Mérida (EFE).- El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha cerrado su 70 edición con una recaudación «récord» en su historia de 2.622.550 euros, un 6,3 por ciento superior a la de 2023, y 179.122 espectadores, un 5,5 por ciento más.
Son algunos de los datos que este miércoles ha ofrecido el director del certamen, Jesús Cimarro, junto a la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga, durante la presentación del balance «muy positivo» de esta edición en la que su empresa, Pentación, entregará al Consorcio del Festival más de un millón de euros de superávit de taquilla.
Cimarro ha agradecido la respuesta «fiel e incondicional» del publico, así como la entrega de las novecientas personas, entre artistas y equipos técnicos, que han trabajado en el festival.
Entre los espectáculos programados, ha destacado el de «Medusa», con Victoria Abril, con diez llenos absolutos con 32.679 espectadores, récord en diez funciones de toda la historia del certamen.
Espectáculos en el Teatro Romano y más
Los nueves espectáculos de ópera, danza y teatro ofrecidos en el escenario principal del festival, el Teatro Romano, siete de ellos estrenos absolutos, congregaron del 27 de junio al 25 de agosto a 103.022 espectadores, un 2,1% más que el pasado año.
En total, la programación de los espacios escénicos en Mérida, Madrid, Medellín, Cáparra y Agusto en Mérida, extensiones del festival, ha atraído en esta edición a 124.109 espectadores.
Se ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ en 31 de las funciones, trece de ellas en el Teatro Romano, tres en Cáparra, una en Medellín, cinco en Madrid y nueve en las representaciones de Agusto en Mérida.
En esta 70 edición del festival, que abrió una ópera por primera vez, ‘Medea’, se vio aumentada la venta anticipada hasta los más de 52.000 asientos vendidos, unas 20.000 reservas más con respecto a 2023.
Además, el Festival de Mérida se ha encargado por tercer año de la programación estival del Teatro María Luisa, que ha atraído a 1.857 espectadores con siete montajes.
Actividades paralelas
Asimismo, el programa europeo ‘Dancing Histor(y)ies’ ha reunido a 1.42 participantes en sus representaciones teatrales, conferencias y seminarios; mientras que 43.313 personas visitaron las distintas exposiciones de esta edición, destacando la muestra ‘Domus Romana. Vida doméstica en Augusta Emerita’ en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, con 40.741 asistentes.
Otras de las actividades paralelas fueron el pasacalles ‘Dionisio. el origen del teatro’, con 7.800 asistentes, según el Festival emeritense, y la programación de Augusto en Mérida, que disfrutaron 5.659 personas, entre otros eventos.
Según ha expuesto Cimarro, la repercusión del Festival de Mérida generó 13.956 apariciones en medios de comunicación y redes sociales, entre ellas 4.327 noticias, con un valor total de publicidad de 57 millones de euros y de comunicación de más de 171 millones de euros.
Programación «completa y variada»
«Queríamos que el público disfrutara y viajara al corazón del teatro cada noche de verano. Hoy, tres días después de clausurar el festival, podemos decir que nuestro objetivo se ha cumplido, el público nos ha demostrado una respuesta fiel e incondicional, gracias», ha expuesto Cimarro.
A su juicio se ha ofrecido una programación «completa, variada y diversa» con representaciones para todo tipo de público, algo en lo que también ha coincidido la consejera de Turismo.
Así, Bazaga ha destacado la «alta calidad» de las obras y la «capacidad de evolucionar, emocionar y sorprender» del certamen, que se estrenaba este año como Bien de Interés Cultural (BIC).

Continuidad de Pentación en el festival
Cimarro no ha desvelado si su productora, Pentación Espectáculos, optará de nuevo a la gestión del certamen y, aunque ha expresado que tiene «que pensarlo», también ha reconocido que su intención es «cerrar un ciclo».
«Tengo que pensarlo, en principio mi intención es cerrar un ciclo, que creo que es el que ha llegado en estos momentos, pero yo siempre digo que todo hay que pensarlo», ha respondido al ser preguntado por la reciente licitación del contrato de gestión del certamen emeritense para los años 2025 y 2026, prorrogables otros dos más.
A preguntas de los periodistas sobre la valoración que hace de las trece ediciones en que ha estado al frente del certamen, ha destacado el modelo de colaboración público-privada desarrollado, algo que «hay que contarlo y ponerlo en valor».
De hecho, ha adelantado que va a escribir un libro sobre este modelo mixto de gestión.
Es un modelo importantísimo el que se ha producido en este festival a lo largo de estos años y creo que es digno de resaltarlo y de reflejarlo» para que quienes se dedican a la gestión cultural puedan conocer ejemplos, ha explicado.

Al margen de ello, ha precisado que el Festival de Mérida recibía 52.000 espectadores cuando él asumió la dirección hace trece años y ahora a casi 180.000, y que frente a las cinco semanas de duración de entonces, ahora se ofrecen dos meses de representaciones y cinco extensiones.
«La evolución ha sido clara y, esté yo o no esté yo en la dirección del festival… corresponde a las istraciones decidir quién tiene que gobernar los próximos años este festival», ha agregado Cimarro tras subrayar que éste es un festival de naturaleza pública.
A su juicio, se han creado los cimientos para que el Festival de Mérida siga creciendo «si se mantienen unas bases sólidas, que yo creo que están ahí».