Madrid (EFE).- Desde la primera semana de 2024, una nueva ola de frío mantiene en alerta a la Comunidad de Madrid, con una bajada de los termómetros que se vuelve aún más cruda en los sectores V y VI de la Cañada Real, donde se cortó el suministro eléctrico el 2 de octubre de 2020.
En estos dos sectores de la Cañada Real Galiana, donde viven cerca de 4.000 personas, entre ellas más de mil niños, ya padecieron el invierno de 2020 o la llegada de Filomena los primeros días de 2021, por lo que esta nueva ola de frío se vive “igual que el año pasado, igual que el anterior, que el anterior”, sin que “absolutamente nadie”, “ninguna istración, ningún político”, tenga “voluntad de solucionar el problema” de falta de suministro.
Así lo lamenta Cristina Pozas, presidenta de la Asociación de Vecinos Alshorok y vecina del sector V de la Cañada, quien califica de “miseria” el convenio del Ayuntamiento de Madrid con Cáritas para paliar las situaciones de emergencia social derivadas de la falta de suministro eléctrico que se concreta en el reparto, previa valoración técnica, de butano, tarjetas de gasoil o leña.
“Eso no soluciona nada en absoluto de cara a personas con problemas de salud como EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), que necesitan constantemente estar conectados a una máquina. No soluciona el confort de un recién nacido, porque la leña es tóxica. No soluciona el problema cotidiano del día a día de una familia, no lo soluciona. Son miserias. Y además ese convenio estará para determinado sector, porque aquí, en el V, no”, asegura Pozas.
«Hay gente que ha puesto placas solares”
Según comenta, en el sector V -donde hay “gente que ha puesto placas solares”- las dos asociaciones de vecinos se organizan para ir turnando entre las casas “la poca potencia” eléctrica que tienen gracias a un reconector.
“Turnamos las viviendas para tener luz, con la poquita potencia que tenemos, y mientras tanto tenemos estufas de gas, tenemos estufas de leña, cocinas de gas, y nos vamos organizando de esa manera en el sector V. En el sector VI es muchísimo más crudo, muchísimo peor”, apunta.
Pozas, que subraya que “lo que estamos pidiendo” es tener “un contador de luz y pagar nuestras facturas, como todas las personas”, asevera que la situación en Cañada es “exactamente igual o peor” que en inviernos previos.
“En el sentido de que vemos que las istraciones no han puesto solución ni la van a poner, si en plena pandemia y en plena Filomena no dieron una solución a este problema que, además, es una estrategia premeditada, tanto de Naturgy como de la Comunidad de Madrid junto con el Ayuntamiento, para que nos vayamos de aquí por los PAU de Los Berrocales, Los Ahijones, Valdecarros, Cañaveral… No hay más que mirar el plan de ordenación territorial futuro, y Cañada Real está en todo el meollo”, apostilla sobre algo que llevan denunciando “desde 2004”, cuando “se aprobaron los planes parciales” de esos PAUS y “empezaron a llegar las cartas de orden de derribo de vivienda”.
Especial hincapié a la situación de los niños y niñas de la Cañada
Samaritanka, vecina del sector VI, evidencia que “las noches de frío son insoportables”, y hace especial hincapié en la situación de los niños y niñas de la Cañada, que “casi no van al cole” por el frío que hace al esperar “20 o 30 minutos” en la parada del bus escolar.
“(Los niños) están enfermos cada dos por tres, con bronquitis, pulmonía, del frío que hace. Todos los niños de aquí están igual”, asegura Samaritanka.
También afirma que el Ayuntamiento “no quiere poner gravilla” en las calles, por lo que cada vez que llueve el suelo se embarra y los habitantes de la Cañada se manchan la ropa que después no pueden lavar por la falta de luz.
“Necesitamos ayuda. Que venga el Ayuntamiento, que nos ponga gravilla, que nos ayude. No somos animales, somos personas, somos humanos”, pide Samaritanka, volviendo a incidir en la situación de los más pequeños, quienes recibirán regalos de los Reyes Magos este jueves y este sábado gracias a los emisarios de la Fundación Madrina.
Por Pepi Cardenete