Barcelona (EFE).- El FC Barcelona organizó una actividad de baloncesto en silla de ruedas con jugadores de los equipos de baloncesto masculino, femenino y adaptado para dar visibilidad a este deporte con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora el 3 de diciembre.
Los jugadores del Barça Álex Abrines, Darío Brizuela, Jabari Parker, Oriol Paulí y Joel Parra, y las jugadoras del Barça CBS Lola Pendande, Carolina Guerrero, Angela Bjorklund, Karla Erjavec y Roselis Silva experimentaron en primera persona la dificultad añadida que comporta jugar al baloncesto en silla de ruedas.

«Lo había subestimado un poco. Me lo he pasado bien, pero es difícil moverse de un lado a otro», reconocía a EFE en un descanso Pendande.
Difícil coordinar
Una impresión compartida por Abrines: «La coordinación es muy difícil. Cada dos toques tienes que botar, la pelota se te va muy lejos y no llegas. Los giros son muy complicados».
Esta iniciativa surgió de la colaboración entre la Fundación del FC Barcelona y el equipo de baloncesto en silla de ruedas del Barça, a la que se sumaron rápidamente los jugadores de los equipos masculino y femenino de baloncesto del club, reunidos en la pista del Palau Blaugrana por esta causa.
«Esta es la semana de la discapacidad, nuestra semana. Para nosotros es importante porque damos a conocer este apasionante deporte a personas y jugadores que no lo han visto ni probado», explicó a EFE el entrenador del equipo de baloncesto en silla de ruedas del Barça, Jaume Vilella.

El técnico inició la actividad agradeciendo la colaboración a los participantes y explicando las diferencias en la normativa respecto al baloncesto común, como la ausencia de dobles y la obligación de botar cada dos impulsos para no cometer pasos.
Acto seguido, los jugadores del equipo de baloncesto en silla de ruedas Teo López, Fernando Valderrama, Rafa Benítez, Maria Heras, Alex Conde y Laia Antón explicaron su experiencia personal.
A continuación, los jugadores de los tres conjuntos se mezclaron en dos equipos y disputaron un partido de baloncesto en silla de ruedas en un ambiente distendido. «Me parece muy bien (esta iniciativa). Así podemos conseguir más visibilidad en el baloncesto en silla de ruedas, a ver si más gente nos puede apoyar», comentó Heras en declaraciones a EFE.
«Tienen mucho mérito lo que hacen y hasta que no te pones en su piel no lo entiendes al cien por cien. Desde fuera puedes pensar que tú también podrías hacerlo, pero no sabes botar ni tirar. Es todo diferente. Es algo que notamos ahora y para nosotros sirve como aprendizaje», apostilló Abrines.