Barcelona (EFE).- El proyecto LIFE Ecorest, coordinado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona y que prevé restaurar cerca de 30.000 hectáreas de hábitats marinos profundos a lo largo del litoral de Barcelona y Girona, ha identificado un tipo de coral negro nunca visto en Cataluña.
Se trata de ‘Antipathella subpinnata’, una especie cuyo nombre se debe al color de su esqueleto, aunque la parte exterior es más clara y formada por colonias ramificadas, con pequeñas ramas en forma de pínulas, y que antiguamente se usaba para elaborar joyas.
Este coral negro reside en sustratos rocosos de aguas de más de 50 metros de profundidad, habitualmente en regiones mediterráneas y del Atlántico, aunque antes de esta iniciativa oceanográfica no se había avistado en territorio catalán.
El proyecto LIFE Ecorest
Este hallazgo inesperado se enmarca en el proyecto LIFE Ecorest, en el que también participan la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Universidad de Barcelona, WWF y el sector pesquero.
El objetivo es retornar al mar organismos rescatados de redes de pesca para crear nuevas colonias que garanticen la supervivencia de estas especies en el litoral catalán. De momento, ya se han restaurado 3.200 organismos de 30 especies distintas.
«Algunas de estas especies son gorgonias amarillas, plumas de mar (cnidarios), piñas de mar (ascidias), manos de muerto (corales blandos) o corales candelabro, entre otras», ha detallado la estudiante predoctoral del ICM-CSIC Sofia Farmelli, en un encuentro con los medios para dar a conocer las novedades del proyecto.
Claves en la reproducción de otras especies
La importancia de preservar especies como gorgonias o corales es su función tridimensional, como espacios de hábitat, refugio, alimentación o reproducción para otras especies.
«Las gorgonias son animales que, al igual que haría una planta en una superficie terrestre, proporcionan hábitat o zonas de alimentación de muchas otras especies», ha explicado a EFE el investigador de ICM-CSIC y coordinador del proyecto, Jordi Grinyó.
El experto ha añadido que, en algunas gorgonias restauradas, «se han detectado puestas de huevos de tiburón».
De hecho, el proyecto usa robots marinos para grabar la evolución de las especies devueltas al mar, con las que se han visto que, en algunas colonias formadas tras la restauración, se han refugiado serranos y gallinetas entre las gorgonias.
Colaboración del sector pesquero
El área de actuación del proyecto, con un período de 2021 a 2026, se centra especialmente en zonas del fondo marino de entre 50 y 400 metros de profundidad, donde hay una elevada concentración de estas especies, algunas en peligro de extinción.
Es por ello que desde el ICM-CSIC han colaborado con el sector pesquero a través de nueve cofradías de Girona y Barcelona, claves para la suelta de estos 3.200 organismos en ocho zonas -de momento, aunque hay 14 previstas- del litoral catalán.
«Tienen un rol clave a la hora de traer una gran variedad de organismos estructurantes, como corales, esponjas o gorgonias, capturados accidentalmente. Los desenmallan con mucho cuidado de las redes y los colocan en unos acuarios de mantenimiento», ha destacado Grinyó.
Estos acuarios se encuentran precisamente en las cofradías y, a partir de esa recogida de los pescadores, los investigadores pueden restaurar a las especies, por ejemplo, retirando sustancias necróticas y volviéndolas a plantar en sustratos rocosos.
Una vez los organismos están listos para su restauración, los propios pescadores, a veces con la compañía de expertos del ICM-CSIC, los liberan en áreas marinas protegidas. EFE