Pamplona (EFE).- El Museo Universidad de Navarra celebra este año sus primeros diez años de vida, un periodo de tiempo en el que esta infraestructura cultural ha llegado a convertirse en un referente entre los museos universitarios a nivel internacional.
Hace una década, cuando abrió sus puertas el MUN, sus responsables «éramos nuevos en todo esto» y poco a poco han desarrollado un proyecto que, desde las exposiciones, se ha ido ampliando a las artes escénicas, la música y la didáctica, entre otras muchas actividades, ha explicado a EFE el director del museo, Jaime García del Barrio.
«Fuimos creciendo poco a poco y en el camino hemos ido aprendiendo muchas cosas y hemos ido también conociendo mejor quiénes somos, fruto del diálogo con artistas, básicamente», ha afirmado.
Acompañamiento a los artistas
De esta forma, ha dicho, «nos dimos cuenta de que hacíamos una labor de acompañamiento a los artistas que antes intuíamos pero no la teníamos tan formalizada, y eso es algo singular, apoyar no solo el resultado final, que a veces es en lo que nos fijamos, sino todo ese proceso, cómo investigan, cómo toman decisiones, cómo atraviesan la incertidumbre, el compromiso que tienen con lo espiritual, con lo trascendente, con la verdad».

El Museo, ubicado en el campus de la Universidad de Navarra, en Pamplona, «digamos que ha cambiado mucho en el sentido de que teníamos una idea, teníamos intuiciones y, al ir avanzando también con prueba-error, hemos ido viendo lo que más necesitaba el sector y afinando», ha indicado García del Barrio.
El apellido universitario
En ese sentido, ha apuntado que «ese apellido universitario» le da al museo «un carácter también singular, en el que hemos ido profundizando conforme avanzábamos, porque tampoco había modelos claros» en los que fijarse.
Por un lado, ha explicado, ese carácter universitario hace que el museo tenga un público joven: «El arte a veces interesa un poco menos a los jóvenes, a veces es uno de los retos de otros museos y nosotros tenemos la suerte de tener muchos jóvenes alrededor que te dicen cómo debería ser el museo para que les interese».

«Esa alimentación constante de información, de sus ideas, de sus vivencias, le da un carácter fresco, vivo y dinámico» al museo, ha comentado.
Por otro lado, ha agregado, el ser universitario supone que hay «mucha investigación» en el museo y eso «es algo singular en artes escénicas y en artes plásticas».
Sinergias con la Universidad de Navarra
Con una plantilla de 25 personas de personal propio, el MUN desarrolla una intensa actividad a lo largo del año. «Todos los años hago el propósito de ‘no podemos, ya no estamos en fase de lanzamiento, tenemos que quitar el pie del acelerador, no podemos ir a este ritmo’, pero somos nuestros mayores enemigos porque somos insaciables», ha asegurado García del Barrio.
Para desarrollar esa actividad, el museo aprovecha muchas sinergias con el centro académico al que pertenece: «De alguna manera tenemos 2.000 empleados y somos capaces de atraer a la Universidad para que se implique en esto».

«Yo creo que llegamos porque todo el mundo ve el proyecto como suyo, toda la Universidad lo siente así y todos arrimamos el hombro. Y entonces llegamos a mucho más de lo que llegaría a un museo convencional con 25 empleados», ha manifestado.
La mirada puesta en Latinoamérica
Como retos de futuro, ha señalado que el Museo Universidad de Navarra ha abierto ya dos vías de trabajo hacia Latinoamérica y hacia el mundo árabe, y «ahora yo creo que crecerá bastante en esa parte latina, en esa internacionalización».
Por otro lado, ha indicado, se va a seguir profundizando en primeras exposiciones, programación de artes escénicas, docencia e investigación, además de capitalizar todo el potencial que hay en la Universidad. «Por ahí vamos a poner el foco», ha subrayado.