde Bob Dylan a Boney M.», ha reflexionado al respecto el autor de ‘Cançons en bell llemosí’.


En cuanto al éxito en su carrera, Portet ha reconocido que un 80 % es suerte y que pese a que El Último de la Fila triunfó, Manolo García y él tuvieron fracasos previos como Los Rápidos y Los Burros.


«En vez de hacerse el chulo con el talento, hay que reconocer la suerte», ha itido Portet, quien ha añadido que «ganarse la vida de músico cuando empezábamos era casi impensable, pero ahora también».

Tres etapas musicales


Sobre la estructura de este ‘Cançons en bell llemosí’, el cantante ha explicado que sus once discos en solitario están divididos en tres etapas: «una primera época de ¿a ver qué pasa?, una segunda en la que me deshago de la ilusión por triunfar y hago discos menos homologables, y una tercera en la que me hago mayor».


Ahora, inmerso en esta última etapa, el músico actúa unas 20 veces al año dentro de su ‘gira mundial’, que comenzó en 1999 y sigue por las salas catalanas.


«Siempre que sale la oportunidad de dar un concierto lo hacemos, con 67 años ya no estás para años sabáticos, ya habrá una eternidad sabática», ha bromeado al respecto Portet, quien, sin embargo, ha asegurado que le gusta mucho más tocar en directo ahora que con 30 años.


«Ahora, la mayoría de nuestro público es calvo, predomina el aficionado a la música y nuevas generaciones que van entrando, mientras que a la gente de mi edad ya no le apetece salir: los mayores de la sala solemos ser el batería y yo», ha seguido Portet, relatando la demografía de sus conciertos.


«Creo que haré más discos y canciones, aunque no dará para un libro tan grueso como este», ha sentenciado Portet entre risas.