Madrid (EFE).- Con todas las obras de arte evacuadas del Museo Nacional de Arte de Ucrania en Kiev desde el comienzo de la invasión rusa y en el que solo quedan los marcos, su directora, Yuliya Lytvynets, asegura que aunque hay que estar preparados para cualquier situación, hay que creer siempre «en la fuerza del arte».
«Museos en tiempos de guerra»
En una jornada dedicada a los «Museos en tiempos de guerra», organizada en el Museo del Prado de Madrid con motivo del Día de los Museos, Lyvynets ha explicado la experiencia del Museo Nacional de Arte de Ucrania desde la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero de 2022.
«Tenemos que estar preparados para cualquier situación, no solo la guerra sino emergencias de todo tipo, cataclismos, cosas que no puedes imaginar, pero hay que creer en la fuerza del arte», ha recalcado la responsable del museo nacional ucraniano.
Un museo que ha vivido dos guerras mundiales
Un museo que cuenta con 125 años de historia y que ha vivido además de la actual, dos guerras mundiales, la pérdida de la independencia del país y el régimen soviético, con represiones y fusilamientos de artistas y funcionarios de la institución que se negaron a destruir las obras consideradas «enemigas del pueblo», ha relatado la directora.
Sólo en la Segunda Guerra Mundial, ha señalado, los nazis se llevaron 64.000 obras de arte de las que sólo se recuperaron 256.
Por eso, debido a estas terribles experiencias, en el museo había protocolos y estaban preparados cuando Rusia invadió Ucrania. Y cuando comenzó la guerra, los funcionarios acudieron al trabajo y en un solo día trasladaron todas las obras a los sótanos de los museos.
Varios vivieron allí durante jornadas con la sensación de que era un «organismo vivo»; «nosotros protegíamos al museo y el museo nos protegía a nosotros», ha relatado Lyvynets, que en algún momento tuvo la sensación, tras evacuar las obras a lugares seguros, de que se había convertido «en un museo de marcos; no había obras, solo quedaban marcos en sótanos y pasillos».
No obstante, se ha mostrado optimista, segura de que cuando acabe la guerra las obras volverán a museo y desempaquetarán y las volverán a colocar en las paredes.
Cómo se organizó el traslado de obras a Madrid
También ha relatado cómo organizaron en noviembre de 2022 el traslado de obras de Kiev a Madrid para la exposición «En el ojo del huracán», en el Museo Thyssen, en medio de las bombas.
El arte ayuda en todos los niveles, ha indicado también la directora del museo nacional de arte ucraniano, que ha organizado alguna subasta benéfica de obras de artistas modernos. También ha destacado la ayuda que reciben del extranjero. Pero la guerra sigue y Rusia no solo quiere el territorio de Ucrania sino también «borrar su autenticidad histórica y cultural», ha dicho.
Tres museos ucranianos han sido ya «borrados de la faz de la tierra». «Y entiendes la responsabilidad que tienes no solo para salvaguardar arte sino también la autenticidad de la nación», ha señalado Lyvynets, convencida de que vencerán en la guerra.
Lo mismo ha señalado el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoréltsev, que ha destacado la resistencia de Ucrania en el ámbito cultural además de en el campo de batalla, así como la solidaridad del pueblo español en todos los niveles.
Solidaridad de España
Tanto el presidente del Patronato del Museo Nacional del Prado, Javier Solana, como su director, Miguel Falomir, han recordado que la pinacoteca española supo lo que es vivir un conflicto bélico durante la guerra civil y han destacado su solidaridad y iración hacia Ucrania.
«Los museos son más que objetos» sobre todo los nacionales «porque recogen el acervo cultural y el alma y espíritu del país. Y por eso son también objetos de ataques que los hacen vulnerables», ha señalado Falomir.