El restaurante Arzak celebra los 50 años de la primera estrella Michelin. Restaurante Arzak/Sara Santos

El restaurante Arzak celebra los 50 años con estrella Michelin

San Sebastián, (EFE).- El restaurante Arzak, referente de la vanguardia gastronómica internacional, celebra este año el 50 aniversario de su primera estrella Michelin, una distinción que ha mantenido de forma ininterrumpida desde 1974.

Los ingredientes de esta receta de éxito son claros para Elena Arzak: «entrega total» e innovación, aderezados con un toque de «tensión».

Elena Arzak posa en el Basque Culinary Center de San Sebastián tras ofrecer una entrevista a EFE. EFE/Juan Herrero

«Las estrellas Michelin generan mucha tensión, pero el ser humano sin tensión no funciona. A mí me han enseñado a vivir así y es necesario para poder avanzar», afirma en una entrevista con EFE la hija de Juan Mari Arzak, el chef que llevó a la cumbre de la gastronomía el establecimiento del alto de Miracruz de San Sebastián.

Fiesta por los 50 años con estrella

Para rememorar esa primera entrada en la famosa guía gastronómica, a la que siguió una segunda en 1977 y la tercera en 1989, el restaurante organizó recientemente una fiesta en el Aquarium de San Sebastián a la que acudió la familia Arzak al completo, el personal activo del restaurante y el que se jubiló después de la pandemia, explica Elena Arzak.

«Fue muy emocionante», señala Elena Arzak, que recuerda que el restaurante empezó como una casa de comidas sencilla y después su padre empezó a despuntar con otros pioneros de la cocina vasca.

«Cuando le dieron la estrella no se lo podía creer», subraya.

Juan Mari Arzak y su hija Elena en el restaurante, que este año celebra los 50 años de la primera estrella Michelin. EFE/Juan Herrero

«Me alegro sobre todo por la familia y por el personal, que están emocionados igual que nosotros», ha indiciado la mujer que está ahora al frente del restaurante.

Entrega total y absoluta

Para Elena Arzak, el secreto para mantener las estrellas durante medio siglo es «primero, una entrega total y absoluta».

Además es importante «la ilusión», «buscar ideas» porque «lo más peligroso en la cocina es la monotonía», advierte.

Ha reivindicado el trabajo de su madre, Maite Espina, que ha sido una «mujer muy luchadora, muy emprendedora» y que siempre ha apoyado a ella y a su hermana y que, «a la sombra en el restaurante, ha hecho muchísimo».

Elena Arzak mantiene su entusiasmo sobre la profesión y agradece «a todos los que han hecho posible» el éxito, tanto clientes como proveedores y colaboradores.

«La experiencia de los clientes también forma parte de los 50 años», concluye.