Barcelona (EFE).- La gran retrospectiva de Tàpies en su centenario, una exposición sobre la relación entre Miró y Matisse y otras sobre la cerámica de Miquel Barceló, el cineasta Luis García Berlanga y los paisajes picassianos fotografiados por Bernard Plossu destacan en la oferta de 2024 en los museos de Barcelona.
En el Año Tàpies, su fundación exhibirá a partir de julio la gran retrospectiva dedicada al artista, comisariada por Manuel Borja-Villel, con obras procedentes de museos y colecciones privadas nacionales e internacionales, desde sus primeros dibujos y autorretratos de 1943 hasta sus últimos trabajos en 2011.
La Fundació Tàpies mostrará a partir de marzo la obra de la artista japonesa Chiharu Shiota, heredera de Ana Mendieta y de toda una generación de artistas feministas de principios de la década de 1970, conocida internacionalmente por la creación de instalaciones enigmáticas y contemplativas realizadas con lana.
En el Museo Picasso, a partir de febrero, se mostrarán las fotografías que Bernard Plossu tomó en los lugares picassianos de Horta de Sant Joan (Tarragona), Gósol (Lleida), Cadaqués (Girona) y Barcelona, que en el futuro serán donadas a este museo, el cual a partir de noviembre reunirá las diferentes visiones que los artistas catalanes ofrecieron de París en la exposición «De Montmartre a Montparnasse (1889-1914)».
Después de la exposición «Picasso-Miró», que concluye a finales de febrero, una de las grandes citas del mundo del arte en 2024 será la exposición «Miró-Matisse: Más allá de las imágenes», en colaboración con el Museo Matisse de Niza, en la primera vez que se confronta la obra de ambos.
La Fundació Catalunya La Pedrera acogerá a partir de marzo la exposición «Barceló. Cerámicas», que traza un recorrido por la trayectoria artística de Miquel Barceló a lo largo de tres décadas de trabajo, desde las primeras obras africanas, de 1994, hasta la producción más reciente, y que se complementa con pinturas y obras sobre papel relacionadas con las cerámicas, además de una escultura de bronce.
Con una selección de más 150 esculturas, objetos sagrados y obras de arte de varios continentes y desde el mundo antiguo hasta la actualidad, provenientes del British Museum, la exposición «Veneradas y temidas» mostrará a partir de febrero en CaixaForum cómo diosas, demonios, santas y otros seres espirituales han tenido un rol relevante en la comprensión del mundo.
En julio, CaixaForum propondrá en «Interior Berlanga» un recorrido por la vida del cineasta Luis García Berlanga, su obra y su proyección internacional, además de ofrecer una visión de la historia de España a través de sus películas, mostrar sus problemas con la censura y examinar aspectos tan personales como sus miedos: a la muerte, al futuro o a las mujeres.
En la exposición «Suburbia» (marzo-septiembre), el CCCB da a conocer la historia cultural del suburbio americano, explorando las diversas implicaciones políticas de su consolidación, sus consecuencias ecológicas y los claroscuros de género y raciales que han marcado su trayectoria histórica, así como la traslación del modelo a nuestro país.
El mismo centro presentará a partir de julio una muestra monográfica dedicada a la fotógrafa, cineasta y artista Agnès Varda.
El MNAC abordará a partir de febrero en la exposición «El espejo perdido. Judíos y conversos en la Edad Media» el retrato de los judíos y los conversos concebido por los cristianos en España entre 1285 y 1492, una época en la que las imágenes desempeñaron un papel fundamental en la compleja relación entre estos tres colectivos.
Si, por un lado, fueron un medio de transferencia de ritos y modelos artísticos entre cristianos y judíos, y propiciaron un espacio de colaboración entre artistas de ambas comunidades, por otro, contribuyeron a difundir el creciente antijudaísmo que anidaba en la sociedad cristiana.
El KBr de la Fundación Mapfre arrancará su temporada en febrero con la muestra «Atrapar el espíritu», consagrada a la fotógrafa estadounidense Consuelo Kanaga (1894-1976), que capturó los conflictos sociales de su época, desde la pobreza urbana hasta la lucha por los derechos de los trabajadores, el terror de la segregación racial y la desigualdad social.
Pionera del fotoperiodismo, dominó diversos géneros como la naturaleza muerta, pero se hizo especialmente conocida por sus emotivos e introspectivos retratos sociales protagonizados por afroamericanos, en los que combinó técnicas formales modernistas y una política documental radical.
Para el verano, el MACBA propone en una exposición un recorrido extenso por el trabajo desarrollado por Jordi Colomer desde finales de los años ochenta hasta la actualidad a través de múltiples formatos: esculturas, collages, instalaciones, fotografía, vídeo y acciones en vivo, muchas producciones realizadas en contextos concretos para ciudades de todo el mundo.
El Centro de Arte Amatller presentará en su programación a partir de febrero la experiencia inmersiva «Sorolla, una nueva dimensión», que, a diferencia de la muestra de Valencia, contará con obra original del artista.
Ya en otoño, otro de los momentos culminantes de la temporada artística vendrá de la mano de Manifiesta 15, la bienal nómada europea que reflexiona sobre cómo afrontar cambios urbanísticos, ambientales y sociales a través de la cultura, que se desarrollará en Barcelona y ciudades de su área metropolitana desde el 8 de septiembre hasta el 24 de noviembre.
