Bruselas (EFE).- El Partido Popular Europeo votará a favor la candidata española a vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, junto al resto de candidatos pendientes, si ésta da las explicaciones que esperan hoy en su comparecencia en el Congreso en Madrid, pese a la oposición de sus socios del PP español.
El presidente del grupo popular en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, presentó la idea a sus delegaciones nacionales en un encuentro esta mañana y todas salvo la española están a favor de este compromiso, según fuentes parlamentarias.
La postura popular también deja caer el requisito que habían planteado anteriormente de que Ribera se comprometiera a dimitir de resultar encausada por su gestión de la dana, aunque fuentes del grupo insisten en que «cualquier dictamen positivo acerca de la candidata socialista incorporará de manera solemne la petición de dimisión en caso de que su nombramiento implique importar un problema judicial español a la Comisión Europea».
El PP mantiene que no apoyará a Ribera en Bruselas
Sin embargo, los 22 diputados del PP en el Parlamento Europeo votarán en contra del nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea.

Una decisión que han ratificado fuentes populares después de que el PPE avanzara su voto a favor de Ribera.
Desde Génova han señalado que hay un principio de acuerdo del PPE con los socialistas y con el partido de Georgia Meloni (Italia) y de Viktor Orbán (Hungría) para apoyar los respectivos candidatos a formar parte de la Comisión Europea.
Por este acuerdo en Bruselas, el PP ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de promover que entre la extrema derecha en el Ejecutivo europeo.
Aprobación junto al resto de comisarios designados
En cualquier caso, Weber ha estado en permanente o con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y desde el grupo europeo aplauden que sus socios españoles hayan europeizado la cuestión de la gestión de la dana, la cuál vaticinan que se convertirá en un problema judicial para la futura vicepresidenta comunitaria en unos meses.

La aprobación de Ribera sería en paquete junto a los otros cinco vicepresidentes ejecutivos designados que aún restan por ser aprobados, incluyendo el italiano Raffaelle Fitto, nominado por la ultraconservadora Giorgia Meloni, y al comisario húngaro Olivér Várhelyi, un extremo que aún deben aceptar socialdemócratas y liberales.
Además, iría acompañado de un texto firmado por los tres partidos de «una página o página y media» con las «principios guía para el centro del Parlamento Europeo para los próximos cinco años» que se base en el programa con el que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, logró el apoyo para repetir en este cargo cinco años más el pasado mes de julio.
Negociaciones contrarreloj
El texto no incluiría referencias que impidieran que el PPE busque mayorías alternativas cuando su opción preferencial, la de trabajar con un «centro» que alcanza desde los Verdes hasta los Conservadores y Reformistas de Giorgia Meloni, no funcione.
Weber llevará esta propuesta a una nueva reunión con sus homólogas al frente de los grupos socialdemócrata y liberal, la española Iratxe García y la sa Valérie Hayer, en la que los tres darán cuenta sobre cómo han progresado sus respectivas reuniones con sus familias políticas en busca de que se levanten los vetos cruzados.
Fuentes socialdemócratas apuntan a una reunión de grupo tensa en la que no se ha logrado todavía que todas las delegaciones nacionales sean favorables a levantar el veto a Fitto. ses y alemanes están entre los más reticentes, apuntan.
El objetivo final es que los tres grupos puedan llegar a un acuerdo para que esta tarde el Parlamento Europeo pueda fijar la agenda de su pleno de la próxima semana en Estrasburgo (Francia) e incluir en ella el voto de la Comisión Europea en su conjunto el próximo 27 de noviembre, de manera que el nuevo Ejecutivo comunitario pueda echar a andar el 1 de diciembre.