València (EFE).- El expresident de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana ha sido condenado este martes, en la sentencia del caso Erial, a 10 años y 5 meses de prisión, y multas por un importe superior a los 25 millones de euros, por amañar adjudicaciones públicas y recibir sobornos de empresarios.
El tribunal le considera culpable, junto con cuatro de sus amigos y colaboradores y los empresarios Vicente y José Cotino (sobrinos del difunto exvicepresidente del Gobierno valenciano y ex director general de la Policía, Juan Cotino) artífices de una red corrupta de se apropió de más de 20,6 millones de euros.
Esta condena es el epílogo judicial para un político de carrera fulgurante, que lo fue casi todo: concejal, alcalde, diputado autonómico y nacional, senador, president de la Generalitat y ministro.
Había esquivado otras causas judiciales
En las tres décadas transcurridas desde su debut en política, este ambicioso abogado nacido en Cartagena (Murcia) hace 68 años había logrado esquivar otras causas judiciales, como el caso Naseiro, IVEX o el caso Terra Mítica, pero no ha podido salir indemne del caso Erial.
«Siempre ha necesitado dinero», le recordó con ironía el fiscal anticorrupción de Valencia, Pablo Ponce, en una de las últimas sesiones del juicio, el pasado mes de mayo, en las que se evidenció el gusto de Zaplana por las inversiones inmobiliarias, los coches de alta gama y los relojes de lujo.

En las tres décadas transcurridas desde su debut en política, este ambicioso abogado nacido en Cartagena (Murcia) hace 68 años había logrado esquivar otras causas judiciales, como el caso Naseiro, IVEX o el caso Terra Mítica, pero no ha podido salir indemne del caso Erial.
«Siempre ha necesitado dinero», le recordó con ironía el fiscal anticorrupción de Valencia, Pablo Ponce, en una de las últimas sesiones del juicio, el pasado mes de mayo, en las que se evidenció el gusto de Zaplana por las inversiones inmobiliarias, los coches de alta gama y los relojes de lujo.
En prisión siete meses
Ese mismo día, el PP suspendió su militancia en el partido y Telefónica puso fin a su relación laboral. Dos días después se dictó prisión incondicional y sin fianza para él y entró en la prisión de Picassent, su domicilio los siete meses siguientes, aunque los dos últimos los pasó en el hospital La Fe debido a su leucemia.
Sin embargo, su liberación no se debió a la intensidad de las peticiones «humanitarias» que llegaron desde todas las filas políticas, «sino porque recuperamos el dinero del extranjero», reveló en el juicio el fiscal, que junto con la jueza instructora fueron objeto de duras críticas por no excarcelarle.

La Sala también ha condenado a otros acusados, entre ellos los empresarios Vicente y José Cotino; el ex jefe de gabinete de Zaplana en la Generalitat, Juan Francisco García, y el amigo de Zaplana que actuó como su testaferro, Joaquín Barceló, a penas de entre un año y tres meses y cinco años de prisión por prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales.
La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, tras el juicio que quedó visto para sentencia el pasado mes de mayo, no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.
Zaplana recurirrá la sentencia
Zaplana ha anunciado que recurrirá la sentencia que le ha sido impuesta por delitos de corrupción al considerar que está basada «en acuerdos opacos» y «sin evidencias» contra él.
En un comunicado difundido a través del despacho de su letrado, Daniel Campos, Zaplana se ha mostrado «decepcionado» por el pronunciamiento de la Audiencia Provincial de Valencia.
«A pesar de todo, sigo confiando en la Justicia y tengo la certeza de que tarde o temprano se reconocerá lo infundado de las acusaciones y, en consecuencia, recurriré a las instancias que sea necesario», anuncia.
Por último, el exministro se congratula por la absolución de quienes cometieron «el único delito» de ser sus amigos o colaboradores y «han tenido que sufrir un acusación igualmente injusta y soportar durante largos años la amenaza de una condena penal sin ningún fundamento».
El PP pide respeto y el PSPV ejemplaridad
Tras conocer la sentencia este martes, la dirección nacional del PP ha expresado su respeto hacia el pronunciamiento judicial. «Frente a la actitud que toman otros, el PP siempre ha respetado las decisiones judiciales», ha afirmado en rueda de prensa la vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social del PP, Ana Alós.
«Si alguien ha cometido un delito, que rinda cuentas ante la Justicia», ha agregado.
También ha mostrado su «respeto» a la sentencia el president de la Generalitat, Carlos Mazón, que fue alto cargo en el Gobierno de Zaplana y que hoy ha afirmado que la condena al expresident no le «resulta indiferente».

«Máximo respeto, como siempre, a las resoluciones judiciales», ha pedido Mazón, quien ha dicho que como president no le resulta «indiferente que se condene a un expresident», pero ha insistido en reclamar respeto a un proceso que aún no es firme, «más allá de los sentimientos de cada uno».
En el otro extremo del arco político, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, y secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, ha señalado que la condena a Eduardo Zaplana «es una victoria de los valencianos sobre los años oscuros de corrupción del PP en la Comunitat Valenciana».
«Merecemos dirigentes dignos del cargo y a la altura de la institución y los ciudadanos a los que representan», ha agregado.