Una refinería, en una imagen de archivo. EFE/Ernesto Mastrascusa

Sudán del Sur busca nuevas vías para exportar petróleo y no depender de un Sudán en guerra

Atem Simon Mabior |

Yuba (EFE).- Sudán del Sur, cuyos ingresos dependen casi exclusivamente de la exportación de petróleo, está en busca de alternativas para vender su ‘oro negro’ a través de países como Yibuti y evitar así la de momento única ruta de exportación que pasa por Sudán, a pesar de las presiones de este país para que continúe usando el oleoducto que ha sufrido daños y cortes durante la guerra en el país vecino.

Las autoridades de Yuba llevan tiempo denunciando presiones de Jartum para que no diversifique sus opciones después de que el país más joven de África firmara recientemente un acuerdo con la empresa China Petroleum Corporation para construir un nuevo oleoducto que conecte con Yibuti, desde donde se exportaría por mar este preciado recurso, esencial para las arcas sursudanesas.

Hasta ahora, la única forma que Sudán del Sur tenía para exportar crudo era a través de un oleoducto que desemboca en el estado sudanés de Port Sudán, a orillas del mar Rojo, pero cuyo bombeo se ha detenido a consecuencia de los daños en la infraestructura causados por la guerra civil que asola Sudán desde abril de 2023.

Presiones y «chantaje»

Desde Yuba, el Gobierno ha denunciado una serie de presiones e incluso «chantaje» por parte de Jartum, que busca recabar todo apoyo posible en su lucha contra el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), al que el Ejército sudanés acusa de haber destruido el oleoducto.

El líder militar sudanés, Abdelfatah al Burhan, visitó la capital sursudanesa la semana pasada con la promesa de que el bombeo se reanudaría en los próximos 14 días después de afirmar que algunas partes del oleoducto habían sido reparadas, un paso destinado a calmar las inquietudes de Yuba.

SUDAN PETROLEO
Chimeneas en una refinería de gas y petróleo. EFE/Robert Ghement.

Sin embargo, en el fondo de la visita estaba tratar de disuadir a Yuba para que no prosiga con la idea de construir una nueva vía para exportar su crudo a través de Yibuti, cuyo ministro de Exteriores, Mohamed Ali Yusef, visitó también Sudán del Sur dos días después del viaje de Al Burhan.

«La construcción de un oleoducto alternativo para el petróleo de Sudán del Sur contribuirá a mejorar las condiciones económicas en los dos países y también conducirá a fortalecer la cooperación conjunta y proporcionar alternativas energéticas», dijo en declaraciones a la prensa Ali Yusef durante su visita a Yuba.

El ministro recordó que este nuevo oleoducto pasaría por Etiopía y desembocaría en el puerto de Yibuti, mientras que garantizó que este proyecto no chocaría con la exportación de petróleo a través de Sudán, aunque insistió en que tener alternativas es siempre la mejor opción.

Proteger los ingresos

El director general del Ministerio de Petróleo de Sudán del Sur, Deng Lula, afirmó a EFE de que el proyecto de oleoducto alternativo es un paso práctico que se da como resultado de los riesgos y daños económicos a los que se ha visto expuesto el país debido a la guerra que se desarrolla actualmente en Sudán.

«No hay ninguna maniobra política en este proyecto», aseguró Lula, que insistió en que Sudán debe poner fin a la guerra para que las cosas vuelvan a la normalidad, mientras que recordó que Sudán del Sur «no puede esperar» debido a la crisis económica que atraviesa el país.

Por su parte, el profesor de la Facultad de Economía y Ciencias Políticas de la Universidad del Alto Nilo, Peter Martin John, dijo a EFE que Yuba debe buscar alternativas, en medio de las creencias en el seno del Gobierno sursudanés de que el Ejército fue quien destruyó el oleoducto para evitar el apoyo de Sudán del Sur a las FAR.

En esta línea, el analista político Yuasa Benjemin consideró que la visita de Al Burhan es una «confirmación» de que las Fuerzas Armadas estuvieron en gran medida implicadas en los ataques contra el oleoducto, una acción que también tuvo el objetivo de atar el destino económico de Yuba al de Jartum.

«Debemos continuar construyendo la línea alternativa como un paso hacia la independencia económica de Sudán», sentenció el académico.