El presidente de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), Santos Gracia. EFE/ Ballesteros

El presidente de Funiber pide «mayor sinergia» público-privada en la cooperación exterior

Madrid (EFE).- El presidente de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), Santos Gracia, ha pedido «mayor sinergia» entre las istraciones públicas y la iniciativa privada para llegar «muchísimo más lejos» en las acciones educativas y culturales que proyectan la imagen y la realidad de España en el exterior, especialmente en los países que componen la llamada Iberofonía.

En una entrevista con EFE, el máximo responsable de esta red universitaria española que está presente en Europa, América y África, ha considerado que la colaboración entre lo público y lo privado, sobre todo en el ámbito cultural, «podría mejorar muchísimo».

¿Qué es la Fundación Universitaria Iberoamericana, FUNIBER, si tuviera que explicárselo a un alumno que está ahora mismo tratando de decidir en qué universidad se matricula?

Para cualquier persona se puede explicar en el fondo qué es FUNIBER. Se crea a finales de los años 90 y su objetivo es que la educación superior llegue a cualquier lugar. El objetivo es democratizar el a la educación superior, que no haya una barrera de por motivos económicos o de distancia. Y esto ha sido nuestra alma de movimiento, de creación.

¿Dónde? En el espacio natural nuestro, que es el espacio del conjunto de los países de la iberofonía, el conjunto de países de lengua española y portuguesa, tanto en Europa, en América, como en África. Es decir, no nos tenemos que olvidar de África, que es un gran espacio donde nos movemos.

¿Qué es lo que hace FUNIBER? Por un lado, fortalece lo que es la educación a distancia, sobre todo a nivel de posgrado, de tal manera que tengan las mismas oportunidades un hispano de los Estados Unidos o una persona que está en Madrid, una persona que está en un pueblecito en Nicaragua o en un pueblo en el corazón de Angola. Lo que hacemos es que todos ellos, además, estudian conjuntamente. Es decir, estamos hablando del espacio globalde formación iberoamericano, y podríamos decir iberoafricano, donde esos estudiantes, en función de su capacidad económica, van a pagar una cantidad u otra, pero todos ellos van a tener la misma calidad, el mismo profesorado y sobre todo, van a interaccionar entre ellos.

Y la democratización del a la educación superior no es únicamente desde el punto de vista del alumnado. Cuando a finales de los años 90 comienza Internet había un riesgo, que hoy es latente, que era la invasión cultural de unos países sobre otros, la invasión del relato de unos países a otros. Entonces nosotros lo que quisimos fue contribuir a que la elaboración de los programas académicos no fuese únicamente de un país que invade culturalmente o educativamente a otros, sino de nuestro espacio natural. Que desde la creación de los programas y la impartición de los mismos pueda haber los mejores profesores de todo este conjunto de países.

En definitiva, nos podemos imaginar un estudiante español que estudia a través de nuestra universidad, que es la Universidad Europea del Atlántico, aquí en España, pero su profesorado es español, colombiano, mexicano o argentino. Y lo mismo podemos hablar de un estudiante nicaragüense que va a tener profesores de Nicaragua, pero también de España, de Chile, de Guatemala.

¿Cuál era nuestro gran activo? Pues ese espacio global que hemos ido creando, que engloba a 860 millones de habitantes en el mundo, sin excepciones geográficas.

FUNIBER ha querido potenciar eso desde el punto de vista de la integración educativa. Luego también fomentar la integración cultural y la integración económica, a través de ir creando todo un conjunto de sinergias entre todos nuestros países hermanos.

El presidente de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), Santos Gracia
El presidente de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), Santos Gracia. EFE/ Ballesteros

Próximamente, la Fundación inaugurará una nueva universidad en el espacio iberoamericano, en República Dominicana. Cuéntenos cómo ha surgido el proyecto, en qué fase está.

Aparte de lo que he comentado antes sobre esa integración, sobre todo en la educación a distancia de posgrado, hemos generado también una red de educación presencial a nivel del grado, a nivel de licenciatura, donde se han creado durante la última década tres universidades: la Universidad Europea del Atlántico (en Cantabria, España), la Universidad Internacional Do Cuanza en Angola y ahora cerramos ese triángulo con la Universidad de La Romana en la República Dominicana.

Próxima inauguración en República Dominicana

¿Cuál es el triángulo? Conseguir dentro de este espacio global de la iberofonía que un señor pueda estudiar en Angola y pueda concluir en la República Dominicana o pueda concluir en España; que sean los planes de estudio, digamos, al 99% iguales; que generemos la movilidad estudiantil, y la movilidad de profesorado entre África, América y Europa.

Y al cerrar este proyecto en la Universidad de La Romana vamos a poder conseguir que estudiantes de Honduras o de Colombia puedan hacer los dos primeros años en la República Dominicana y, si lo desean, concluir esos estudios aquí en España y ser estudiantes, auténticamente, iberoamericanos.

Un estudiante, por ejemplo, de la universidad en República Dominicana ¿se titula con un título español o dominicano pero reconocido en España?

No, el proceso es el siguiente. La universidad española está bajo el sistema de educación superior de España, y la universidad de la República Dominicana está bajo el sistema dominicano, es una universidad oficial de la República Dominicana.

Aquellos estudiantes que deseen tener una doble titulación, pues cursarán parte de los estudios en la República Dominicana y parte de los estudios en España; es la única manera de poder tener esa doble titulación. Eso sería desde el punto de vista normativo. Un alumno podría hacer todos los estudios en la universidad de la República Dominicana y luego ir por el proceso de homologación y titulaciones aquí en España, lo que tampoco sería algo anormal, ya que tenemos muchos profesionales dominicanos.

Pero nuestro proyecto va un poquitín más allá, que es crear una visión internacional desde que comienzan a estudiar. Es decir, no tengo la necesidad de estudiar únicamente una carrera en este país. Puedo estar en una red universitaria donde tengo facilidad de movimiento de un campus a otro. Obviamente, un campus está bajo el sistema dominicano y otro estará bajo el sistema, la normativa, española y europea. Y eso tiene que ser así.

Pero incluso otro salto es que yo puedo ser de otro país que no sea dominicano, y puedo ser un estudiante centroamericano, un estudiante venezolano, que quiere entrar en esta, digamos, calidad y visión internacional universitaria, ayudar a ese espacio de formación Iberoamericano, de integración. Y voy a ser un profesional del mundo. Voy a ser un profesional que conozco la realidad española, la realidad europea y conozco también la realidad de América.

Usted es doctor ingeniero industrial y en el origen de su creación está una herramienta que hoy es algo ya completamente generalizado e imprescindible como Internet. ¿Cuéntenos cómo fue su idea?¿Por qué decidió aplicarla a la educación y en qué consistió, digamos, la innovación?

Bueno, hay que ponerse a finales de los años 90, porque hoy innovación ya no sería, hay que ponerlo en el contexto de esa época. Primero, hablar de educación virtual a finales de los años 90 podía ser hasta un pecado. Nosotros vimos que era una herramienta útil y a la vez peligrosa. Peligrosa, lo estamos viendo ahora, cómo se distorsiona hasta la información. Llevado a la educación, puede distorsionarla y enfocarla hacia un lado o hacia otro.

La enseñanza virtual no es de segundo nivel

Nosotros vimos la necesidad de utilizar Internet, que iba a ser una herramienta muy eficaz para la educación, para que llegue a cualquier lugar y, sobre todo, para cumplir una función social.

Fue trabajar conjuntamente entre todo un equipo de personas -nadie crea nada por sí solo- a través de herramientas de tecnología educativa, de campos virtuales.

Hay que remontarse a finales de los años 90, e ir a predicar, ir a convencer a sistemas universitarios, básicamente de países iberoamericanos, que esto era una herramienta de cooperación y de integración, no una herramienta de invasión cultural ni una educación de segundo nivel. El covid ha demostrado que esto no es segundo nivel. Habrá educación presencial mala y educación a distancia mala, y habrá educación presencial buena y educación a distancia buena también.

Yo creo que la educación presencial va a existir siempre y que la educación a distancia ha venido para quedarse también. Y una cosa no va reñida con la otra.

Fue un trabajo en equipo, un trabajo de personas de distintas universidades, todos creyendo en esta filosofía.

Que nace, no lo hemos dicho, en Barcelona.

Bueno, nace en un conjunto de profesores universitarios, y el origen de FUNIBER es en Barcelona. Desde el origen, nuestro plan es trabajar conjuntamente en lengua española y en lengua portuguesa, desde un sentido totalmente iberófono del proyecto.

Imagen de archivo de estudiantes en una clase de universidad. EFE/Mariscal

O sea, es una falsa disyuntiva: lo presencial y lo ‘online’ son dos técnicas, dos maneras de entender la educación que van a seguir conviviendo. Pero ¿en qué porcentaje?, ¿Fifty fifty?, ¿Cómo ve el futuro de esa combinación?

Mi opinión es que a la hora de estudiar una licenciatura o primero de universidad, pues es mucho mejor que una persona de 18 años lo haga de forma presencial. ¿Por qué? No es porque vaya a adquirir más o menos conocimientos, sino porque también tenemos que formar personas, saber convivir, saber trabajar en grupo, estar en esa relación. Eso hablando en el
ámbito de la licenciatura o del grado universitario.

Eso no quita para que haya personas de esa edad que, por motivos de distancia, motivos laborales, no puedan estudiar. Entonces la educación a distancia siempre les va a suponer una solución sin ningún menoscabo. Pero, obviamente, para formar a la persona en esa edad, es muchísimo mejor la forma presencial.

Otro momento es cuando hablamos de posgrado. Se cursan en menos universidades y sobre temas especializados. ¿Qué estaba pasando antes con los posgrados presenciales? Que la gente acababa migrando a las grandes ciudades y había, en cierta manera, un vacío de materia gris en ciudades pequeñas. Si yo vengo a hacer el posgrado a Madrid, luego ya me quedo
trabajando en Madrid. Es más probable, porque hago las prácticas e inicio mi vida aquí.

Entonces, la educación a distancia lo que ha conseguido es que yo pueda alcanzar altos niveles de especialización sin necesidad de abandonar mi hogar, de abandonar mi ciudad, y a la vez hacerlo más accesible económicamente. Ha hecho posible democratizar el .

En estos momentos, en la enseñanza de posgrado, cada vez hay más tendencia a la educación a distancia, porque le permite a una persona trabajar y a la vez estar estudiando. Y, si le unimos la necesidad de una visión muchísimo más internacional, más amplia, me permite estar con estudiantes de distintos países, de distintas realidades, en un ámbito cultural como
es el caso nuestro.

Sí que va a haber enseñanza de posgrado mixta, la hay. Es decir, eso ha venido para quedarse.

FUNIBER combina lo mejor de la educación a distancia con lo mejor de la presencial. Esa convivencia da una riqueza, fortalece la educación presencial y fortalece la educación a distancia. Y lo estamos viendo en estos momentos, los programas presenciales aprovechan todas las bondades de creación de contenidos y recursos didácticos que tiene la educación a distancia.

El modelo de FUNIBER es único en el sentido de que se apoya en tres continentes: España-Europa, Iberoamérica y África. ¿Por qué África?

Por muchas razones, pero, ahora que está de moda el tema de la migración, si nosotros queremos acabar con la terrible situación de las personas que vienen en pateras, lo único que podemos hacer es contribuir al conocimiento de esos países.

Durante muchísimos años se ha basado en dar becas para que vinieran a países europeos y no retornaba nadie. Es decir, estábamos robando a futuros líderes o personas de gran capacidad.

El integrar África bajo nuestra premisa nos permite formar a profesionales a nivel de posgrado y, a nivel de licenciatura, como es nuestra universidad presencial en Angola, in situ, que puedan estudiar en el país, que tengan esas oportunidades que pudieran tener en España, pero directamente en la universidad presencial en Angola. Con lo cual cualquier empresa que se vaya a instalar en cualquiera de esos países africanos, va a tener personas formadas. A través de nuestro programa de becas, adaptamos los costes a la realidad socioeconómica. Necesitamos acabar con este problema humanitario invirtiendo en cooperación, generando las capacidades en el lugar.

En FUNIBER estamos hablando del espacio de la Iberofonía. La Iberofonía no es únicamente los países iberoamericanos, son también los iberoafricanos. Hay una gran realidad que es Angola, Mozambique, Cabo Verde, la propia Guinea Ecuatorial, Santo Tomé … todos estos países africanos están en nuestro ámbito cultural.

Mis hijos llevan sangre venezolana, porque mi esposa es venezolana, pero estoy seguro de que tienen sangre angoleña porque los venezolanos son una mezcla natural entre españoles o europeos, indígenas y africanos. Es decir, no, no es algo que esté alejado de nuestro ámbito cultural, debido a esa mezcla, por ese gran mestizaje que ha sido siempre la civilización hispánica.

Pero, por otro lado, la existencia de ese conocimiento natural que tenemos entre el español y el portugués, esa intercomprensión entre ambos idiomas, no podemos dejar de lado a estos países africanos (lusófonos), obviamente incluyendo a Guinea Ecuatorial. Para ellos es un honor y también es una riqueza para nosotros, para nuestro alumnado.

El presidente de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), Santos Gracia. EFE/ Ballesteros

Se ha dicho que uno de los problemas que existen en el ámbito universitario español es la debilidad de la relación entre la universidad y el mundo de la empresa. ¿Cómo aborda FUNIBER la cuestión del emprendimiento, de la preparación y de la
capacitación para montar negocios y la relación con la innovación y la empresa?

Desde FUNIBER, en colaboración con el Gobierno de Cantabria, se ha creado una fundación que se llama FIDBAN, donde estamos uniendo inversores y proyectos emprendedores, pero dentro de un ámbito también iberófono.

Normalmente, para los emprendedores, la referencia ha sido Estados Unidos, pero, si estamoshablando de integración educativa, integración cultural, ¿por qué no también integración económica?

Lo que hemos creado es que un emprendedor español que sale de nuestra universidad o que sale de cualquier universidad española pueda presentar un proyecto. Lo van a ver empresarios, inversores españoles y, a través de la red de FUNIBER, lo van a ver inversores mexicanos, inversores chilenos, inversores brasileños. Y lo mismo un proyecto emprendedor brasileño, lo van a ver inversores de Brasil, inversores españoles, inversores mexicanos.

La integración no es únicamente educativa y cultural, es una integración económica, fomentando la cultura emprendedora en el sistema universitario, pero no pensando que para emprender tengo que ir únicamente a San Francisco.

¿Y cómo lo hacemos en nuestra red universitaria? La asignatura de emprendimiento es transversal a todas las carreras. El emprendedor no tiene que ser alguien de Tecnología, el emprendedor puede ser alguien de Enfermería, puede ser alguien de Lenguas.

A propósito del equilibrio entre humanidades y ciencias en las asignaturas y en la formación de las universidades de la red. ¿Ponen el énfasis más en una rama que en otra, o en ambas?

En el mundo en el que estamos en estos momentos, si no conseguimos que haya una formación de calidad en humanidades, vamos a tener una sociedad altamente manipulable en la información, en la historia, en las relaciones sociales y sin capacidad de interpretación.

Hacer de las humanidades algo transversal a cualquier carrera, sea de ciencias o sea, puramente, de humanidades. Tenemos que seguir fortaleciendo el conocimiento de las humanidades, aunque muchas veces cuando hablas de Internet uno piensa que es únicamente el área tecnológica, no algo que te puede dar formación en salud, formación en historia, formación en filosofía, y hacer que esos estudios lleguen a cualquier lugar.

Con todo lo que está ocurriendo, el modelo de enseñanza que usted creó ¿tiene más o menos razón de ser? ¿Piensa usted que está ganando o perdiendo justificación?

Tiene muchísima más razón de ser. De hecho, con el covid para nosotros fue como decir ‘aquello que veníamos diciendo ha pasado a quedarse como una realidad’.

Todos nuestros alumnos, todas nuestras poblaciones tienen que tener un conocimiento y no conformarse con el mensaje muy teledirigido, en el que nos quedamos con la anécdota y perdemos la categoría de lo que hay detrás. En el momento actual de desinformación esto es muy importante.

Si nosotros somos capaces, cuando estudiamos, de convivir con personas de otros países, no hablo únicamente de un tema presencial, que sería para una minoría, sino también en la educación a distancia internacional, veríamos claramente que las diferencias entre las personas son nulas. Es una cuestión de oportunidades.

Cuanto más amplia hagamos esa formación, más ciudadanos del mundo haremos y más ignorancia iremos eliminando.

Estudiantes en el Centro de Arte Complutense de Madrid. EFE/ J.J. Guillén

Este objetivo y esta mentalidad ¿los comparten las autoridades en sus distintos niveles-autonómico, nacional, europeo? ¿Apoyan el propósito de FUNIBER? ¿Se siente usted arropado?

Yo lo que le puedo decir a este respecto es que nosotros apoyamos como Fundación española todas las iniciativas de llevar la cultura y la educación española al mundo. Es conocida nuestra obra cultural, y que hacemos una gran cooperación con todas las embajadas de España. Le puedo hablar maravillas de nuestro cuerpo diplomático, del trabajo que hacemos conjuntamente para llevar exposiciones de Dalí, exposiciones de Miró, exposiciones de Picasso. Dentro de la parte de integración cultural nuestra, yo creo que esa sinergia se podría mejorar muchísimo.

Nosotros tenemos que comenzar a pensar que la representación de las actividades de España en el exterior no es únicamente una cuestión que haga el Estado. Es una labor que hacemos todos. Al fin y al cabo, una fundación española no paga impuestos porque esos impuestos los revierte en su actividad. Y una fundación internacional como la nuestra no deja de ser una embajada de España en todas esas 35 sedes que nosotros tenemos.

Entonces, tendríamos que lograr una mayor sinergia y yo creo que, si lo hiciésemos, llegaríamos muchísimo más lejos en actividades, que es difundir lo nuestro. Hay mucho trayecto, mucho trabajo por hacer, trabajo a nivel europeo también.

Ustedes participan en proyectos europeos importantes.

Hay proyectos que tenemos con la Unión Europea, como tenemos con todas las entidades en España que están en el ámbito de la educación.

Por fin ha llegado una visión europea de cooperación hacia África. Europa se había olvidado de África. África ha ido siendo ocupada por esa, digamos, diplomacia China. Pero ahora Europa está comenzando a darse cuenta de que África existe, que no es únicamente un tema de extracción de materiales, de petróleo y de minería, sino que tenemos que aportar seriamente, haciendo proyectos in situ.

Entonces, lo que le he dicho anteriormente lo añado respecto al proyecto europeo, es decir, yo creo que desde la Comisión Europea tendrían que fijarse más en las fundaciones europeas -FUNIBER es una fundación española, pero no deja de ser también europea- y trabajar más sobre el terreno, como estamos haciendo ahora en Angola.

Ellos mismos están viendo, primero, que es infinitamente más económico trabajar con una institución que ya está en el país. Dos, conocimiento del medio. Y tres, control, porque ese control lo hace sobre esa fundación europea que está en el país, pero a la que que se le puede exigir en Europa.

Hay mucho trayecto y mucho camino por realizar. No se trata únicamente de que la cooperación venga por el trabajo de las entidades públicas, sino de la sinergia entre entidades públicas, entidades de interés público -que somos las fundaciones- y también las instituciones privadas. Uniendo esos esfuerzos se pueden hacer muchísimas más cosas.