Toronto (Canadá) (EFE).- Las principales empresas de comunicación de Canadá anunciaron este viernes que presentaron una demanda contra OpenAI por utilizar sus contenidos sin autorización para mejorar su modelo de inteligencia artificial ChatGPT.
La demanda la presentaron Torstar, Postmedia, The Globe and Mail, The Canadian Press y CBC/Radio-Canada.
Las cinco empresas señalaron en un comunicado que «de forma regular, OpenAI viola los derechos de autor y las condiciones de uso en línea al recopilar grandes cantidades de contenidos de los medios canadienses para ayudar a desarrollar sus productos, como ChatGPT».
«OpenAI está haciendo dinero y beneficiándose del uso de este contenido sin obtener el permiso o compensar a los propietarios del contenido», añadieron.
La demanda, presentada el jueves en los tribunales canadienses, indica que OpenAI se ha «enriquecido de forma injusta» a costa de los medios de comunicación y que los contenidos «obtenidos ilícitamente» por la empresa son «el producto de grandes cantidades de tiempo, esfuerzo y coste» por parte de los medios de comunicación y sus periodistas.
Las compañías canadienses solicitan a los tribunales que impidan a OpenAI seguir utilizando sus contenidos y que les compense económicamente.
OpenAI ante varias demandas de medios y autores por derechos
Hace diez días la agencia de noticias ANI, uno de los mayores proveedores de contenido informativo de la India, interpuso una demanda en un tribunal de Nueva Delhi contra OpenAI por el uso de su contenido.
ANI aseguró que su contenido de noticias está siendo «explotado con fines comerciales» por OpenAI, durante la audiencia en la Alta Corte de Delhi, según recogía entonces el sitio especializado en información judicial indio Live Law.
De acuerdo con la agencia de noticias india, el ChatGPT utiliza el contenido de ANI para entrenar el modelo de lenguaje de OpenAI, que permite al chatbot proporcionar respuestas a las consultas de los s.
Desde que se popularizó ChatGPT, a finales de 2022, varios escritores y artistas visuales han denunciado a la compañía por no respetar sus derechos de autor.
En febrero de 2024, la actriz Sarah Silverman y un grupo de autores vieron desestimada una querella por infracción de derechos de autor que entablaron contra OpenAI al no logar demostrar similitud entre la producción hecha por ChatGPT y los libros escritos por los querellantes.