Imagen de una protesta vecinal desarrollada en febrero de 2019 en Las Palmas de Gran Canaria en la que los colectivos Barrio para Vivir, Ecologistas en Acción y Plataforma Canarias para un Territorio Sostenible escenificaron en la avenida de Las Canteras la muerte del barrio de Guanarteme por la proliferación de viviendas destinadas al alquiler vacacional ante la falta de regulación de esta actividad. EFE/Ángel Medina G.

Un informe de la Universidad de las Hespérides insta a Canarias a construir miles de viviendas al año para que su precio baje

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El economista Daniel Fernández defiende en un informe para la Universidad de las Hespérides que el precio de la vivienda en Canarias no bajará hasta que esta comunidad vuelva a construir varios miles al año, como hizo el 1996 y 1997.

En un estudio sobre turismo y vivienda en las islas, Fernández, profesor de Economía y Finanzas en esta universidad privada con sede en Las Palmas de Gran Canaria, sostiene además que restringir el alquiler vacacional no resolverá la crisis habitacional que se registra en el archipiélago.

Una crisis que relaciona con el déficit estructural de vivienda que existe en la región desde 1991, por el que hay más residentes que recursos habitacionales, una carencia que asegura que no ha causado la irrupción en el mercado de la vivienda vacacional, tal y como defienden los colectivos sociales y vecinales que han promovido protestas en las islas contra la turistificación de sus barrios, que entienden que ha propiciado esta nueva modalidad vacacional.

Para Fernández, el proyecto de ley que regulará la modalidad del alquiler vacacional en Canarias que se votará en breve el Parlamento autonómico responde a una «perfecta política grouchomarxista», que ha definido como «el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados».

El vicerrector de esta entidad académica, Gonzalo Melián, ha considerado que la futura ley afectará «a la democratización del turismo que han propiciado los avances tecnológicos», gracias a los que «muchísimos pequeños ahorradores de las islas» han podido participar en este motor de la economía canaria, que ha dejado así de estar en manos de unos pocos inversores, como ocurría históricamente, ha subrayado.

Este estudio, elaborado con datos de 57 de los 88 municipios canarios elaborados a partir de publicaciones del Istac, el INE, el Ministerio de la Vivienda, el portal inmobiliario Idealista y el plan de ordenación urbana de Las Palmas de Gran Canaria, entre otras fuentes, asegura que la solución para equilibrar oferta y demanda pasa por «agilizar la construcción -que ha aumentado un 0,7 % entre 2020 y 2023- y aumentar la disponibilidad de suelo apto para edificar».

Además, cree necesario «incrementar las densidades de viviendas en los núcleos urbanos más poblados, en lugar de limitar la actividad turística».

Ante un escenario de déficit habitacional de 7.000 viviendas al año, como se afirma en el preámbulo de la futura ley que regulará el alquiler vacacional en las islas, «restringir la demanda -limitando esta modalidad turística- es la peor solución», sostiene Fernández, quien estima que en Canarias «el turismo se está usando como una buena cabeza de turco».

Para Gonzálo Melián, «resulta sorprendente» que una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria pretenda que se la declare como zona residencial tensionada cuando es esa misma istración local, ha recalcado, «la que impide, con su plan general de ordenación, transformar un 40 % de su suelo» para permitir «que se hagan más viviendas», cuando «sí se puede, porque se pudo hacer, como ha demostrado en el pasado el sector de la construcción de Canarias», ha apostillado Fernández.

El economista asegura que «los lugares donde quieren residir los canarios y adonde van los turistas son diferentes», como confirma el hecho de que «solo dos de los diez mayores municipios de Canarias tienen una intensidad relativamente alta de la vivienda vacacional», cuya presencia en Las Palmas de Gran Canaria representa «entre un 1,5 y 1,6 %» del parqué total, mientras que en otros municipios llega al 20 o 25 %, «si bien es cierto que gran parte fue concebida originalmente en suelo turístico».

«Los fríos datos nos dicen que no ha habido un trasvase masivo -de uso residencial a vacacional- allí donde más hace falta vivienda para los residentes canarios. Para dar salida al déficit habitacional que nos comenta el propio legislador hace falta construir el triple de lo que se construye ahora», ha apostillado el autor de este informe. EFE