València (EFE).- Un técnico del servicio de emergencias 112 que ha declarado este jueves como testigo en la causa que investiga la gestión de la dana del 29 de octubre en Valencia ha asegurado que el volumen de llamadas durante el episodio era tan alto que «no se podía atender».
El trabajador, empleado de Ilunion, empresa subcontratada por el 112, ha explicado ante la titular del Juzgado numero 3 de Catarroja que nunca había afrontado una situación similar, según han explicado a EFE fuentes conocedoras de su declaración.
Elevado número de llamadas en rojo
El testigo trabajó aquel día en el turno de tarde, entre las 15.00 y las 23.00 horas y, según su relato, cuando entró a trabajar lo que vio allí le transmitió «la sensación de un episodio de lluvias intensas, que siempre tiene mucho trabajo», pero a las pocas horas de comenzar su turno el sistema mostró un elevado volumen de llamadas en rojo con un buzón que llegó a acumular unas 150 peticiones simultáneas que ya no bajó, algo que no había visto antes.
El técnico ha señalado que, aunque el tiempo estimado para gestionar una llamada era de unos 165 segundos, la acumulación impedía seguir ese ritmo.
Ha indicado también que se habilitaron salas no operativas habitualmente, pero no se activó el centro de emergencias de Cheste, reservado para situaciones extraordinarias, que si se activó durante la pandemia del Covid.
El técnico no ha podido precisar si existió comunicación directa con el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), aunque ha explicado que él estaba en una sala anexa y, ante el volumen de trabajo, no estaba pendiente de estas cuestiones.

Todos los puestos estaban ocupados
Ha señalado además que un día normal habría unas 20 personas trabajando por turno, si bien aquel día había entre 50 y 60 personas trabajando, con todos los puestos ocupados.
En cuanto a las zonas afectadas, ha recordado llamadas desde polígonos industriales hacia las 18.30 o 19.00 horas, y posteriormente desde municipios como Paiporta, Massanassa, Catarroja o Picaña.
A preguntas de la jueza, ha ratificado lo que ya dijeron otros testigos en cuanto a que hubo incidencias en las llamadas al 112 y ha dicho que en algunas ocasiones no escuchaban a quien llamaba, pero colgaban, volvían a llamar y «normalmente» podían volver a ar con la persona.
Tras la declaración, la abogada que representa la acusación popular de Ciudadanos, Mamen Peris, ha declarado a los medios que «hemos conocido que, si hubieran tenido previsión, se podría haber habilitado la sala del 112 en Cheste y podría haberse atendido a todas las llamadas».
También ha indicado que «el sistema se reforzó con personas, pero resultó ser insuficiente» y ha cuestionado algunas lagunas en la memoria del testigo.