Washington (EFE).- Las autoridades federales están investigando la utilización en aviones de Boeing de titanio defectuoso cuya procedencia parece haber sido falsificada, según confirmó la istración Federal de Aviación (FAA en inglés) a EFE.
El periódico The New York Times, que informó inicialmente sobre el problema, indicó que el fabricante europeo también habría utilizado titanio cuyo origen se había falsificado.
El medio añadió que, al parecer, un empleado de la empresa china que vendió el titanio habría falsificado los documentos de certificación del origen del metal.
Boeing habría usado titanio de dudosa procedencia
En una declaración a EFE, la FAA señaló que está investigando «el alcance e impacto» del uso del titanio de dudosa procedencia.
«Boeing informó de forma voluntaria a la FAA sobre la adquisición del material a través de un distribuidor que puede haber falsificado sus registros, o proporcionado documentos erróneos», señaló la agencia federal.

«Boeing emitió un boletín explicando las formas en que los proveedores deberían estar alerta ante la potencial falsificación de los documentos», añadió la FAA.
Corrosión en el material
Según The New York Times, la empresa Spirit Aerosystems, que proporciona fuselajes a Boeing y alas a Airbus, detectó que el titanio tenía pequeños agujeros por corrosión.
La empresa informó que está investigando el origen del titanio y que mientras tanto ha retirado dichos componentes para realizar pruebas.
Los aviones afectados por el titanio defectuoso serían Boeing 737 Max, Boeing 787 Dreamliner y Airbus A220 que se produjeron entre 2019 y 2023.

Debieron controlar más a la empresa
El jefe de la istración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, Michael Whitaker, itió este jueves que su organismo debería haber supervisado más de cerca a Boeing, que está en el punto de mira por diversos incidentes en sus aparatos.
«Deberíamos haber tenido una mejor visión de lo que sucedía en Boeing antes del 5 de enero y el enfoque era demasiado no intervencionista y centrado en el papeleo en lugar de en las inspecciones», dijo ante el comité de Comercio del Senado de EE.UU.
Su comparecencia, que no es la primera que tiene en el Congreso, se produjo de nuevo como consecuencia del incidente de ese 5 de enero, día en que un Boeing 737 Max 9 de la flota de Alaska Airlines tuvo que volver a tierra en Oregón al perder en el aire un de la puerta de emergencia.
Whitaker se personó para hablar de la supervisión ejercida por la FAA sobre el fabricante.
Desde lo sucedido, añadió, se ha cambiado la estrategia: «Hemos añadido más inspectores de seguridad para controlar de cerca» y el mayor control incluye inspecciones adicionales en puntos críticos del proceso de producción, dijo.