Santillana del Mar.- Fotografía de archivo de 2016 de la directora del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, Pilar Fatás, en la entrada de la cueva original de Altamira. EFE/Pedro Puente Hoyos

La vegetación del abrigo de Altamira, origen del CO2 de la cueva

Santander (EFE).- La vegetación que crece en el abrigo de la cueva de Altamira es el origen principal del CO2 presente en la sala de polícromos.

Así lo indica un estudio que se ha desarrollado en los últimos cuatro años para determinar si la procedencia de este compuesto, que puede afectar a la película de agua sobre las pinturas, es natural o humana.

Los resultados de esa investigación los dará a conocer, el próximo 24 de mayo en el Museo de Altamira, en Santillana del Mar, el investigador del CNR (Consiglio Nazionale della Ricerca) de Florencia Alesandro Zaldei.

La directora del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira, Pilar Fatás, ha destacado que este proyecto junto al CNR aporta «un granito de arena más» para conocer los factores del deterioro de la cueva.

Como ha explicado, la caracterización del origen del CO2 no entraba en el espectro de los estudios que realiza habitualmente Altamira y es un factor que permite discernir si los s a la cueva contribuyen a que aumente o procede de fuentes naturales, en este caso la superficie exterior de la cueva.

Medidas de control de vegetación

De esta forma, aplicando medidas de control de la vegetación exterior se puede minimizar los niveles de CO2 en el interior, ha apuntado.

El método que se ha utilizado en la investigación es el que se emplea en bibliotecas y archivos para medir los niveles de polución.

Y la idea de trasladarlo a Altamira surgió precisamente en una edición anterior de los encuentros de patrimonio que organizan Giuliano Camilleri, restaurador y conservador de libros documentos y obras de arte sobre papel y Alicia Ojeda, experta en gestión de patrimonio.

Parte de este trabajo se presentó hace dos años en un congreso organizado por el Instituto Nacional de Patrimonio, ha recordado Camilleri, quien ha explicado que en los tres primeros años se desarrolló un modelo en la cueva de las estalactitas y en el último se ha llevado a cabo una campaña de mediciones en la sala de polícromos.

Se ha utilizado, ha señalado, un analizador que determina el isotopo del CO2 con un sistema portátil que se desplegó en el exterior de la cueva y que tiene «un impacto mínimo» en el interior.

Apoyo a la restricción de visitas

La directora del Museo Altamira ha expresado su apoyo a las medidas que ha tomado el Gobierno de Cantabria para restringir el número de visitantes en las cuevas de El Castillo, Las Monedas y Covalanas, declaradas, como Altamira, patrimonio de la humanidad de la Unesco por sus pinturas.

«No puedo estar más de acuerdo. Estamos en sintonía en esa cuestión, es el camino que tenemos que llevar todos los gestores de sitios de arte rupestre», ha afirmado.

Según Fatás, el arte rupestre es frágil y el arte paleolítico «aun lo es más», por lo que es necesario aplicar medidas preventivas. Y una de las principales, ha añadido, es ajustar los aforos de visitas a las cuevas a lo que los datos científicos y del seguimiento medioambiental indican.

Por Lola Camús