Un grupo de personas hace cola para entrar en el comedor social de Cáritas en Ourense, en una imagen de archivo. EFE/Brais Lorenzo

La mitad de las personas atendidas por Cáritas tenía trabajo y problemas con la vivienda

Madrid (EFE).- El 50 por ciento de las personas atendidas por Cáritas tiene trabajo, pero también serias dificultades de a la vivienda y al pago de los suministros básicos.

Son datos de la Memoria de actividades de la entidad de la Iglesia en 2023 presentada este miércoles que refleja que el número de personas atendidas en España volvió a estar en niveles similares de 2019, el año anterior a la pandemia (cuando fueron 1,4 millones).

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Un comedor social en Elche (Alicante), en una imagen de archivo. EFE/Pablo Miranzo

En total, Cáritas apoyó a 2,5 millones de personas dentro y fuera del país: 1.327.298 en España y 1.240.382 con los proyectos de cooperación internacional.

Durante 2023, la entidad de la Iglesia invirtió la cifra récord de 486,5 millones de euros -29,3 millones de euros más que el año anterior- en sus diferentes recursos y proyectos.


El 80 % de las ayudas de asistencia son para pagos

En los programas de Acogida y Asistencia, el 80 por ciento de las ayudas que solicitaron las familias estaban relacionados con los pagos de los suministros, de los alquileres, es decir, necesidades básicas.

La memoria expone que la sucesión de crisis económicas y sociales está abocando al 26 % de la ciudadanía a situaciones cada vez más complejas de exclusión social.

La pérdida de la función protectora del trabajo, el encarecimiento de la vivienda o la irregularidad istrativa -una de cada tres personas está en esa situación- impide que buena parte de la población pueda alcanzar unas condiciones de vida digna.

«En 2023 hemos constatado en nuestros servicios de acogida y otros recursos que las personas que acuden a nosotros tienen cada vez mayores dificultades de a derechos. Son personas con un cúmulo de necesidades, con una sensación de agotamiento y desgaste por el esfuerzo continuo en la búsqueda de cómo resolver esas necesidades básicas», ha explicado su secretaria general, Natalia Peiro, en la presentación del balance de actividades.

La realidad de exclusión y pobreza no es coyuntural

«Estos datos demuestran que hacemos falta para procesos de acompañamiento más complejos, más largos y más caros», ha aseverado.

Cáritas aumentó los fondos en programas de Economía Solidaria, con una dotación total de 136,8 millones de euros (21,3 millones más que el año anterior). Con esos recursos se consiguió atender a un 4,9 % más de personas en busca de empleo que en 2022.

«La mejora de la tasa de actividad y la disminución del paro a lo largo de 2023 no se ha traducido en un aumento de la calidad del empleo, sobre todo para las personas en situación de exclusión social. Con una tasa del 11,9 %, España sigue siendo uno de los países de la UE con mayor índice de pobreza laboral debido a la parcialidad, bajos salarios y temporalidad”, ha explicado la secretaria general.

Otros programas

Los otros programas que más recursos utilizaron a lo largo del año pasado fueron los de personas mayores (42,9 millones), personas en situación de sin hogar (41,3 millones), y los de familia, infancia y juventud (28,5 millones), entre otros.

Los distintos proyectos de Cooperación Internacional sumaron una inversión de 25,2 millones de euros; en acción humanitaria destaca, sobre todo, el trabajo realizado en Marruecos, Turquía y Siria a raíz de la emergencia producida por los terremotos que afectaron a los tres países, el apoyo en Tierra Santa, así como la continuidad en el trabajo desarrollado en Ucrania.

Todo ello sin olvidar la situación en otros países con crisis olvidadas como Mozambique, Etiopía o Líbano.