València (EFE).- La Guardia Civil ha encontrado rastros de sangre en el maletero del coche del empresario Enrique G.P., de 77 años y desaparecido en Bocairent, municipio valenciano donde regenta una casa rural en la que también han aparecido manchas de sangre que están investigando agentes de la Policía Científica de este cuerpo de seguridad.
Así lo señala este miércoles Levante-EMN y han confirmado a EFE fuentes próximas a la investigación, que han precisado también que el coche del empresario se localizó el lunes perfectamente cerrado y estacionado en un aparcamiento de Bocairent.
Se da la circunstancia de que el pasado 29 de mayo ese mismo coche, conducido por una persona distinta a su dueño, estuvo a punto de ser interceptado por la Policía Local de Banyeres cuando lo vieron haciendo maniobras extrañas cerca del hotel rural de la víctima, si bien el conductor consiguió darse a la fuga.
El diario indica que los investigadores han encontrado en el hotel rural de Enrique G. P. objetos que hacen pensar en que su desaparición no sea voluntaria, como su teléfono móvil y sus gafas.
Además, señala que el principal sospechoso, que se encuentra en paradero desconocido, tuvo una condena de 10 años de cárcel por matar al dueño de un pub en la localidad alicantina de Muro en 2006 mientras veían porno.
Una «desaparición involuntaria»
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha dicho a los periodistas que saben que hay una «desaparición involuntaria» investigada por la Guardia Civil, pero no ha facilitado más detalles sobre el caso.
Por su parte Vicent Estruch, portavoz de la familia del empresario y letrado en la acusación particular en el procedimiento penal incoado por su desaparición, ha emitido un comunicado en el que ruega a los medios que se «respete la intimidad y la privacidad de la familia, en estos momentos tan desasosegantes y dolorosos».
También pide que se «evite, en la medida de lo posible, la grabación y divulgación de imágenes del domicilio del desaparecido o los de su familia, también con el fin, de igual modo, de preservar su seguridad».
Según indica, «nos consta que la Brigada de Homicidios de la Guardia Civil está realizando una labor encomiable, por lo que también os rogamos que se respete la discreción y secreto de la investigación y que no se entorpezca la misma para favorecer que se aclare todo cuanto antes».
