El fundador del Sindicato de Inquilinas de Barcelona, Jaime Palomera. EFE/Enric Fontcuberta

Jaime Palomera: «El mercado de la vivienda en España funciona como un Monopoly amañado»

Àlex Gutiérrez Páez |

Barcelona (EFE).- El fundador del Sindicato de Inquilinas de Barcelona, Jaime Palomera, asegura que el mercado de la vivienda en España funciona como un «Monopoly amañado» en el que unos pocos acumulan riqueza en forma de activos inmobiliarios mientras «devoran a las clases medias».

Lejos de aquellos tiempos en los que adquirir una vivienda estaba al alcance de la mayoría, Palomera advierte, en una entrevista con EFE, de que la propiedad de los pisos cada vez recae en menos manos, lo que lleva a que los precios asciendan sin freno y condenen a los más humildes a vivir de alquiler de por vida.

Así lo explica en su primer libro, ‘El secuestro de la vivienda’ (Ediciones Península), publicado este miércoles, en el que analiza cómo ha evolucionado el negocio inmobiliario hasta llegar a la crisis actual y propone soluciones para revertir una situación que «cada vez asfixia más a las clases medias», denuncia.

Una voz influyente en el debate de vivienda

Doctor en antropología económica por la Universidad de Barcelona (UB), Palomera se ha convertido en una de las voces más influyentes en el debate de vivienda.

Es cofundador del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) y del Sindicato de Inquilinas, una de las entidades que ha mostrado más capacidad de movilización ciudadana en los últimos tiempos para frenar procesos de expulsión de inquilinos de sus hogares.

Para Palomera, uno de los principales problemas es que, cuando los ricos acumulan viviendas, «secuestran su función residencial» y las utilizan como un producto de inversión con el que «comprometen el futuro de la gente».

Para explicarlo, compara el mercado de la vivienda con una partida de Monopoly ya iniciada: «Cuando llegas, la inmensa mayoría de calles ya tienen propietario, lo que te obliga a pagar rentas y te lleva a la ruina».

Jaime Palomera durante la entrevista con EFE en Barcelona. EFE/Enric Fontcuberta

De la sociedad de propietarios al «neofeudalismo»

Palomera recuerda que la «sociedad de propietarios» que se erigió entre 1957 y 2008 en España, en la que la compra de una primera vivienda era relativamente accesible, se desdibujó a raíz de la Gran Recesión.

Desde entonces, los más ricos han aprovechado su posición para acumular viviendas como activos de inversión, recibiendo además importantes beneficios fiscales y endeudando cada vez más a los compradores, señala.

«Los ricos no solo pagan menos impuestos, sino que reciben ayudas que les permiten seguir comprando, lo que encarece los precios y dificulta a la clase media el a una vivienda», expone.

En la última década, el número de grandes propietarios ha crecido un 20 %, mientras que 1,3 millones de viviendas han pasado al mercado del alquiler, según Palomera.

«Si cada vez hay menos propietarios y las viviendas se concentran en unas pocas manos, nos encaminamos a una sociedad como la de hace un siglo: con una élite muy rica, una clase media reducida y una gran masa de trabajadores sin activos», asevera el investigador, que bautiza esta dinámica como «neofeudalismo».

Jaime Palomera durante la entrevista con EFE en Barcelona. EFE/Enric Fontcuberta

La principal fuente de desigualdad

En el libro, Palomera cuenta que la acumulación de los activos inmobiliarios en pocas manos perjudica especialmente a las clases medias y bajas.

«La principal forma de desigualdad es la riqueza, que no es el sueldo que cobramos a final de mes, sino lo que poseemos, y esta desigualdad cada vez es mayor porque la riqueza está distribuida de forma más asimétrica», detalla.

Otra de las realidades que revela ‘El secuestro de la vivienda’ es que, entre 2014 y 2023, el 56 % de la compra de viviendas en España se hizo sin pagar hipoteca, y que un 15 % de ellas fueron compras extranjeras, principalmente de grandes tenedores.

Por todas estas razones, si no cambian las reglas del juego, esta situación empeorará con el paso del tiempo: «Será muy difícil para la Generación Z y la que vendrá después ahorrar para comprarse una casa simplemente con el sueldo», alerta Palomera.

Vista de la ciudad de Barcelona
Vista panorámica de la ciudad de Barcelona. EFE/Alejandro García.

Soluciones para frenar la acumulación

Aunque todavía no existe una receta para superar la crisis de la vivienda en España, Palomera plantea modificaciones de impuestos para que la acumulación de viviendas sea «poco atractiva» y beneficios a quienes promuevan alquileres sociales con sus propiedades.

Todo ello sin olvidar la necesidad de que haya un movimiento social «muy amplio» para defender el derecho a la vivienda.

«Cada vez cuesta más tener casa e hijos, como hicieron nuestros padres y abuelos. Si no cambian las reglas del juego, generación tras generación seremos más pobres porque la desigualdad seguirá creciendo», advierte el activista. EFE