Calella (Barcelona) (EFE).- El expresidente catalán Carles Puigdemont ha dado este domingo por cerrada la etapa de la «resistencia», iniciada tras la declaración unilateral de independencia de hace siete años, y ha llamado a Junts a «salir de los cuarteles de invierno» y comenzar a «jugar un nuevo partido».
Así lo ha dicho en una intervención con la que ha clausurado el congreso nacional de Junts celebrado este fin de semana, donde ha recuperado la presidencia del partido, desplazando a Laura Borràs al frente de su fundación tras confeccionar una Ejecutiva a su medida -avalada por 2.552 militantes, el 90 % de los que han votado-.
En su discurso, emitido por videoconferencia, pues sigue instalado en Waterloo (Bélgica) al no habérsele aplicado la amnistía, Puigdemont ha dicho que el 27 de octubre de 2017 comenzó «un camino incierto y difícil» y, sin embargo, «irrenunciable» para Junts.
«Nada ha vuelto a ser igual desde entonces y nada puede hacerse ignorando esa realidad, escondiéndola o borrándola de la historia», ha añadido.
Críticas a los socialistas
Puigdemont ha arremetido contra los socialistas por «sacar provecho de la represión» y les ha advertido de que esa irresponsabilidad «no ha sido nunca reparada, por muchas toneladas de cal viva de normalidad que quieran verter».
Ha censurado, en este sentido, que «el Govern más españolista y hostil a toda idea de soberanía» reclame la legitimidad con la que cuenta pese a no haber respetado el PSC en su momento «la legitimidad del Govern independentista» que él encabezaba en 2017.
También ha arremetido contra el «monopolio asfixiante de un único partido en todas las instituciones», en un momento en el que los socialistas gobiernan en España, Cataluña y ciudades de la talla de Barcelona.
Junts, la mejor herramienta
Puigdemont ha situado a Junts como la mejor herramienta para encarar esta «nueva etapa política» y ha animado a «abrir más el partido», incorporando a perfiles de tradiciones diversas pero vinculados al catalanismo: «Todo un país nos está esperando», ha concluido.
El expresident ha alertado ante un contexto marcado por los «aires de populismo extremadamente peligrosos» y las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, así como el auge de la inteligencia artificial o las consecuencias todavía visibles de la pandemia.

En esta etapa, ha insistido, Junts es «la mejor herramienta» para hacer avanzar a Cataluña hacia la independencia.
Al inicio de su discurso, el president ha agradecido a Borràs (perdedora del pulso interno mantenido con el secretario general, Jordi Turull, en los últimos años) su «generosidad» por aceptar presidir la fundación del partido y ha defendido que ella es «la persona idónea» para hacerlo.
A la clausura del congreso han asistido el presidente del PNV, Andoni Ortúzar; el diputado de Bildu Jon Iñarritu; y el miembro de la dirección del BNG Rubén Cela; así como representantes de sindicatos y patronales.
Por parte de ERC ha hecho acto de presencia el presidente del grupo en el Parlament, Josep Maria Jové, y por parte del PSC su secretario del área de Política Municipal, Implantación y Territorio, Joaquín Fernández.
Turull avisa a Sánchez: «No daremos pasos atrás»
El secretario general de Junts, Jordi Turull, revalidado este domingo en el cargo, ha avisado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sus siete diputados en el Congreso no darán «pasos atrás», sino que mantendrán «la posición».
«Nosotros no estamos casados con nadie, solo con los catalanes», ha dicho en el parlamento pronunciado antes de que el expresidente catalán Carles Puigdemont, elegido hoy presidente del partido, pusiera punto y final al congreso nacional celebrado este fin de semana en Calella (Barcelona).
En un discurso con fuerte carga política, ya que Puigdemont ha entrado poco en las cuestiones del día a día, Turull ha llamado a Junts a «no tener miedo al combate de las ideas» y a «mantener la posición pese a las muchas amenazas».
«No buscamos gustar al resto de partidos ni a los poderosos medios de comunicación, ni a ningún ‘lobi’ catalán o español», ha añadido.

Ha reivindicado así cómo desde las filas de esta formación se ha hablado de seguridad y multirreincidencia o se ha plantado cara a «políticas de vivienda fracasadas» de quienes «prefieren que los jóvenes sean okupas en vez de inquilinos o propietarios».
Turull ha dicho que hace más por la mejora de la financiación su partido que no el PSC desde el Palau de la Generalitat -«pagamos demasiados impuestos como para que se los queden los de Madrid y no vuelvan a Cataluña», ha afirmado- y ha cargado contra la, a su juicio, excesiva burocracia. También ha erigido a Junts como máximo defensor de la lengua y la cultura catalana.
«No nos da miedo lo que nos digan», ha añadido antes de censurar los «populismos buenistas y los populismos xenófobos» y de defender que la inmigración es un reto al que se le debe dar «una solución catalana».
Turull: «Declinemos el 1-O en futuro»
En clave nacional, Turull ha llamado también a superar la etapa del referendo unilateral y a «declinar el recuerdo del 1 de octubre en forma de futuro».
Se ha comprometido a «volver a crear las condiciones para acabar la faena» y a volver a hacerse con el control de la Generalitat con «un Govern con toda la ambición nacional para culminar el trabajo empezado».
Ha arremetido contra el «tripartito de facto», en alusión a la entente de PSC, ERC y Comuns para la investidura de Salvador Illa, al que ha pedido «no confundir el deseo con la realidad»: «Ni oasis catalán ni cementerio catalán; república catalana», ha dicho.
«Ni ‘peix al cove’ (pájaro en mano, frase basada en arañar avances limitados en recursos y competencias para Cataluña) ni migas de pan, independencia», ha agregado.
En este marco, ha avisado de que Junts seguirá defendiendo la unilateralidad puesta en práctica hace siete años si se demuestra que no existe otra vía eficaz para alcanzar la independencia.
El partido de Puigdemont ha acabado incluyendo un párrafo en esta línea en su ponencia final a raíz de una enmienda al texto propuesto inicialmente.