Sevilla (EFE).- Los primeros dirigentes socialistas que han llegado esta tarde al Congreso del PSOE se han mostrado dispuestos a «sacar pecho» sobre la gestión del Gobierno mientras piden a quienes les acusan de estar involucrados en casos de corrupción que aporten pruebas contra el partido.
El mensaje de quienes se han acercado por el recinto de FIBES, donde se celebra el cónclave socialista, han tenido un mensaje unívoco, el rechazar las acusaciones sin pruebas y criticar a la derecha por dar credibilidad a declaraciones como las del empresario Víctor de Aldama.
«Ya está bien de bulos y mentiras»
«Ya está bien de bulos y mentiras y nadie pone una prueba encima de la mesa. ¿Para qué?», ha dicho el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, quien ha recalcado que en el partido están «hartos» de aguantar «bulos y mentiras» y lo que quieren es que la justicia llegue hasta el final e «investigue lo que tenga que investigar».
Una semana después de que Víctor de Aldama saliera de prisión después de declarar voluntariamente ante el juez que investiga el caso Koldo y itir el cobro y el pago de comisiones a cargos relacionados con el PSOE, los socialistas han recalcado que siguen pidiendo pruebas que demuestren tales acusaciones.
La ministra de Ciencia y Universidades y secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant, ha dicho así que «de estos casos se ha hablado muchísimo y no hay pruebas de nada». «Por tanto, para nosotros no es más que el fango de la derecha y de la ultraderecha», ha añadido Morant.
Igualmente han restado importancia a la imagen publicada de Aldama en la sede del PSOE en la noche electoral de las generales de 2019, algo normal según han dicho fuentes de Ferraz si se tiene en cuenta que el empresario era amigo de Koldo García y del exministro José Luis Ábalos.
Destacan la gestión socialista
«Son imágenes de pasillos. Nos podemos hacer muchas imágenes y muchas fotos», ha dicho al respecto Morant, a quien preocupa muchísimo más imágenes como las de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado. «Creo que eso realmente inhabilita a alguien para dedicarse a la política», ha dicho.
Dirigentes como el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, y el expresidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig han optado, por su parte, por destacar la importancia de la gestión socialista.

Hay que «aprovechar este congreso para sacar pecho y sobre todo, para relanzar el proyecto socialista», ha dicho Andueza, mientras Puig ha lamentado que solo hay «un caso: el caso es acabar con Pedro Sánchez como sea, es lo único que pretende el PP sin presentar ninguna alternativa».
El ahora embajador de España ante la OCDE ha subrayado la buena evolución económica del país, algo que «no interesa a los responsables máximos del Partido Popular».
También Luis Tudanca, secretario general de los socialistas de Castilla y León, ha salido en defensa de su partido frente al «ambiente irrespirable» provocado por «la derecha y la extrema derecha».
Cierre de filas y confianza en la justicia
De hecho, pocas horas antes de la visita que la vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, hará a las instalaciones del Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital hispalense donde tendrá lugar la cita, Lobato declara en el Tribunal Supremo por las filtraciones en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
Montero ha convocado a la prensa tras esta visita, junto al secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, y el secretario de Andalucía y portavoz socialista en el Senado, Juan Espadas.
La enésima crisis del PSOE madrileño y la imputación por un juzgado de Badajoz del hermano de Sánchez en un caso de supuesto tráfico de influencias, malversación y prevaricación han sacudido los preparativos de esta reunión concebida para reforzar a Sánchez al frente de partido.
De entrada, los socialistas cierran filas y denuncian una estrategia política de desgaste liderada por la ultraderecha en los tribunales a partir de informaciones falsas. Tanto desde la dirección del partido como desde el Gobierno expresan su confianza en la justicia.
El lema del congreso
El congreso se celebra bajo el lema «España adelanta por la izquierda», un concepto que quieren que funcione como motor para la consolidación del liderazgo de Sánchez y su proyecto político.
Este proyecto se recoge en su ponencia política, pero la creciente confrontación con la oposición, debida por un lado por los procedimientos judiciales y a la gestión de la catástrofe de la dana por otro, la han dejado en un segundo plano.

En el documento, al que se han presentado más de 6.000 enmiendas, el PSOE reivindica que los grandes avances sociales, económicos, medioambientales y feministas vividos en España en democracia han sucedido siempre bajo su liderazgo político y plantea blindarlos ante el empuje de la derecha y la ultraderecha.
Uno de los aspectos que generará más debate será previsiblemente la financiación autonómica, asunto clave en comunidades como Castilla-La Mancha. La ponencia plantea ahondar en un proceso de federalización del Estado y lograr un sistema de financiación «más justo y sostenible» que aumente los recursos disponibles de todas las autonomías y evite la competencia fiscal a la baja entre ellas.
El liderazgo de Pedro Sánchez
Sin candidatos alternativos, Sánchez certificará en Sevilla su liderazgo una década después de haber llegado a la secretaría general del PSOE.
En sus manos está el diseño de la nueva Comisión Ejecutiva Federal y entre los delegados y militantes socialistas se suceden las quinielas con los nombres que le acompañarán de cerca hasta la próxima cita electoral. Y de los que pueden desaparecer de su lado.
La principal duda es si la previsible renovación de cargos alcanzará o no al núcleo duro de Sánchez, especialmente al secretario de Organización, Santos Cerdán, a quien la oposición ha puesto en la diana tras ser señalado como receptor de presuntas comisiones en la trama Koldo.