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Quito (EFE).- El rescatista ecuatoriano, Patricio Arévalo, tratará de convertirse en el primer policía de Ecuador en conquistar la cima del Everest (8.848 metros sobre el nivel del mar), el pico más alto del mundo, un reto que tratará de realizar junto al periodista deportivo Alberto Astudillo.
El rescatista presentó este martes en una rueda de prensa su objetivo de alcanzar las siete cumbres más altas de los siete continentes, en un evento ante los medios de comunicación donde estuvieron los dos protagonistas.
Rumbo al Everest

Arévalo forma parte del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional del Ecuador, y ya consiguió alcanzar cuatro de las cimas propuestas: Aconcagua (6.961 metros de altitud), en Argentina; el Elbrus (5.642 metros), en Rusia; el Kilimanjaro (5.885 metros), en Tanzania; y Denali (6.190 metros), en Alaska (Estados Unidos).
Según informó el rescatista, la expedición tratará de hacer cumbre durante la primera quincena de mayo en el momento en el que se abra una venta de tiempo favorable.
Previamente, dijo Astudillo, ambos viajarán a Katmandú entre el 4 y el 5 de abril. Luego, comenzarán el proceso de aclimatación durante tres semanas. En ese período, realizarán caminatas desde el campo base, ubicado a unos 5.200 metros sobre el nivel del mar, para adaptarse a la altitud.
La ruta para alcanzar la cima del Everest será por la cara sur del coloso, con el objetivo de evitar las grandes aglomeraciones. Este camino permitirá reducir la congestión de montañistas que intentan llegar a la cumbre del pico más alto del mundo.

Aunque Astudillo ascenderá con un tanque de oxígeno para facilitar la escalada, el rescatista intentará completar el desafío sin oxígeno complementario. El anuncio destaca su determinación de llevar a cabo la gesta en condiciones más exigentes, enfrentando el reto con un mayor nivel de dificultad
La preparación

En cuanto a la preparación para el Everest, los dos montañistas trabajaron durante seis meses en diferentes ejercicios durante cuatro horas diarias en los que se intercalaron carreras de senderismo, natación y entrenamientos en hipoxia (baja concentración de oxígeno).
«A veces entrenaba hasta muy tarde. Hubo ocasiones en que entrenaba muy temprano en la mañana, iba a trabajar, regresaba, entrenaba, iba a un partido de fútbol, regresaba en la noche y terminaba el día tratando de completar el trabajo que nos ponían», explicó Astudillo.
Previamente, dijo Astudillo, ambos viajarán a Katmandú entre el 4 y el 5 de abril. Luego, comenzarán el proceso de aclimatación durante tres semanas. En ese período, realizarán caminatas desde el campo base, ubicado a unos 5.200 metros sobre el nivel del mar, para adaptarse a la altitud.
«Lo más sacrificado ha sido el tiempo. Es muy complicado porque tenemos que trabajar, entrenar, atender a la familia y realizar otros trabajos adicionales.
Yo al menos agradezco infinitamente a la institución policial por haberme dado la apertura para poder entrenar durante estos casi cinco meses», explicó Arévalo.