Archivo. EFE/Ana Escobar

Más de 69.000 alumnos estudian en Madrid en colegios con graves deficiencias estructurales

Madrid (EFE).- Más de 69.000 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria pública dan clase en la ciudad de Madrid en centros con Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE) desfavorables, con graves deficiencias como goteras, humedades, grietas, amianto y riesgo de derrumbe, según un estudio del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de la capital.

Este deterioro «es consecuencia directa de la falta de inversión» en la escuela pública, según los sindicatos que reclaman «un plan de acción» con suficiente presupuesto y coordinación entre istraciones para las actuaciones urgentes, mientras que CCOO no descarta «actuar por la vía judicial».

El 52% de las escuelas infantiles públicas del municipio, que acogen a 2.200 niños de 0 a 3 años, tienen la ITE desfavorable, según los socialistas madrileños.

También son negativas las ITE en el 49% de los institutos, con 33.400 alumnos afectados, y en el 39% de colegios públicos de la capital -99 centros-, donde superan los 33.600 niños.

Datos intolerables para el PSOE-M

Según la portavoz de Educación del PSOE municipal, María Caso, estos datos «absolutamente intolerables» son el resultado «de décadas de falta de mantenimiento y abandono» de la educación pública.

«No solo tenemos dos istraciones que no creen en la educación pública, y que invierten hoy un 60% de lo que invertían en 2009 con 100.000 alumnos más, sino que además se tiran la pelota sin asumir su responsabilidad», subraya.

La edil socialista denuncia además «el bloqueo a la labor de fiscalización», ya que desde que el PSOE empezó a destapar estas cifras, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid les han «impedido visitar» nuevos colegios.

Los informes técnicos detallan problemas estructurales, deterioro en fachadas, cubiertas, fontanería y accesibilidad, con riesgos para la seguridad de alumnos y del personal.

Entre las deficiencias más significativas destacan los falsos techos descolgados, el deterioro de bajantes y desagües, humedades y filtraciones, grietas y fisuras, el mal cerramiento de las ventanas o la falta de impermeabilización de las cubiertas.

El Ayuntamiento ha impuesto dieciséis multas coercitivas por un total de 27.000 euros en 2023-2024 a la Comunidad de Madrid, responsable de muchos centros, por incumplimiento de las órdenes de ejecución establecidas para ocho centros con ITE desfavorable.

Sindicatos, padres y directores piden inversiones en los centros educativos

Comisiones Obreras, a través del comité de prevención y riesgos y de las juntas de personal, está «presentando denuncias centro a dentro» y valora actuar «por la vía penal una vez se estudien los riesgos reales en cada caso».

El último responsable, según la jurisprudencia, «es el consejero de Educación», asegura su responsable Isabel Galvín que exige «un plan de actuación» con suficiente dotación presupuestaria y coordinación entre istraciones.

Desde ANPE, «hemos solicitado al Ministerio que coordine, con la participación del resto de istraciones, un informe que evalúe el estado de las infraestructuras educativas en todo el país, que sirva de base para planificar y financiar las actuaciones», indican.

CSIF expresa su «preocupación» y pide un plan de actuación. Aunque la mayoría de los centros depende de los ayuntamientos, la Comunidad de Madrid debería «tomar también cartas en el asunto y no eximirse de su obligación de comprobar la seguridad».
Desde la FAPA Giner de los Ríos consideran «imprescindible y urgente la adecuación de todos los centros». Aunque ahora se habla de la salud de los menores respecto a los dispositivos electrónicos, «deberíamos empezar por garantizarla con el adecuado mantenimiento de los centros educativos».

La asociación de Directores de institutos ADIMAD explica que los IES dependen de la Consejería de Educación, que da un presupuesto anual para «pequeñas obras de reparación y mantenimiento. El problema es que muchos centros son antiguos y necesitan obras grandes. Ahí la cosa se complica, no quieren gastar».

Casi todos los centros «necesitan reparaciones costosas, como problemas en los tejados, las canalizaciones, aislamientos o incluso mejoras en la eficiencia energética. Hace falta una inversión potente», concluye.