Gijón 24 nov EFE.- El director Carlos Peñalver (Vigo, 1991) ha presentado este viernes en el Festival Internacional de Cine de Gijón su primer largometraje, “Á procura da estrella”, una ficción con escenas de documental que rescata el lado místico del mundo rural y compite en el apartado ‘Tierres en trance’ de la Sección Oficial.

El cineasta gallego ha rodado la película a 1.990 metros de altitud, en la montaña más alta de la Serra da Estrela, en la parte occidental del Sistema Central de Portugal, donde ha descubierto la leyenda del pastor y la estrella que da nombre al lugar, y que ha utilizado como hilo argumental del relato.
El actor Joel Fontán Martínez interpreta a un sonidista que intenta de manera infructuosa captar sonidos en vías de extinción, pero en medio de un paisaje exuberante oye una melodía que le canta la montaña.
Es una ficción con tintes de documental que se va transformando en una película de aventuras, ha explicado el director en una rueda de prensa tras su estreno en la 61 edición del Festival de Gijón.
El filme fue rodado con un pequeño equipo que tuvo que lidiar con las condiciones propias de la alta montaña, con muchos días de niebla o lluvia, y con un elenco en su mayor parte formado por actores no profesionales seleccionados entre la gente del lugar.
Peñalver ha dicho que la película es «un pretexto para el sueño, como una forma de crítica, de posicionamiento político» y «un retrato eterno del espacio y del tiempo» en las montañas del macizo central portugués.
Después de los cortos ‘Nocturna’ (2005), ‘Juventud Gruyère’ (2016), ‘Después de la bandera’ (2017) y ‘Cómo desaparecer’ (2018), este largometraje surge, ha reconocido, del «sentimiento de que la forma en que vivimos, resultante del progreso, también tiene un precio».
El director ha explicado que incorporó «destellos de documental a una ficción» porque el paisaje magnífico y la realidad de la vida cotidiana en ese lugar «lo requerían» y para añadir verosimilitud a una narración más propia del género fantástico.