Fermín Cabanillas |
Sevilla (EFE).- Tenías ganas, y se le notaba, Rigoberta Bandini de echarse a la carretera para iniciar la gira de ‘Jesucrista Superstar Tour’, nombre homónimo al de su último disco, que esta noche ha tenido su apertura en Sevilla.
Eso sí, para abrir la cita sus fans han tenido que derrochar paciencia, porque el concierto estaba anunciado nada más terminar el de Zahara, que se despidió del público poco antes de las 22.45, pero la catalana no se ha asomado al escenario del Icónica Santalucía Sevilla Fest hasta las 00.03 horas de este ya domingo.
Así, se puede decir que la gira ha arrancado en junio, tras algunos pitos de las miles de personas que se han reunido en la Plaza de España sevillana cada vez que se anunciaba por los altavoces lo que iba quedando para comenzar el concierto, porque la información del cambio de hora, decidido por la artista y su equipo, se ha conocido cuando Zahara estaba a punto de iniciar su recital, a las 21.30.
Vintage y en plena forma
Pero cuando Rigoberta ha aparecido en escena, la música ha tomado el mando. Con chaqueta amarilla y botas rojas, ambas de charol, ha planteado un espectáculo con un estilo vintage, con una presentadora simulando un reality en directo, y con ‘Ja ja ja’ como canción elegida para inaugurar la gira, uno de los temas del disco que da título al tour.
Tres canciones le ha durado la chaqueta puesta. La noche en Sevilla no estaba para mangas largas, y ha decidido apartarla para seguir con su repertorio, ante su gente totalmente entregada. El baile de miles a la vez con ‘Perra’ queda para la historia del festival.
‘Simpática pero problemática’, ‘Miami Beach’ o ‘A ver qué pasa’ han ido saliendo de su garganta, refrescando la memoria para sus temas más antiguos o dando cancha a los recién grabados. “Rigoberta somos todos”, ha dicho al hablar de su canción dedicada a Paloma Anderson.

Para ‘Amore Amore Amore’ ha decidido que era el momento de tener más cerca todavía a los que la mantienen en el estrellato, y ha pisado el suelo de la plaza para repartir abrazos y hacerse selfies. Con toda naturalidad, su peluca, que se le estaba cayendo, se ha despedido del concierto.
Y tras 21 canciones, cada una con una fuerza distinta pero todas con el denominador común de ser parte de su vida, se ha llegado a la “despedida”, a ese momento en el que los artistas son reclamados de nuevo en escena, y ha llegado ‘Ay mamá’, quizás su canción bandera.
Tras ‘Centro de gravedad permanente’ ha llegado la despedida de verdad, y ahora queda digerir lo vivido esta noche, tomar aire y seguir la gira, con próxima parada el 6 de junio en el Bizkaia Arena de Bilbao.
Una noche de talento femenino
El festival Icónica Santalucía, que acaba de renovar su acuerdo para estar, como mínimo, hasta 2031, en la Plaza de España sevillana, planteó la noche de este sábado como la de una celebración de la música hecha por mujeres, con personalidad propia y letras que conectan con miles de seguidores, por lo que Zahara fue la que abrió el telón con algo más de una hora de lo mejor de su repertorio.
En esta cita, la de Úbeda ha demostrado que no es casualidad que sea una de las artistas más aclamadas de la escena indie-pop española, con toques originales, como cantar ‘Guerra y paz’ de espaldas al publico, o con el descaro de cantar un tema desde un baño portátil: “Esto no es más grande que mi piso de Madrid, como se entere Ayuso lo alquila por 1.400 como mínimo”, ha dicho.
Su cierre ha sido para entonar ‘Demasiadas canciones’, dedicada precisamente a Rigoberta, antes de despedirse tanto ella como sus tres músicos para tomar rumbo a una nueva cita.