Barcelona (EFE).- Pedro Pablo Rubens y otros artistas coetáneos suyos como Van Dyck, Jordaens o Brueghel reinarán desde este miércoles y hasta el 21 de septiembre en CaixaForum Barcelona gracias a la exposición ‘Rubens y los artistas del Barroco flamenco’, con 62 obras de las colecciones del Museo Nacional del Prado.
La fuerza creativa de estos artistas, con especial incidencia en Rubens, máximo exponente del Barroco flamenco, ha tomado las diferentes salas de la institución de la falda de Montjuïc, con pinturas como ‘El juicio de Paris’, una de las obras más destacadas de la muestra, restaurada para la ocasión.
Rubens, un artista que «nunca se traicionó»
El director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir, no ha dudado en afirmar que si pudiera escoger a un pintor con el que ir a comer o a cenar sería Rubens, un hombre que vivió hace 400 años y que fue capaz de «satisfacer al público, a los coleccionistas y a los más poderosos sin traicionarse nunca, manteniendo una personalidad extraordinaria».
Entiende que la obra de este artista polifacético -en esta exposición hay doce lienzos suyos y ocho grabados de sus dibujos- transmite su «alegría de vivir y una forma de estar en la vida».

«Fue extraordinariamente exitoso en vida, amó y fue amado, poseía una cultura extraordinaria, fue feliz, disfrutaba de todo, era coleccionista, vivió en un palacio y también fue generoso con sus ayudantes, sin reparar en potenciarlos, como en el caso de Van Dyck», ha descrito.
Por todo ello, ha subrayado, una exposición inédita como la que se inaugura hoy en CaixaForum es un «regalo» para el público y para «todos los sentidos del intelecto» porque «pocos pintores son capaces de apelar a tantos estímulos distintos».
El comisario José Juan Pérez Preciado, feliz también como Falomir y la directora de CaixaForum, Mireia Domingo, de la nueva colaboración entre ambas instituciones, ha considerado que este proyecto permite mostrar no sólo las capacidades artísticas de Rubens, sino de otros autores de la pintura flamenca, quienes «componen uno de los momentos más elevados de la cultura visual europea».
Con las obras que se exhiben, como ‘Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros’, o la muy poco expuesta ‘Nacimiento de Apolo y Diana’, cree que se evidencia que Rubens es uno de los «grandes creadores» de la historia del arte universal.
Ha resaltado su «fuerza arrolladora», su personalidad «arrebatadora», sus representaciones mitológicas, sus imágenes religiosas, incluso sus composiciones más de gabinete.
Las ideas detrás de la creación
El «núcleo central» de la exposición busca poner de manifiesto las ideas que subyacen «detrás de la creación» del Barroco flamenco, siempre encabezado por Rubens, sin eludir cuestiones como la Contrarreforma, el mecenazgo y el coleccionismo, el poder, con retratos como el de ‘María de Medici, reina de Francia’, o la misma reivindicación de los artistas, con autorretratos en los que se muestran como «parte esencial de la sociedad del momento».

Del taller recreado a la «naturaleza viva, naturaleza muerta»
La exposición arranca con una recreación escenográfica del taller de un artista como el que dirigía Rubens y con un grabado de su figura, en el que se autorrepresenta como un «caballero con título nobiliario», una pieza restaurada para esta exposición.
En estas primeras salas hay otras obras a reseñar como ‘Apolo vencedor de Pan’, de Jaques Jordaens, ‘Danza de niños con el dios Pan’, tallada en marfil por Lucas Faydherbe, y no pasa desapercibido el diálogo que hay entre un boceto de Rubens de ‘El rapto de Europa’ y un lienzo a tamaño natural homónimo de Erasmus Quellinus.
Artistas renovadores
Como renovadores que fueron todos estos artistas de la iconografía religiosa después de las guerras de religión de la segunda mitad del siglo XVI, se exhibe ‘La Inmaculada Concepción’, de Rubens, así como ‘La Piedad’, de Anton Van Dyck; ‘Entierro de Cristo’, de Jordaens; y ‘La matanza de los inocentes’, de Paulus Pontius.

En la sala dedicada al coleccionismo resalta la pintura de ‘La infanta Isabel Clara Eugenia’, de Rubens y Jan Brueghel el Viejo, además de ‘Guirnalda con la Virgen, el Niño y dos ángeles’, de Jan Brueghel el Viejo y Giulio Cesare Procaccini.
Otros lienzos que llaman la atención son ‘La Vista y el Olfato’, de Jan Brueghel el Viejo, Hendrick van Balen y Frans Francken II o ‘Tres músicos ambulantes’, de Jordaens, quien también firma ‘La familia del pintor’.
No se olvida tampoco que representaron el paisaje flamenco y cómo era la vida cotidiana en los Países Bajos con obras como ‘Mercado y lavadero en Flandes’, de Jan Brueghel el Viejo y Joost de Momper II.
Al final del recorrido, se incluyen obras con escenas de cocina y bodegones popularizados por algunos de los pintores flamencos del Barroco como ‘Ciervo acosado por una jauría de perros’, de Paul de Vos. EFE