Barcelona (EFE).- La Unesco ha escogido Barcelona para instalar un centro dedicado a la economía oceánica sostenible, el único espacio colaborador del Decenio del Océano de las Naciones Unidas dedicado a este ámbito, que cuenta con la colaboración del Port de Barcelona y la Generalitat.
Se trata del ‘Ocean Decade Collaborative Centre’ (DCC), una oficina que se pondrá en marcha este año y estará activa como mínimo hasta 2030 y se centrará en la economía azul, que es aquella que se desarrolla a partir de los recursos del mar de forma sostenible y preservando la biodiversidad.

Así lo ha explicado este jueves en la sede de la fundación Barcelona Capital Nàutica el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que también ha anunciado la creación de un grupo de trabajo que impulsará medidas para preservar y regenerar el fondo marino con el objetivo de que, «como mínimo, el 30 % del litoral barcelonés esté protegido antes de 2030».
«Reivindicamos la necesidad de proteger nuestro mar y el conjunto de los océanos, que son grandes aliados contra la emergencia climática», ha apuntado Collboni, que ha añadido que el nuevo centro será internacional, pero también tendrá «un gran impacto local».
Defensa del ecosistema marino
El DCC, que se centrará en la defensa del ecosistema marino y el desarrollo de una economía oceánica «sostenible y equitativa», seguirá tres ejes estratégicos: generar conocimiento sobre la economía azul, impulsar la innovación en este sector y fomentar alianzas internacionales.
En este sentido, el programa contará con acciones concretas, como configurarse como un ‘think tank’ global sobre economía oceánica sostenible, constituir un Fondo de Inversión de Impacto en Economía Azul con sede en Barcelona o consolidar una red público-privada internacional experta en este ámbito.

El Decenio de las ciencias oceánicas para el desarrollo sostenible, conocido como Decenio del Océano, es un programa de Naciones Unidas liderado por la Unesco que abarca el periodo 2021-2030 para movilizar a la comunidad científica, políticos, industriales y sociedad civil en torno a la investigación e innovación tecnológica de los océanos.
Impacto de la economía azul
Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, la economía azul ya representa el 4,3 % del PIB y un 1,4 % de la ocupación en la ciudad, e incluye actividades económicas como el transporte y la logística marítima, la actividad portuaria, la pesca y la biotecnología marina, el sector náutico y deportivo, el turismo, la construcción y el mantenimiento naval o las energías renovables marinas, entre otros.
El coordinador global de la Comisión Oceanográfica Internacional (COI) de la Unesco, Julian Barbière, ha destacado que «es necesario implementar políticas basadas en la ciencia, crear marcos reguladores e impulsar la cooperación internacional para alcanzar un océano más sostenible».

Por su parte, el secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz, ha recordado que «España es el noveno país en producción científica sobre océanos» y ha felicitado la voluntad de Barcelona, Cataluña y la fundación Barcelona Capital Náutica para trabajar en un futuro «más optimista» en un contexto geopolítico «complicado».
El proyecto también contará con el apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Institut de Ciències del Mar, y BlueNetCat, la red de I+D marítima de Cataluña, que integra a más de 800 científicos de las principales universidades y centros de investigación catalanes. EFE