Frutas, verduras y legumbres, en un bodegón de alimentos de la dieta mediterránea. EFE/Kai Försterling

Soledad, dejadez y cansancio hacen alimentarse peor a los mayores de 45 años

València (EFE).- Niños, adolescentes y jóvenes hasta 30 años continúan siendo las franjas de edad que peor se alimentan, aunque se percibe una mejoría en sus hábitos respecto a los últimos años, pero por primera vez se ha detectado un empeoramiento en la alimentación en todas las franjas de edad a partir 45 años por motivos como la dejadez, el cansancio, el olvido o la soledad.

Así lo revela la cuarta edición del informe “¿Cómo Comemos en Comunitat Valenciana?”, elaborado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y donde los profesionales de la Nutrición, que analizan las carencias y hábitos alimentarios de la población por franjas de edad, han dado una nota de un 6.

El presidente del Colegio, Luis Cabañas, ha manifestado que están viendo «mucha adhesión» a redes sociales y a influyentes, y hay un auge por seguir dietas antiinflamatorias en base a «recomendaciones generalistas», y también ha crecido la elección por las dietas ‘plant bassed’ (basadas en plantas), en las que en ocasiones hay cuestiones éticas e ideológicas pero también una apuesta por la salud y el bienestar.

Tanto Cabañas como María Alonso, responsable de proyectos del Colegio, han alertado del consumo de bebidas energéticas y alcohol en los menores, que provocan ansiedad, taquicardias insomnio, menor capacidad cognitiva y menos rendimiento, y han pedido a las autoridades sanitarias una regulación similar a la que se realiza en Galicia y Canarias.

La moda de la suplementación alimentaria sin prescripción

Otra de las «modas» que preocupa al colectivo de nutricionistas es el a la suplementación alimentaria sin prescripción, y avisan de que mucha de ella es «innecesaria» y puede llegar a ser nociva, y señalan que la mejor forma de saber si es útil o necesaria es consultar al especialista.

Según Cabañas, ha decrecido el consumo de alimentos ultraprocesados y la mejoría que observaron en la pasada edición del informe «se mantiene» en este, lo que a su juicio refleja que el interés por comer saludablemente no es pasajero y que la población ha visto que esto «tiene resultados en su estado físico y en su calidad de vida»

Varias personas aprovechan para comer en un receso en sus trabajos. EFE/Víctor Lerena

Mucha bollería y carencia de legumbres

María Alonso ha explicado que, un año más, los menores de edad son el grupo que peor se alimenta según la percepción del colectivo de dietistas-nutricionistas, a pesar de que se observa una «ligera mejoría» respecto a años anteriores gracias a la mayor concienciación de las familias.

«Continúa apareciendo mucha bollería, pan, cereales y lácteos en su dieta y hay una carencia de verdura, legumbres y pescados», afirma Alonso, quien destaca que las legumbres son «las grandes olvidadas en la dieta de la población valenciana» ya que, de hecho, ningún grupo de edad las consume de manera habitual.

Según María Alonso, la falta de tiempo para cocinar en casa, el fácil a platos precocinados de comida rápida, la falta de educación alimentaria o la cada vez más generalizada falta de tradición culinaria puede estar detrás de la ausencia de legumbres en la dieta, pese a ser un alimento muy versátil, que se cocina rápido y que aporta proteínas vegetales que son necesarias.

Este patrón se repite en los jóvenes de 18 a 30 años, quienes como alimentos habituales tienen en su plato la pasta, el arroz, la carne y el pollo, según el informe, que indica que aquellos que empiezan a preocuparse por su alimentación lo hacen por mejorar su estado físico.

Una persona come huevos fritos, lonchas gruesas de jamón y pan. EFE/Mariam A. Montesinos/Archivo

A partir de los 45 años, elecciones más conscientes pero desaparecen las verduras

Por primera vez, el Colegio ha detectado un «empeoramiento de la alimentación» en toda las franjas de edad a partir de los 45 años y, pese a que sus elecciones alimentarias son más conscientes, desaparecen en su dieta elecciones mayoritarias como las verduras y es la cena la ingesta que peor realizan, al igual que aquellas personas con edades comprendidas entre los 60 y 75 años y los mayores de 75.

«Existe un problema de soledad creciente que afecta a los hábitos de alimentación y, a partir de los 45 años, hemos detectado mayor dejadez, cansancio y olvido a la hora de establecer unas pautas alimentarias correctas», ha señalado Alonso.

Desde 2018 el CODiNuCoVa radiografía los hábitos de la alimentación de la población valenciana a través de este informe, basado de encuestas más de un centenar de sus 1.200 colegiados.

Según Cabañas, una de las piedras angulares del Colegio es la apuesta por la Educación Alimentaria y para ello han lanzado la campaña «En Nutrición son 3» para enseñar cómo elaborar un plato saludable y equilibrado, y el proyecto «Mengem Territori», un concurso de dibujo entre escolares a través del cual se les enseña las frutas y verduras de temporada y proximidad