Alcoy (Alicante) (EFE).- La ciudad de Alcoy ultima la cabalgata más antigua de España, desde 1885, donde 350 pajes de Sus Majestades de Oriente repartirán regalos a los domicilios cercanos al recorrido subiendo a sus balcones con la ayuda de unas escalera rojas de madera.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2001, la comitiva de la noche del día 5 superará el millar de personas entre los referidos pajes, antorcheros, músicos, escoltas, pastores y bailarines.
Previamente, la noche del 4 al 5 de enero, Melchor, Gaspar y Baltasar descansarán en el Campamento Real instalado en el paraje natural del Preventori, en la sierra de Mariola, donde durante la mañana del 5 de enero recibirán la visita de 6.000 personas que han adquirido un ticket solidario para la ocasión.
Gaspar cierra el desfile
En la cabalgata, los Reyes Magos recorrerán algunas de las calles céntricas de Alcoy montados en sus dromedarios pero en un orden distinto al conocido habitualmente en el resto de ciudades, ya que en esta localidad la peculiaridad es que a Melchor le sigue Baltasar, mientras que Gaspar cierra el desfile, cada uno junto a sus ayudantes.
A partir de las 18 horas, la cabalgata desplegará alrededor de mil personas entre pajes, antorcheros, escoltas, músicos, pastores e integrantes de los bailes populares de la zona, todos ellos con el objetivo de ayudar a esparcir la magia entre el numeroso público que se agolpa a ambos lados de la calle.
En el ecuador de la cabalgata, en la plaza de España, los tres magos dejan su animal y se disponen a protagonizar el clímax de la tarde-noche en la Adoración, momento en el que caminan lentamente hacia el portal para entregar sus presentes al niño Jesús mientras suena de fondo el ‘Mesías’ de Händel y un espectáculo de luces y fuegos artificiales adorna la escena bíblica.
La cabalgata avanza, concluida la Adoración, por el resto de calles del recorrido, para que Sus Majestades y el séquito que les acompaña puedan terminar de llenar los hogares con los buenos deseos y peticiones recibidas.
Los sueños llegan a través de cartas
Para que los Reyes Magos sepan qué desean tanto niños como mayores, la tarde de este 4 de enero recibirán estos sueños gracias a las cartas que el público les hacen llegar en el acto del Bando Real, celebración que desde 1924 sirve para anunciar la llegada de Sus Majestades, a través de las palabras pronunciadas por el Embajador Real.
Este emisario llegará a las 1830 horas para declamar los versos del Bando Real y, tras su carroza, aparecerán alrededor de una decena de burritas con dos buzones sobre su lomo, en las cuales todos se agolpan para depositar estas cartas repletas de ilusiones para que los Reyes Magos lean antes de su aparición.
