Santander (EFE).- Las últimas novedades literarias, con un fondo de mil libros, además de revistas y DVD, llegan a los vecinos de los pueblos más pequeños y alejados de Cantabria, que no cuentan con biblioteca municipal, pero sí con aficionados a la lectura.
La respuesta es el bibliobús: una furgoneta habilitada para llevar libros allí donde hay lectores.
Se trata un servicio del Gobierno de Cantabria que recorre de lunes a jueves y en horario de mañana 46 pueblos y 32 centros docentes de la región a través de sus 16 rutas.
El bibliobús pasa por cada localidad cada cuatro semanas, para fomentar la lectura.
La furgoneta contiene entre 900 y mil ejemplares de libros, revistas y DVD, que están dispuestos en baldas inclinadas para que los ejemplares no se caigan durante los trayectos.
Cualquier persona que se acerque puede llevarse los libros, revistas y el resto de material prestados con el carnet de la Biblioteca de Cantabria, que también se puede solicitar y recoger en el propio bibliobús.
Las bibliotecarias encargadas del servicio, Elisabeth Salgado y Sara Peredo, han explicado, mientras realizaban la parada del pueblo de Galizano (Ribamontán al Mar), que el perfil de gente que suele acudir es de mujeres de avanzada edad y muchos niños, sobre todo en las paradas de los colegios.
Cada parada dura entre 40 y 50 minutos, estacionando en las plazas y centros escolares de los lugares que visitan.
Actividades en el bibliobús
Desde que comenzó la iniciativa, el bibliobús ha realizado todas sus paradas con una única excepción este invierno, cuando no pudieron acceder a Pejanda, un pequeño núcleo de Polaciones con 16 personas censadas, debido a una nevada que imposibilitó el por carretera.
Dentro de la iniciativa del bibliobús se realizan varias actividades gratuitas para fomentar la lectura, como cuentacuentos y visitas de autores, además de talleres de estimulación cognitiva para mayores de 65 años, en los que realizan ejercicios para mejorar la concentración o el lenguaje.
Más de cómic
Las bibliotecarias han señalado que el perfil menos habitual en su bibliobús es el de los hombres adultos, tal vez porque prefieren realizar otro tipo de actividades de ocio en vez de la lectura, aunque los que sí tienen esta afición se interesan en su mayoría por los libros tipo cómic, género del cual han tenido que «pedir más» para poder hacer frente a la creciente demanda que tenían.
Los adolescentes son el otro grupo que menos utiliza este servicio.
El mayor problema al que se enfrentan es que la gente no devuelve los libros en el periodo establecido de 28 días «pese a las facilidades del servicio», que permite su retorno en cualquiera de las paradas.
Con todo, es una iniciativa «que no para de crecer» y su afluencia «se ha ido incrementando», hasta llegar a más de 13.000 visitantes hasta la fecha.
Tres libros, dos DVD una revista
Las normativa del bibliobús exige no llevarse prestado más de tres libros, una revista y dos DVD, los cuales tienen gran éxito en el público infantil, al contrario que las revistas, que es «lo que más cuesta que la gente se lleve».
Siguiendo con la línea de los perfiles que más frecuentan el servicio, las revistas de labores son las que más se prestan y, justo al contrario, las menos escogidas son las que tratan temas como deportes o tecnología.
Los visitantes que acudieron al bibliobús en Galizano comentaron que eran s habituales y que la iniciativa es «de gran ayuda» para los pueblos que no disponen de biblioteca municipal.
El servicio dispone de una colección de más de 3.000 obras aunque la furgoneta no cuenta con espacio físico para todos los ejemplares.
Por ello, su disponibilidad se puede consultar en el catálogo web del sistema de lectura pública de Cantabria y se pueden solicitar para su posterior traslado a la parada correspondiente.