Madrid (EFE).- Pese a que Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, finalmente no ha tenido que sentarse frente a la jueza que le investiga, su visita a los juzgados se ha alargado más de lo previsto: no ha salido hasta al menos cuatro horas después y ha tratado a toda costa de evitar a la prensa.
Este empresario estaba citado este lunes a las 10:00 horas ante el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid como investigado por defraudar supuestamente 350.951 euros a Hacienda entre 2020 y 2021, unos hechos que, en un primer momento, estuvo dispuesto a reconocer para llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
Las dificultades encontradas por la jueza para tomar declaración a los otros investigados en esta causa ha hecho que haya optado por aplazar al próximo 24 de junio todas las declaraciones, también la de González Amador, una decisión que se conocía en torno a las 11 de la mañana.
Intentó pasar desapercibido
Con el pelo muy corto y una apariencia algo diferente a sus últimas imágenes, el empresario ha salido a esa hora de la sala del juzgado acompañado de uno de sus abogados y se ha alejado de los periodistas que le esperaban en el pasillo.
Poco después, varios testigos han afirmado haberle visto con una peluca en la mano. Preguntada por EFE, su defensa no ha querido confirmarlo y ha dudado de este extremo.
Aunque se esperaba que su salida fuese inminente, la presencia de González Amador en los madrileños juzgados de Plaza de Castilla se ha alargado hasta casi las 14:00 horas, cuando ha salido acompañado de una abogada de su equipo de defensa, con un móvil en una oreja y la mano intentando taparse la cara para evitar ser captado por las cámaras que le estaban esperando.
Lo ha hecho por el de atrás, el de los juzgados de primera instancia situados en la calle Poeta Joan Maragall, donde aguardaban una decena de periodistas del casi medio centenar de medios que han cubierto la jornada, situados en las tres puertas de la popular sede judicial.
No ha hecho declaraciones a los periodistas a su salida y se ha subido rápidamente en el taxi que le esperaba tras abandonar la sede judicial horas después que sus abogados, que lo han hecho por separado.
La declaración se aplaza
Tras este particular paso por los juzgados, no será hasta el próximo 24 de junio cuando se conocerá su versión ante la jueza que le investiga por dos presuntos delitos fiscales y uno de falsedad documental.
Antes que eso, este mismo viernes, está citado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid para ratificar la querella que presentó por supuesta revelación de secretos contra dos fiscales de Madrid con relación a un comunicado del Ministerio Público en el que aclaraba su oferta de conformidad al fiscal en este proceso.
A la declaración de este lunes ha acudido el diputado autonómico de Más Madrid -acusación en el caso-, Hugo Martínez Abarca, quien ha visto un «ejercicio de escapismo» y una «surrealista escena» protagonizada por González Amador, a quien ha acusado de enmarañar y dilatar el procedimiento.
El parlamentario ha explicado ante los medios que aparentemente la intención del empresario es llegar a un acuerdo, si bien ha opinado que eso implicaría reconocer los supuesto delitos y, por tanto, desmentir «todo lo que ha dicho Ayuso».
La investigación
El pasado 5 de marzo la Fiscalía presentó una denuncia en los juzgados contra González Amador y otros cuatro empresarios al detectar unos movimientos sospechosos de las sociedades de la pareja de Díaz Ayuso -que vio en esta causa una campaña en su contra-, por su enriquecimiento durante la pandemia de la covid-19.
El juzgado la itió a trámite y luego la magistrada apreció «la posible existencia de indicios» de dos delitos contra Hacienda por defraudar supuestamente 350.951 euros entre 2020 y 2021 y de otro de falsedad documental por facturas que no se correspondían con los servicios prestados, presuntamente aportadas para reducir la cuota tributaria a pagar.
La investigación de la Fiscalía, que ahora dirige la magistrada y que tiene como origen un informe previo de la Agencia Tributaria sobre la empresa Maxwell Cremona, de la que González Amador era único, apunta también a que los otros cuatro imputados habrían colaborado girando facturas.
La opción de llegar a un acuerdo
El novio de la presidenta regional madrileña se mostró en un primer momento dispuesto a reconocer estos hechos a cambio de llegar a un acuerdo con la Fiscalía por el que se redujese su eventual condena tras el pago de una multa, según las conversaciones entabladas por su abogado, Carlos Neira, y el fiscal.
El 2 de febrero, el letrado envío a la Fiscalía un documento de ocho páginas titulado «propuesta de conformidad penal» en el que comunicaba que la pareja de Díaz Ayuso «acepta íntegramente» la comisión de dos delitos y proponía aceptar una pena de ocho meses de prisión y abonar unos 525.000 euros.
Poco más de un mes después y ante informaciones que apuntaban a que el pacto lo había ofrecido el fiscal y no González Amador, la Fiscalía de Madrid emitió un comunicado con «aclaraciones» sobre el caso.
Ese comunicado acabó desembocando en otra causa penal, en la que el empresario ha dado un giro de 180 grados y se ha convertido en acusación tras presentar una querella contra dos fiscales por presunta revelación de secretos.
