Madrid (EFE).- Luis Argüello, actual arzobispo de Valladolid, ha sido elegido este martes nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en sustitución del cardenal Juan José Omella.
Según ha informado la CEE, su elección ha tenido lugar en primera votación por mayoría absoluta (48 votos) de los obispos con derecho a voto (78 en total) reunidos en la Asamblea Plenaria.
Argüello será el presidente de la CEE los próximos cuatro años, durante los que deberá hacer frente, entre otros, al reto de la puesta en marcha del plan de reparación integral de víctimas de abusos.
Los retos
Argüello, de 70 años y natural de Meneses de Campos (Palencia), vuelve así a la CEE, donde ya ejerció como secretario general entre los años 2018 y 2022.

En la votación de sondeo que tuvo lugar la tarde de este lunes, el arzobispo de Valladolid ya despuntó entre el resto de los candidatos al conseguir 32 apoyos. A él le siguió el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, con 13 votos, y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz con 10.
El nuevo presidente de la CEE tiene por delante el reto de hacer frente a los casos de abusos en la Iglesia y, en concreto, deberá pilotar la puesta en marcha del plan de reparación integral de víctimas de abusos.
Con fama de dialogante
Luis Argüello es en la actualidad arzobispo de Valladolid, cargo que ostenta desde su nombramiento en junio de 2022. Anteriormente, en 2016, el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de esa misma diócesis.
Licenciado en Derecho Civil, fue ordenado sacerdote en 1986 para la Archidiócesis de Valladolid, y ese mismo año fue destinado como formador al Seminario Mayor de Valladolid, del que fue rector.
Fue el primer presidente del movimiento Justicia y Paz en Valladolid y vicario episcopal de la ciudad. Dos años después de ser ungido obispo auxiliar de Valladolid, fue elegido secretario general de la CEE, en noviembre de 2018.
Llegó con fama de dialogante y cercano desde Valladolid, donde en los años de la transición no era raro verlo figurar en asambleas, manifestaciones o reivindicaciones de mejoras laborales de los trabajadores.
Durante su etapa como secretario general de la CEE no ha sido protagonista de grandes controversias y su mandato ha estado caracterizado por la búsqueda de consensos con el Gobierno, a pesar de los grandes desacuerdos en asuntos como la legislación educativa o el aborto.
José Cobo, arzobispo de Madrid, elegido vicepresidente
Por su parte, José Cobo, cardenal arzobispo de Madrid, ha sido elegido vicepresidente en sustitución de Carlos Osoro.
Según ha informado la CEE, Cobo ha contado con 39 votos de los obispos reunidos en la Asamblea Plenaria y ha sido elegido en segunda votación.
Cobo, de 58 años y natural de Jaén, fue nombrado en junio de 2023 arzobispo de Madrid, en sustitución de Carlos Osoro, y creado cardenal en septiembre de ese año.

El nuevo vicepresidente de la CEE es en la actualidad cardenal arzobispo de Madrid, cargo que ostenta desde 2023 y, como tal, en la CEE es miembro de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente desde el mes de julio. Antes de ser nombrado arzobispo, fue obispo auxiliar de Madrid, desde 2017.
Ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral social y promoción humana desde marzo de 2020, aunque ya pertenecía a esta comisión, antes denominada de Pastoral Social, desde abril 2018.
Argüello saluda a las víctimas de abusos
Minutos después de ser elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello ha salido a la calle a saludar a representantes de las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia que se encuentran concentradas a las puertas de esta institución, con quienes ha acordado mantener algún encuentro en el futuro.
Acompañado del recién elegido vicepresidente de la CEE, el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, Argüello ha tenido un breve encuentro con el grupo de personas que desde primera hora de esta mañana aguardaban a las puertas de la CEE en protesta por la repuesta que la Iglesia está dando a los casos de pederastia.

Según ha detallado Cobo en declaraciones a los medios, el sentido de este gesto es «recoger la protesta» de quienes están a las puertas de la CEE y continuar en la línea en la que durante estos años trabaja la Iglesia española.
«Creo que nos hemos esforzado y estamos todavía en ello, en todo lo que significa la transparencia, el cambiar nuestra cultura y tener una voz de esperanza, poniendo la centralidad en la víctima, no tanto en los números ni en los datos, sino la centralidad de cada víctima y la escucha de cada víctima», ha dicho Cobo.
Ambos dirigentes de la CEE han escuchado a los representantes de las asociaciones de víctimas y han acordado «seguir quedando con ellos, como con todas las asociaciones, para que haya un diálogo fluido», además de seguir trabajando en los protocolos.