Quel (La Rioja) (EFE).– Unos 60 kilos de queso del Roncal en porciones y 2.500 bollos de pan se han lanzado este martes desde la ermita de la Santa Cruz de Quel (La Rioja) a las cerca de 2.000 personas que se han congregado para revivir, como cada 6 de agosto, una tradición que data de 1479 y que es de las más antiguas de España.
Los doce cofrades más el abad que forman la Cofradía de la Transfiguración del Señor, más conocida como ‘Del Pan y Queso’, se han encargado del lanzamiento de estos alimentos desde la balconada del templo esta localidad riojana.

Centenares de vecinos y visitantes de localidades cercanas se han arremolinado en la explanada junto a la ermita para recoger estas viandas, que han volado sobre sus cabezas.
Antes de este tradicional acto, se ha celebrado la procesión de la Virgen de la Antigua desde la iglesia hasta la ermita del pueblo, donde se ha oficiado una misa y después han almorzado los de esta cofradía.
Esta jornada es «sin duda, el día más importante del año para los vecinos de Quel», ha asegurado a EFE su alcalde Víctor Manuel Rada, quien ha señalado que también «es una fecha marcada en el calendario», para los que se han ido a vivir fuera.

Una tradición de 545 años
El lanzamiento de estos alimentos se lleva celebrando de forma ininterrumpida 545 años, con la salvedad de los años de la pandemia que se entregó en mano el pan y el queso, desde que los queleños sufrieron en 1479 una epidemia de peste que redujo a 17 su población de 50 vecinos.
Los supervivientes consideraron que había sido un castigo por sus pecados y decidieron pedir perdón para acabar con la enfermedad con una procesión, tras la que cesó la peste.
Como agradecimiento, los vecinos organizaron una cofradía con 13 que representaban a las 13 candelas que se portaron en aquella procesión, y cada 6 de agosto, ofrecían un almuerzo de pan, queso y vino a todos los vecinos.

Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional en 2015, se ha celebrado sin modificaciones durante más de cinco siglos, ha recordado el alcalde de Quel.
Ha apostado por seguir «mimando» la tradición, para que esta fiesta «sirva de reclamo y se conozca más el pueblo», con el fin de atraer más visitantes.